La incertidumbre de un paseo militar eleva el precio del 'brent' a 26 dólares
El camino hacia Bagdad no está siendo tan triunfal como esperaban los estrategas estadounidenses. En la quinta jornada de guerra los combates resurgieron en las vitales regiones petrolíferas del sur, supuestamente bajo control de la coalición desde el primer día del combate. Los oficiales estadounidenses tuvieron que reconocer ayer que la seguridad del campo petrolífero gigante de Rumaila 'no está garantizada'.
Uno de los portavoces militares británicos, el capitán Al Lockwood, explicó ayer a la prensa que 'un máximo de siete plataformas de extracción de Rumaila han estado en llamas'. El oficial inglés tuvo que reconocer la falta de seguridad del campo, anunciada por todo lo alto el primer día de ofensiva, dado que parte de las instalaciones están minadas y porque las tropas de la coalición están luchando contra comandos iraquíes leales a Sadam.
'Aún es una zona de guerra', reconoció una portavoz estadounidense, la teniente coronel Jennifer Casidy. 'Pero no podrán destruir los pozos', insistió la oficial, en referencia a los soldados iraquíes. Rumaila cuenta con unas 500 plataformas de extracción. Las instalaciones dañadas, a las que hay que unir dos plantas para el procesamiento de hidrocarburos, son prácticamente insignificantes. Esta es una de las grandes preocupaciones de la Administración Bush, que planea sufragar los costes de la invasión con el petróleo iraquí. Un daño serio a la maltrecha infraestructura petrolera del país árabe supondría un duro revés de consecuencias económicas imprevisibles para EE UU.
Ahora, Nigeria
El mercado petrolero internacional no gana para sustos. Las revueltas tribales que comenzaron la semana pasada en Nigeria han obligado a paralizar un 37% de la producción de la primera potencia petrolera del África subsahariana, que abastece casi el 4% de las importaciones de la UE.
Desde agosto de 2002, el mercado ha estado sometido a las tensiones derivadas del inminente conflicto en Irak. En diciembre comenzó una huelga general y petrolera en Venezuela, que abastece el 3,5% de la demanda mundial. Las protestas paralizaron durante dos meses la actividad extractiva del país americano. Poco después surgieron huelgas petroleras en Nigeria y Argelia. Con Venezuela aún convaleciente, estalló la segunda Guerra del Golfo y ahora llega la crisis nigeriana.
'Vendimos mucho la semana pasada, con las noticias iniciales del conflicto. Ahora la guerra no está yendo sobre ruedas, como esperábamos. Al mismo tiempo, tenemos problemas en Nigeria, que reducen sus exportaciones y donde no hay perspectivas de solución a corto plazo', resumía ayer un operador del mercado neoyorquino.
Nigeria, miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), produce actualmente 2,2 millones de barriles. El problema es que el crudo nigeriano es muy apreciado en Europa y EE UU para la fabricación de carburantes de automoción, cuya demanda se disparará en la temporada veraniega que se avecina.
Tradicionalmente, las refinerías estadounidenses se dedican a maximizar su producción de gasolina en el segundo trimestre para hacer frente al verano.
Bajadas en los carburantes
En España, los precios de las gasolinas han bajado en los últimos días un promedio de un céntimo de euro por litro, según el Ministerio de Economía. Desde comienzos de año, los combustibles acumulan incrementos de tres a cuatro céntimos. El abaratamiento del gasóleo alcanzó una media de dos céntimos por litro frente a una subida acumulada de cinco céntimos.
Dada la enorme incertidumbre que rodea al mercado, el director de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Claude Mandil, declaró ayer a la emisora francesa BFM que la posibilidad de un fuerte incremento de los precios 'no debe ser excluida'. Sin embargo, la OPEP consideró ayer que aún no es necesario un nuevo aumento de la producción de petróleo.
Acuerdo energético entre Washington y Venezuela
El jefe de operaciones de la petrolera estatal venezolana, PDVSA, Luis Marín, anunció ayer que Caracas ha llegado a un acuerdo con Washington para suministrar crudo a las reservas estratégicas de petróleo de EE UU.Estos inventarios americanos ascienden actualmente a 599 millones de barriles, pero el objetivo de la Administración Bush es llevar el nivel en los próximos dos años hasta 700 millones de barriles.Frente al escepticismo de los expertos, las autoridades venezolanas aseguran que la capacidad extractiva de Venezuela está totalmente repuesta, después de haber quedado prácticamente paralizada durante los meses de diciembre y enero, a causa de una huelga general.El ministro de Energía y Minas, José Vicente Rangel, aseguró el lunes que PDVSA está operando 'con normalidad' y produciendo ya cerca de 3,2 millones de barriles diarios. De confirmarse estas cifras, Venezuela no sólo se habría restablecido completamente, sino que incluso habría superado ya el nivel de extracción previo a la huelga.La desaparición del crudo venezolano del mercado hizo estragos en los inventarios comerciales de EE UU, el gran socio energético de Venezuela, que se derrumbaron hasta el nivel más bajo de los últimos 25 años, cayendo por debajo del límite mínimo operacional de 270 millones de barriles.PDVSA también prevé anunciar pronto de manera oficial el descubrimiento de un nuevo yacimiento de petróleo con un volumen equivalente a 1.000 millones de barriles.