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Coste

La Casa Blanca baraja nuevas ayudas para las aerolíneas

¢Las aerolíneas no están hoy en la agenda del presidente¢. Ari Fleischer acabó a primera hora de ayer con todas las esperanzas de que George Bush dedicara parte de la reunión con el Consejo Económico Nacional a tomar una posición sobre un nuevo paquete de ayudas a las aerolíneas, un sector que sufre una fuerte caída de mercado por el temor a volar durante este periodo de guerra.

La cuestión, que tiene dividido al Gobierno y sin embargo está apoyada por influyentes congresistas, se planteó hace unos días cuando la Asociación de Transporte Aéreo (ATA) solicitó una ayuda para sobrellevar las condiciones adversas que no resultan de sus negocios habituales (subidas de impuestos, costes de seguridad, entre otras) y que permita continuar con el negocio. El presidente fue informado a finales de la semana pasada del estado de las aerolíneas, pero no hay una ayuda prevista para estas empresas en el paquete presupuestario suplementario para cubrir los gastos de guerra.

Opiniones encontradas

Según aseguraba ayer The Wall Street Journal, John Snow, secretario del Tesoro, y Mitchell Daniels forman parte de la facción del Gobierno opuesta a una ayuda a estas empresas que se sume a la que se puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre y que no han evitado una sucesión de suspensiones de pagos en el sector.

Entre los defensores, el secretario de Transporte, Norman Mineta, quien ha llegado a decir que ¢estaremos dispuestos a movernos muy deprisa si es necesario¢. La navegación aérea es una cuestión crucial en el transporte de un país extenso como EE UU.

En el informe de la ATA, las aerolíneas dibujaban una complicada situación a pesar del esfuerzo de reestructuración hecho y que sólo en empleo se ha cobrado 100.000 puestos. Basándose en la caída de casi el 30% de reservas, las empresas calculan que se podrían perder 10.000 millones de dólares este año y hasta 13.000 millones más si además hay atentados terroristas durante el conflicto. Se prevé una pérdida de otros 70.000 empleos y sugieren que la ¢nacionalización¢ puede dejar de ser un escenario irreal para el castigado sector.

Por lo pronto, hay dos grandes aerolíneas en suspensión de pagos, US Airways y United Airlines, y el temor es que la compañía no salga de esta situación y tenga que procederse a su liquidación. Sobre la primera aerolínea del país y del mundo, American Airlines, arrecian los rumores e informes que descuentan que también tenga que pasar por el juzgado con otra suspensión de pagos. De momento, la empresa ha anunciado que reducirá un 6% sus vuelos internacionales por la caída de la demanda y su competidora Delta un 12%.

Sólo entre el jueves y el viernes se sucedieron una serie de malas noticias en el sector. Northwest anunció planes para reducir su plantilla con la salida de 4.900 trabajadores. La empresa ya ha despedido a otros 12.000. United rebajará un 8% más sus vuelos y despedirá a un número indeterminado de trabajadores.

Continental Airlines, una de las compañías que con más interés se opuso a que el Gobierno cubriera con un aval a United para evitar su suspensión de pagos, despedirá a 1.200 personas hasta fines de año para ahorrar 500 millones de dólares. Ambas cifras subirán si la guerra con Irak se prolonga.

Adicionalmente, Hawaiian Airlines solicitó a finales de la semana pasada la suspensión de pagos para protegerse ante los acreedores mientras restauran sus finanzas.

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