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Las Pymes en Europa

Europa descubre el valor de los pequeños

Las pequeñas y medianas empresas europeas reclaman un clima favorable en el que las normas administrativas y las cargas fiscales no aplasten sus proyectos empresariales

Las pymes 'no somos bonsáis'. Los pequeños y medianos empresarios europeos reivindican su identidad, hartos de ser tratados como una peculiar excepción industrial cuando en realidad representan al 90% de las empresas de la Unión Europea. Los líderes políticos, es cierto, han vuelto a redescubrir la importancia del tejido industrial que sostiene la economía del viejo Continente. Pero las pequeñas y medianas empresas europeas temen que, una vez más, se trate de un mero reconocimiento a su labor sin ninguna mejora tangible en su tratamiento.

'Tenemos que dar el salto de la retórica a la práctica', urge Hans Werner Müller, secretario general de la Asociación Europea de Artesanos y Pequeñas y Medianas Empresas (Ueapme). Las 72 organizaciones de todos los países miembros de la Unión que se agrupan en Ueapme, entre las que figura la española Cepyme, se reunieron durante este mismo mes de marzo para presentar sus reivindicaciones. Las demandas abarcan desde la necesidad de avanzar en la armonización fiscal, para facilitar el comercio transfronterizo, hasta la petición de ser consultadas en la tramitación de los proyectos legislativos que tienen impacto en la actividad económica.

Las pymes exigen, además, que la Carta de las Pequeñas Empresas, que los Quince adoptaron en la Cumbre de Feira (Portugal) en junio de 2000, se incorpore a la futura Constitución europea que en estos momentos se elabora en Bruselas. En esa Carta, los líderes europeos se comprometieron a respetar el principio de 'pensar primero a pequeña escala' cada vez que se aborde una iniciativa de política industrial. 'Ya que dicen que las pequeñas y medianas empresas son tan importantes, que se incluya la Carta en la Constitución para que tenga valor jurídico', afirma un destacado dirigente de Ueapme.

El 99% de las empresas europeas son pymes pero las regulaciones comunitarias se hacen siempre pensando sólo en las grandes

Al hacer balance de los 36 meses transcurridos desde la adopción de la Carta, la Comisión Europea se pregunta 'si alguien ha escuchado a las pequeñas empresas' desde entonces. El organismo comunitario concluye que se han tomado 'unas cuantas medidas muy destacadas en países como Dinamarca, Suecia, Finlandia y el Reino Unido', pero 'sigue habiendo una línea divisoria entre los pocos Estados miembros que consultan sistemáticamente a las pequeñas y medianas empresas (...) y aquellos que todavía no lo hacen'.

En este contexto las pymes no reclaman atenciones ni cuidados especiales, sino un clima favorable en el que las normas administrativas o las cargas fiscales no aplasten sus proyectos empresariales.

'La mayoría de las veces consideran a las pequeñas y medianas como una versión bonsái de las grandes', describe Müller la mentalidad de las instituciones. La propia Comisión Europea, según miembros de la Ueapme, ignora muchas veces su presencia. 'Según la definición de la Comisión, el 99% de las empresas europeas son pequeñas y medianas, pero las regulaciones comunitarias se hacen siempre pensado en las grandes empresas, mientras que el tratamiento de las pymes se resuelve mediante excepciones a la norma general', se lamentan los responsables de la citada asociación de las pequeñas y medianas empresas europeas.

La ausencia de diálogo en la mayoría de los países impide a las pymes presentar sus inquietudes, necesidades o demandas. '¿Cómo van las autoridades a pensar a pequeña escala si no escuchan a las pequeñas empresas?', se pregunta, esta vez retóricamente, la Comisión Europea. La respuesta resulta obvia. pasa a la página 4 æoelig;

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