Consecuencias del clima prebélico
'Además se está detectando en las emisiones de renta fija privada que los tipos están subiendo, lo que supone que el coste de la financiación sube, pese a las bajadas de tipos de interés de la Reserva Federal. Por tanto, a los costes de la energía se le suman los financieros, y todo ello, sin consumo. Cuando acabe la guerra tenemos una economía de EE UU con el 5% de déficit corriente, un déficit público como el europeo o más alto, y con inflaciones más altas que las nuestras. En definitiva, una economía muy desequilibrada, y con expectativa debilitada'.
'El mercado descuenta un conflicto rápido y rápida recuperación. Pero nadie sabe qué nos vamos a encontrar después. Soy pesimista. No hay ni inversión, ni consumo. La situación es un poco desoladora. La recuperación será muy lenta y gradual'.
José Luis Martínez. 'Lógicamente el déficit corriente es muy peligroso, pero está como está porque los demás no crecen, porque Japón lleva como está ocho años. Y no creo que el déficit por cuenta corriente se pueda corregir hoy con el tipo de cambio. No lo creo sinceramente hoy por hoy, salvo que Europa incremente notablemente su crecimiento potencial y Japón empiece a carburar. Pero esto ya lo decíamos hace cuatro años'.
'Y el déficit fiscal no tiene mayor inconveniente si Estados Unidos recupera crecimientos del 4%. Es probable que el gasto público o la reducción de impuestos sea necesaria, porque la política monetaria ya es inocua. No hay un nerviosismo que esté descontando algo muy grave; la bolsa cae, pero no se están produciendo liquidaciones de posiciones institucionales'.
Pedro Antonio Merino. 'Si miras las cifras, a lo mejor no se puede ser tan negativo; pero el mensaje que yo recibo sí es negativo. Llevamos tres años por debajo del crecimiento potencial, y no se han corregido los desequilibrios que se deberían haber ajustado. La guerra es incertidumbre; y ha sido más costosa que los efectos posteriores; aunque el conflicto sea corto, llevamos tanto tiempo de incertidumbre, y el crudo caro tanto tiempo, que pueden lastrar la recuperación'.
'Nadie duda de que Estados Unidos será el motor en el futuro; pero va a un déficit público muy fuerte para los próximos años, y tiene miedo de que el modelo de crecimiento de la última década cambie radicalmente. Nadie sabe cómo reaccionará la economía americana cuando acabe la guerra. Hay tanta incertidumbre como en la guerra misma, sea corta o larga'.
'Y queda por conocer qué hará el petróleo tras la guerra. En 1991 bajó de inmediato porque el mercado leyó de inmediato que la capacidad de reacción de Irak era nula. La doctrina más extendida es que el crudo estará en el trimestre próximo entre 26 y 28 dólares por barril, y acabará el año en 25'.
El cambio euro-dólar
José Luis Martínez. 'El reflejo del riesgo geopolítico en los mercados es claro. La depreciación tan fuerte del dólar tiene más que ver con el riesgo de guerra que con la marcha de los fundamentales; la UE no se merece el tipo de cambio que tiene. Las inversiones siguen entrando en Estados Unidos de forma importante, y es curioso que siguen haciéndolo sin cobertura de tipo de cambio, lo que indica que el precio actual está contaminado por la situación política. Otra prueba de ello es el fuerte movimiento especulativo que se está produciendo entre las dos divisas ante cualquier rumor a favor o en contra de la guerra, aprovechando el diferencial de tipo de interés'.
'No veo, la verdad, el tipo de cambio del euro en 1,2 dólares o 1,3, ni mucho menos; y si llega, no será mucho tiempo. No son tipos de cambio normales. El crecimiento norteamericano supone el 70% del mundial, y eso no puede cambiar en un año. Con precios como los citados, supondría un cambio tan dramático en las carteras que estaríamos hablando de un colapso en los mercados'.
Pedro Antonio Merino. 'El precio del euro es una nueva incertidumbre. Que el euro va a ser más volátil que las monedas que lo componían, eso está claro; ya lo está siendo, y seguirá siéndolo. La incertidumbre que hay sobre Estados Unidos también la hay sobre Europa, porque depende de sus ventas al exterior, y si el euro se va más arriba, ¿cómo crecerá Alemania?'.
César Cantalapiedra. 'Pienso que el euro no se va a parar en el tipo de cambio actual, subirá más, y dejará margen al BCE para bajar tipos. Es, además, la única forma de que Europa haga algo por estimular la economía. Y subirá porque no veo solidez en la demanda americana como para recuperar de inmediato al dólar'.
'El euro tiene que subir más y los tipos de interés deben bajar'
'En estos últimos meses la confianza en la recuperación de la economía norteamericana se está desvaneciendo. Y lamentablemente la Unión Europea no ha hecho nada en política económica para fortalecer su crecimiento, salvo los pequeños estímulos del Banco Central Europeo. Estados Unidos está en una situación bastante más delicada de lo que pensábamos hace unos meses: haya o no guerra, la economía norteamericana tiene que sanearse; creo que 2002 ha sido el año de saneamiento de las empresas y 2003 puede ser el del saneamiento de las familias, a juzgar por el debilitamiento fuerte que está experimentando el consumo privado. Seguimos creyendo, no obstante, que este año crecerá un 2,5%, incluso algo más que Europa.La UE tiene que hacer algo más y parece que Alemania empieza a moverse, aunque sea en la precariedad que da la fragilidad de no disponer de un gran consenso social y político. La demanda externa no va a tirar y hay que estimular la interna de alguna forma. El BCE tiene aún recorrido para bajar los tipos de interés, pero para ello precisa de un euro todavía más fuerte. Y creo que lo va a hacer, que se va a fortalecer más, porque ahora no hay poder de atracción económica en Estados Unidos.Y tendremos un problema de inflación, porque no está nada claro que el petróleo vaya a bajar cuando caiga la última bomba; no están las cosas claras y llevamos mucho tiempo con un petróleo por encima de los 30 dólares. Eso hay que contrarrestarlo como sea. Así el BCE podrá bajar los tipos hasta donde tengan que bajar. En Estados Unidos pueden llegar al 1%, según descuenta el mercado, porque la confianza está muy frágil y en la UE también pueden bajar al 2% los tipos.Este año será como el pasado: Estados Unidos, al 2%, y nosotros, al 1%, y si crecemos más, algo bueno habrá pasado por el camino.'
'La incertidumbre y el petróleo caro se prolongan demasiado'
'2002 es el tercer año de actividad desacelerada; todas las economías han tocado suelo. Es el año en el que no se ha producido la recuperación, pero todas las economías están en la parte baja de la serie. hay que tener en cuenta que Estados Unidos tiene unos desequilibrios muy importantes, y ahora preocupa si siguen persistiendo las expectativas de déficit por cuenta corriente y las expectativas de déficit fiscal añadidas, y cómo afectarán al crecimiento. La americana es una economía que ha crecido únicamente por los impulsos monetarios y fiscales. Hay que tener en cuenta el tipo de cambio del euro y el dólar. Se ha recuperado notablemente seguramente por riesgo de guerra, cuando no lo hizo antes cuando por fundamentales debería haberlo hecho. En 2003 se está prolongando la situación de 2002 porque había una expectativas de recuperación de la bolsa, que no se produce, entre otras cosas porque los PER estaban muy altos.Además llevamos ya demasiado tiempo con un precio del petróleo excesivamente caro, muy por encima de la media histórica de los 10 últimos años. Nadie pensaba que pudiese estar por encima de 25 dólares dos trimestres consecutivos.Es un 25% más caro que el precio tradicional. Si a eso le añadimos la incertidumbre geopolítica, estamos ante un periodo de incertidumbre más largo que el de 1991. Es una prima alta y durante mucho tiempo. Sólo en los últimos seis meses el precio del crudo le ha restado 0,5 puntos de crecimiento como mínimo a Estados Unidos.¿En 2003? Se resuelva como se resuelva lo de Irak, quedarán muchos asuntos pendientes que van a afectar a la confianza, y no sabemos cómo va a reaccionar la economía norteamericana tras la guerra ni en consumo ni en inversión. Necesitará un nuevo impulso, además del que ya tiene. Y la economía europea también lo va a necesitar. Y aquí hay que tener en cuenta el cambio del euro, que complica la salida de Europa, especialmente de Alemania.'
'Lo más preocupante es cómo será el crecimiento después'
'Hemos pasado de positivos a cautelosos. Hacemos una previsión de una guerra relativamente corta, un impacto corto, con petróleo a 40 dólares para bajar de inmediato, y con estímulos nuevos de la política monetaria; preveíamos también un escenario de caídas de las Bolsas diferentes al que se está produciendo, con estos goteos insistentes.Manejábamos desde el principio un escenario de incertidumbre corta, pero se está alargando, y eso hace mucho daño. Estamos discutiendo aún si habrá o no guerra, pero los efectos los estamos notando ya. La Bolsa está cayendo con lentitud impasible y con muy poco volumen, aunque no hay aún liquidación de posiciones en Estados Unidos por parte de los grandes inversores; pero sí está haciendo mucho daño a las expectativas de los consumidores y al crecimiento económico.'Escenario de recesión'De hecho, ya las empresas han empezado a recortar de forma muy drástica las expectativas de beneficios. Las instituciones internacionales están incluso descontando un escenario de recesión económica en el caso de que la guerra se prolongue; dibujan un paisaje con un crecimiento mundial del 2%, que prácticamente es recesión, si tenemos en cuenta que los países emergentes crecerán más de un 5%.Y algo ha cambiado desde el otoño, y es que hay un escenario de gran indefinición para después de la guerra; podemos entrar en un estancamiento económico. Por ejemplo, nosotros estimamos que si la guerra dura tres meses, Japón puede tener una caída de producto del 6%, frente a un estancamiento tal como está ahora. Esto da idea de la situación de indefinición en las que vivimos ahora; estamos empezando a oír cosas que no oíamos desde la Segunda Guerra Mundial. Creemos que habrá recuperación en el segundo semestre, pero con una probabilidad menor que antes, con mucha más cautela, con crecimientos más cortos.'