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Coyuntura

La caída del consumo evidencia la debilidad económica de EE UU

Hace medio año, la práctica mayoría de los economistas desdeñaba la teoría de Stephen Roach, de Morgan Stanley, que mantenía que EE UU sufriría una doble recesión. æpermil;se es ahora el asunto que más atención acapara. Y es que la economía arroja semanalmente cifras que indican que la debilidad se profundiza. El informe de ayer muestra que el consumo, responsable de dos tercios del PIB, da signos inequívocos de estar tambaleándose.

La caída de ventas del 1,6% supera tres veces los cálculos de los economistas. Excluidos los automóviles, que prácticamente han agotado el reclamo de los descuentos, las ventas minoristas cayeron un 1%. Desde las automovilísticas ya sólo se cuenta con la salida de la crisis para evitar la suya.

Las ventas de materiales de construcción se redujeron un 7,5%, la mayor caída registrada hasta la fecha, y la venta de muebles muestra un declive del 1,6%. Ropa, electrónica y libros también seguían la tendencia general.

'La caída de ventas es la típica que se registra en una recesión. Curiosamente esta contracción de ventas ha sido una notable ausencia durante la actual recesión', comenta Mark Vitner, economista de Wachovia. Todo ello se produce mientras las cifras de demandantes de subsidio de paro se sitúan esta semana por encima de las 400.000 personas. En el último mes, la media es de 419.750 solicitudes, la mayor cifra del año.

Un informe de la Reserva Federal muestra, además, que los estadounidenses han tenido que aumentar su endeudamiento para consumir. En enero, el crédito al consumo creció hasta 13.200 millones, la segunda mayor subida tras noviembre de 2001.

No faltan los analistas que mantienen el optimismo porque la caída del 0,9% en las ventas en enero se ha revisado a un 0,3% positivo y no se pierde la esperanza de la recomposición de la estadística. Además, consideran el dato de volátil, puesto que en buena parte se puede achacar al mal tiempo y a la ansiedad de la situación prebélica.

No obstante, los analistas admiten que independientemente del resultado de la guerra, cuando ésta acabe, EE UU se dará cuenta de cuán profunda es la crisis. Expertos de Merrill Lynch prevén ahora un corto periodo de avance tras una guerra, que se espera corta, para luego volver a la realidad de la mala situación económica.

Muestra de la atípica euforia es la revalorización del dólar ayer por el mayor plazo diplomático que se está concediendo a una guerra que plantea muchas dudas económicas (máxime cuando no se sabe su coste). Ganó un 1,9% frente al euro.

No obstante, en esta tesitura, cada vez son más los que apuestan por una bajada de tipos por parte de la Reserva Federal el 18 de marzo y el 7 de mayo.

Desde la Casa Blanca son conscientes de que no se endereza la economía. El secretario del Tesoro, John Snow, reconoció a principios de semana que la recuperación 'puede debilitarse y nos preocupa'. Snow sigue haciendo campaña y añadió que se necesita 'un empujón' como el de los recortes de impuestos propuestos por el presidente Bush .

Martin Feldstein, economista de Harvard, uno de los nombres que se barajan para la sucesión de Alan Greenspan al frente de la Reserva, cree que la situación no está equilibrada, como hasta ahora ha sugerido la autoridad monetaria, y que son necesarios mas recortes de tipos y bajadas de impuestos como las que propone el presidente.

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