Diputados británicos escenifican en Madrid su unidad ante al conflicto de Irak
Siete diputados laboristas, entre ellos Peter Mandelson, ideólogo junto a Anthony Giddens de la tercera vía, y dos conservadores han protagonizado a puerta cerrada en Madrid un auténtico cierre de filas con el Gobierno británico ante el conflicto de Irak, hasta el punto de que sus interlocutores españoles, parlamentarios del PP, PSOE y CiU, han matizado también sus diferencias y han orillado el duro lenguaje que enfrenta en la crisis a los dirigentes de sus respectivos partidos.
El encuentro se ha producido dentro del grupo de amistad hispano-británico y tuvo su clímax durante la cena de bienvenida celebrada el miércoles en el Nuevo Club de la madrileña calle Cedaceros. En tono informal, Mandelson mantuvo un enérgico enfrentamiento con los diputados españoles Narcís Serra (PSOE) e Ignasi Guardans (CiU) por su visión de la crisis. El parlamentario inglés, brazo derecho de Tony Blair en la Cámara británica, sostuvo que la izquierda europea, incluidos los socialistas españoles, mantienen una actitud equivocada, simplista, influenciada en exceso por los movimientos pacifistas, que olvida la importancia de la amenaza internacional que supone el régimen de Sadam Husein. Mandelson fue especialmente crítico con la postura de Francia y llegó a personalizar en Jacques Chirac un respaldo a Husein ligado, en su opinión, a intereses petrolíferos. El diputado conservador Robert Jackson abundó en los argumentos de Mandelson y emitió negros presagios sobre el futuro de la construcción comunitaria, los trabajos de la Convención Europea y la convocatoria del referéndum sobre el euro en el Reino Unido.
Serra y Guardans defendieron en la cena la postura francesa y cargaron la mayor responsabilidad de la evolución de la crisis sobre George Bush. También hicieron ver a los diputados británicos que, en su país, al discrepante no se le identifica como 'compañero de viaje de Sadam', algo que sí ha hecho José María Aznar en España.
El debate sobre las consecuencias del conflicto se prolongó ayer a puerta cerrada en el Congreso, donde la lección de unidad en torno a Blair que dieron los parlamentarios británicos fue respondida por el representante del PP, Gustavo de Arístegui, con un tono conciliador hacia sus oponentes españoles.