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Negociación colectiva

La mitad de los convenios congela o elimina el complemento de antigüedad

El 28% de los 4.217 convenios vigentes en 2002 congela el complemento de antigüedad y el 18% lo suprime directamente. Este dato, extraído del avance del informe de negociación colectiva que elabora anualmente la CEOE, refleja que prácticamente la mitad de los convenios ya no recogen como instrumento de negociación salarial un complemento histórico que premiaba la permanencia de los trabajadores en la empresa.

Pero éste no es el único cambio que están registrando los contenidos de los convenios. Estos pactos reflejaron el pasado año las cautelas de los empresarios y los sindicatos por la situación económica y que plasmaron en el Acuerdo Interconfederal para la Negociación Colectiva de 2002 (AINC), cuyo resultado ya puede encontrarse en el registro de convenios.

Según los datos oficiales de este registro del Ministerio de Trabajo, el porcentaje de trabajadores afectados por convenios que incluyen cláusulas de descuelgue salarial -que permiten al empresario no aplicar subidas salariales si acreditan una débil situación económica- ha pasado del 49% en 1999 al 61,3% en 2001 y al 62,2% en 2002. Esto supone que 4,8 millones de trabajadores están sujetos en la actualidad a esta cláusula, que se puede activar en situaciones de crisis.

En materia salarial hay que destacar dos hechos. Por un lado, y gracias al AINC, las cláusulas de salvaguarda (que actualizan el salario en función del desvío del IPC para que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo) han ganado terreno. En 2000, el 65,1% de los trabajadores con convenio tenían estas cláusulas; en 2001, el 71%, y en 2002 este porcentaje se elevó al 75% de los trabajadores (5,86 millones de asalariados).

El segundo aspecto retributivo destacable es el hecho de que no está calando la pretensión de los empresarios de establecer una estructura salarial más flexible y vinculada a la productividad. Sólo 1,54 millones de trabajadores contaban el año pasado con incentivos ligados a la productividad, lo que representa el 19,8% del total de asalariados con convenio. Este porcentaje era mayor en años anteriores (el 24,5% en 2000 y el 21,7% en 2001).

Como curiosidad, casi el mismo porcentaje de trabajadores que tienen incentivos a la productividad cuenta con incentivos ligados a la asistencia (1,3 millones de trabajadores).

Gracias al AINC los compromisos en materia de empleo han aumentado ligeramente, pero aún están muy poco presentes en los convenios. En el año 2000 apenas medio millón de trabajadores tenía un convenio que recogiera un compromiso del empresario para crear empleo en términos netos, el 5,4% del total de trabajadores con convenio. Este porcentaje se elevó al 7% en 2002, afectando a 542.395 trabajadores.

Si bien el AINC no logró mejorar sustancialmente los compromisos de mantenimiento del empleo ni los de conversiones de contratos temporales en fijos.

De esta manera, sólo el 6,8% de los trabajadores con convenio en 2002 tenía un compromiso de mantenimiento de sus puestos de trabajo, frente al 7,23% de 2000. De igual forma, el compromiso de convertir empleo temporal en indefinido estaba presente el pasado año en los convenios de 1,56 millones de trabajadores, el 20% del total, mientras que este porcentaje se elevaba al 22,1% en 2001 y al 24% en 2000.

Analizando el contenido de los convenios de 2002 se observa que éstos siguen siendo bastante poco flexibles a ojos de los empresarios. Y es que sólo al 14% de los trabajadores con convenio (1,14 millones) se les pueden modificar sustancialmente sus condiciones de trabajo en función de las necesidades de la empresa. Este porcentaje cae al 7% si la modificación afecta a sus funciones en la empresa; al 3,7%, si los cambios son de movilidad geográfica, y al 2,1%, en el caso de cambios en las retribuciones.

Flexibilidad interna

Pese a esto, los empresarios apostaron en el AINC por la flexibilidad interna en la empresa a cambio de no destruir empleo. Esta flexibilidad se ve reflejada en dos aspectos del contenido de los convenios. Por un lado, aumenta el número de trabajadores con distribución irregular de la jornada en cómputo anual. En 2000, tenían esta cláusula de jornada 3,8 millones de trabajadores, el 43,7% de los trabajadores, frente al 46,1% de 2002.

El otro indicio de aumento de flexibilidad interna es el cambio en la clasificación profesional recogida en los convenios. Desciende ligeramente la clasificación por categorías profesionales (que es más estática y no permite la movilidad funcional), pasando del 33% al 32,4% de los trabajadores, al tiempo que aumenta la clasificación por grupos profesionales (más flexible), que pasa del 19,7% al 20,7% de los trabajadores.

El AINC también ha influido en el incremento de las cláusulas de no discriminación por razón de sexos. Estas afectaban al 34% de los trabajadores en 2001 y al 39,8% en 2002. La semana pasada patronal y sindicatos aprobaron un código de buenas prácticas en esta materia. Se trata de un documento que enumera una serie de ejemplos encontrados en convenios sectoriales para que puedan reproducirlos los negociadores.

Pocos planes de pensiones y muchos estímulos a la prejubilación

Los convenios registrados en 2002 con que se establecen las condiciones de cotización a fondos de pensiones sólo alcanzan al 3,40% de los trabajadores, según el balance de negociación colectiva del ejercicio citado. En total, únicamente 265.000 trabajadores tienen establecido un sistema de complementos de su jubilación pública financiado o cofinanciado por su empresa.Y aunque se ha producido un pequeño avance en este capítulo retributivo en los convenios españoles sobre la situación en el año 2000 (sólo afectaba al 2,47% de los trabajadores), sigue teniendo una importancia muy superior el incentivo a la jubilación anticipada y voluntaria. Así, el 32,65% de los trabajadores afectados por convenio, un total de 2,82 millones, tiene establecido en su acuerdo colectivo algún tipo de estímulo a la jubilación voluntaria. Y también existe una serie de complementos económicos a la jubilación (para el 30% de los trabajadores, 2,6 millones), aunque suele explicitarse en forma de premios de jubilación. Además hay un abanico de complementos económicos a las prestaciones públicas en casos de viudedad, de invalidez, enfermedad común, accidente de trabajo o maternidad. Por lo que se refiere a la formación, la mitad de los trabajadores tiene algún tipo de regulación en su convenio colectivo, pero sólo el 22% tiene un plan específico formativo en su empresa. Los permisos retribuidos afectan al 13% de los trabajadores (poco más de un millón) y ayudas de estudios al trabajador sólo se regulan en el 15% de los convenios y para el 4,9% de los trabajadores. Por lo que se refiere a la regulación de la actividad sindical, el descuento en nómina de la cuota sindical se establece en el 31% de los convenios y afecta al 46,79% de los trabajadores, y la acumulación de horas sindicales en un mismo representante se produce en el 40% de los convenios.

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