Rato prevé un crecimiento del 3% sólo si la guerra es corta y el crudo cae a 20 dólares
La atmósfera prebélica que respira la actividad económica, con la confianza de consumidores e industriales en niveles muy bajos y con las decisiones de inversión y de gasto paralizadas, ha puesto en cuestión las previsiones macroeconómicas del Gobierno. El optimismo del cuadro macro explicitado en la presentación de los Presupuestos, aunque ligeramente retocado a final del año pasado, con la súbita irrupción de un pequeño déficit en 2002, está ahora en entredicho, y deben darse muchas condiciones para que se cumpla.
El Gobierno maneja tres escenarios diferentes en el comportamiento de la actividad económica en función del calendario de la guerra, tanto de su llegada como de su duración. En el primero de ellos, el más optimista, prevé una guerra corta, de no más de un mes de duración, con poca resistencia iraquí, y en la que el precio del petróleo se estabilice con rapidez en el entorno de los 18 a 22 dólares por barril. En tal caso, la inflación bajaría en España por debajo del 3% ya en la primavera y el crecimiento económico llegaría al 3% en el ejercicio, que es el objetivo establecido en el cuadro macro y el Presupuesto.
En este escenario contribuiría a recuperar la economía 'el restablecimiento de la confianza y la recuperación de los precios de las acciones en todo el mundo, con la consiguiente recomposición del efecto riqueza tan deteriorado en el último año, así como una recomposición de las tasas de comercio mundial, ahora atenazadas por la incertidumbre bélica', según fuentes del Gobierno.
La confianza, en mínimos
Ahora la confianza de los consumidores está, según datos de la encuesta de enero, en los niveles más bajos desde 1994, y con tendencia a nuevo deterioro. Tal evolución se vislumbra tanto de la percepción que los consumidores tienen sobre su situación económica personal como de la general, y tanto sobre la situación de los últimos 12 meses como respecto a los 12 próximos.
Experimenta igualmente un importante deterioro la expectativa de ahorro de los consumidores, como la expectativa de desempleo general, que se coloca en los valores más pesimistas desde 1994. La confianza del comercio minorista está en valores desconocidos desde 1997, con una tendencia de deterioro muy pronunciada en el mes de enero.
Estos valores pesimistas se recompondrían si la guerra se desarrolla según el primer escenario esbozado y siempre que el conflicto se desatase en las próximas semanas. Pero, si se retrasase y su duración fuese más dilatada, de al menos dos meses, la confianza se deterioraría aún mas, según las estimaciones de Economía.
En tal escenario, no se descarta que el precio del petróleo se colocase en un rango de 40 a 50 dólares por barril hasta que se atisbase el fin del conflicto. En tal caso, la inflación no descendería del 4%, incluso podría acelerarse más puntualmente, y el crecimiento económico estaría por debajo del 2% la mayor parte del año, lo que imposibilitaría superar tal guarismo en el ejercicio. En este escenario intermedio el crecimiento potencial de la economía española ni siquiera se alcanzaría al final del ejercicio 2003 y tendría que esperar a 2004.
Pero los análisis de la Subdirección General de Análisis Macroeconómico, dependiente de la Dirección General de Política Económica, no obvian la posibilidad de una situación aún más catastrofista: una guerra larga y enquistada, sin final visible, o una réplica contundente del terrorismo internacional, que prolongaría el conflicto, y no daría ninguna seguridad a la comunidad de los negocios sobre la estabilidad de la paz.
En tal caso, el precio del petróleo escalaría valores desconocidos (no se descarta cercanos a los 80 dólares) y se perdería el control sobre los precios, y la contracción de la actividad estaría garantizada, tanto por la influencia demoledora de los costes como por la caída de la confianza general de consumidores y empresas. En todo caso, este último escenario 'es muy poco probable', según fuentes de la Administración.
Crecimiento de 2002
Aunque en el primer mes de este año la confianza ha experimentado un nuevo deterioro, en los meses del cuarto trimestre del año 2002 la actividad económica experimentó una significativa aceleración. Los servicios de análisis del Gobierno estiman que el crecimiento interanual del cuarto trimestre pudo superar incluso el 2,1% y que la tasa de aumento de todo el ejercicio pudo ser del 2%.
El tercer trimestre del año el crecimiento interanual fue de un 1,8%, y del 2% el primer semestre del año, según los datos que ha ido publicando el Instituto Nacional de Estadística.
El crecimiento de 2002 ha estado sustentado íntegramente por el consumo, aunque su aportación ha sido cada vez más frágil y la inversión en construcción, ya que el equipamiento mantuvo tasa negativa.
Francia y España piden a la UE medidas contra la subida del petróleo
Los ministros de Economía de España y Francia, Rodrigo Rato y Francis Mer, aseguran que la posible guerra contra Irak 'acrecienta la incertidumbre económica' y que esta situación no beneficia a la economía europea, y han asegurado que en las próximas reuniones europeas se tratará la influencia de una posible subida del precio del crudo en las economías de la UE.'Tenemos interés en que en la próxima reunión del Eurogrupo se aborde una política común para minimizar los efectos de una posible subida del petróleo evitando medidas que perjudiquen a la UE', ha asegurado Rato tras reunirse en París con su homólogo francés. El ministro de Economía español ha negado que la posición dominante del euro frente al dólar sea perjudicial para la UE: 'Un euro estable y fuerte es bueno para Europa'. Rodrigo Rato ha manifestado la 'coincidencia' de pareceres con Francia de cara a 'completar' el Pacto de Estabilidad, pero sin modificar sus compromisos escritos. La reunión de ayer ha permitido intercambiar opiniones entre ambos países y firmar un comunicado conjunto en el que reflejan su voluntad de 'continuar las reformas estructurales' para fomentar la 'estabilidad y el crecimiento' de Europa. Francia, con graves problemas de déficit público (que roza el límite del 3% impuesto), tiene un gran interés en acelerar las reformas del Pacto de Estabilidad, al igual que Alemania, pero su responsable de Economía, Francis Mer, ha negado que su país pretenda cambiar 'la letra firmada' del acuerdo. 'Se trata de dar al Pacto de Estabilidad un enfoque más dinámico, de completarlo'. 'Nadie ha planteado un cambio del déficit presupuestario', ha declarado Rato. El ministro español de Economía ha precisado que 'cada país debe cumplir unos compromisos, pero estamos de acuerdo en que es necesario afrontar reformas estructurales en los países de la UE'.