Las fisuras entre EE UU y sus aliados añaden más incertidumbre a la Bolsa
¿Cómo invertir en ese escenario? Fluctuaciones similares fueron muy frecuentes el año pasado. La historia se repite. O lo que es lo mismo, el esperado cambio de tendencia a mejor no se ha producido.
Los primeros compases de 2003 han sido, de este modo, tan alocados como los segundos. Al principio, la ilusión de recuperar parte de lo perdido. Al final, la realidad tozuda, porque nada ha cambiado entre el cierre de 2002 y comienzo del año nuevo. Es más, los factores geopolíticos han empeorado y los resultados empresariales no invitan al optimismo, porque, en el mejor de los casos, han estado en línea con lo esperado. Por ello, los índices relevantes han vuelto a tocar los mínimos de octubre de 2002 en esta semana.
Señalan los analistas de prestigio en sus informes confidenciales que en la guerra en ciernes hay diferencias de alcance respecto a las anteriores y, en concreto, con la del Golfo. Estados Unidos aglutinó entonces a su aliados. Ahora hay voces en desacuerdo. Los Gobiernos francés y alemán quieren más garantías, más datos concretos, menos confusión y supuestos sin conformar.
La contestación social es, también, más importante y crece a medida que pasan los días. En las últimas horas hay referencias concretas sobre posibles escudos humanos en Irak. Las mayores manifestaciones se dan en el Reino Unido. Las fisuras en la coalición y la contestación social del fenómeno tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo añaden más incertidumbre a unas Bolsas rotas y, por tanto, en manos del arbitraje y los especialistas en derivados.
Esta situación desplaza otros asuntos de interés para los inversores como los resultados de cierre de 2002. Los bancos de inversión de Estados Unidos alardean, presumen de que el beneficio de las empresas del S&P 500 del último trimestre ha sido el mayor de los dos últimos años, con un aumento del orden del 12%, debido, principalmente, a la demanda de los consumidores de automóviles, teléfonos inalámbricos, préstamos baratos y medicamentos.
Reconocen, no obstante, que lo importante es el mensaje de empresas como General Electric, AT&T, Microsoft e Eastman Kodak de que el beneficio caerá o no alcanzará las previsiones trimestrales o anuales.
Déficit, dólar y tipos de interés
Los analistas más fríos del mercado lanzan duras advertencias en los últimos días respecto a los aumentos progresivos del déficit en Estados Unidos y su impacto directo en el dólar y los tipos de interés.El Presupuesto de Estados Unidos podría registrar un déficit continuado en los próximos años por la debilidad económica, los recortes de impuestos y el incremento del gasto militar, aún difícil de cuantificar, si Estados Unidos declara la guerra a Irak. 'No espero volver a ver un superávit en mi vida y pienso vivir mucho más'', dijo Ward McCarthy, de 51 años, director general de Stone and McCarthy Research Associates en Princeton, Nueva Jersey, a la agencia Bloomberg hace unos días. Aunque los tipos de interés son bajos en la actualidad, una década de fuertes déficit hará que suban, especialmente si la Reserva Federal eleva sus tipos para controlar la inflación. Los analistas señalan que ello aumentaría los costes financieros de las empresas y ahondaría la caída actual del dólar. Las burbujas inmobiliarias y de bonos estallarían.