Los empresarios de la pesca piden un 'plan de choque'
La venta de productos del mar procedentes de Galicia ha descendido más del 50% y muchas pymes han reducido significativamente su actividad
El primer cierre de una empresa provocado por la marea negra en Galicia fue el 18 noviembre de 2002. Ante la inactividad, la fábrica de hielo de la Cofradía de Pescadores de Malpica, con una producción de cien toneladas, dejó fuera de servicio las instalaciones, aunque volverá a la actividad en cuanto sea posible. Los cuatro empleados que la atendían contarán, no obstante, con las ayudas arbitradas por la Administración. La ausencia de actividad, según esta misma cofradía, se da también en Portosín, Camariñas o Laxe.
A juicio de Juan Cancela, para paliar la crisis, habrá que 'acertar en las inversiones', evitando el 'café para todos' y cambiando 'emigración por inversión'. Para ello, este empresario plantea actuaciones urgentes en materia de infraestructuras, como la construcción de una autovía entre Carballo y Fisterra, la construcción de un puerto refugio entre Fisterra y Arteixo y la mejora de las infraestructuras eléctricas, para acabar con los apagones en la zona.
De la misma opinión es el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio Fontenla Ramil, quien prepara, con su equipo de colaboradores, un plan para Galicia que, como el de la propia Xunta o el del PSdeG-PSOE, espera que salga adelante, fruto del consenso.
El efecto inmediato de la marea negra en la industria conservera ha sido el cierre temporal de seis empresas
El hecho de que a lo largo de esta parte del litoral coruñés exista un único monocultivo industrial, el de la pesca, debe obligar a que la situación se tenga que estudiar de forma muy particular, ya que 'el pan para hoy de las ayudas que están recibiendo los afectados puede convertirse en emigración pasado mañana'. Un ejemplo gráfico de la situación es el de los fabricantes de envases de madera para el pescado, empresas familiares que se encuentran sin actividad, en las que no es posible la reconversión y que no cuentan con ningún tipo de ayuda.
Además de los sectores directamente afectados se registran pérdidas cuantiosas para comerciantes y hosteleros, con una caída de ventas en sectores como el textil de hasta el 50%. Hoteles y restaurantes tienen que hacer frente también a la crisis provocada por el retraimiento del consumo.
La localización del naufragio y la bondad de viento y mareas han convertido al litoral lugués en el menos perjudicado hasta ahora por los efectos del chapapote. Ello ha permitido que la pesca de bajura permanezca abierta.
Pero los barcos de cerco y la totalidad de los de arrastre, ante el temor de verse afectados por problemas como las manchas de fuel, se acogieron a la parada. Ello ha provocado que las lonjas no hayan tenido casi productos de ninguna de las dos modalidades pesqueras. Pero en el precio, en especies como el chicharro, el lirio o la bacaladilla, no están registrando subidas significativas, de acuerdo con la gerente de la Organización de Productores Pesqueros de Lugo, Mercedes Rodríguez. Esta asociada de la Confederación de Empresarios de Lugo indica que el resto de las embarcaciones, como las que faenan en el Gran Sol y que se dedican a especies como el rape o la merluza, así como las que traen el pez espada y como las de bajura, están trabajando.
Mercedes Rodríguez indica que, si bien se ha observado que hay un aumento del precio medio en el marisco, en el caso de centollos o nécoras, en especies como la merluza procedente del Gran Sol, estas subidas no han sido tan grandes. Entre los efectos negativos que la crisis está provocando, la caída de la pesca procedente de las modalidades del cerco y del arrastre en la flota lucense está suponiendo una caída del transporte de pescado, aunque los efectos son muy inferiores a los que se desprenden de la encuesta hecha por la patronal pontevedresa.
Paralización en las conservas
Tanto el sector pesquero como la patronal gallega, consideran 'absolutamente prioritario' que los organismos oficiales informen lo más ampliamente posible sobre todo lo relacionado con la sanidad alimentaria, mediante campañas en las que se marquen claramente los efectos sanitarios de los vertidos. También estiman necesario hacer una amplia campaña de promoción del turismo gallego y de que los productos del mar son aptos para comercialización y consumo.
El efecto inmediato de la marea negra en la industria conservera ha sido el cierre temporal de seis pequeñas empresas por no disponer de la materia prima para elaborar sus productos, según apunta el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco), Juan Manuel Vieites, a su vez, director general del Centro Nacional de Conservación de Productos de la Pesca (Cecopesca). Las afectadas trabajan en la preparación de productos de especialidad, como el berberecho, la almeja, la navaja o el cangrejo de mar.
Con el problema encima y todavía sin capacidad de reacción, estas pequeñas empresas intentan buscar alternativas. æpermil;ste es el caso, por ejemplo, de Conservas y Ahumados Lou, una empresa innovadora que ha aportado al mercado productos tan sugerentes y aceptados como el erizo de mar.
Para su propietario, Manuel Loureiro, está claro que 'ningún Prestige le hará cerrar', aunque reconoce que va a ser difícil tomar nuevas decisiones, porque la búsqueda de productos en otras latitudes es difícil y la calidad se resiente. Para estas pequeñas empresas, Anfaco ha pedido medidas fiscales, económicas y laborales, y que se incluyan también en las ayudas de la Administración, porque aunque son 'muy pocas', la crisis les afecta de forma muy importante.
40.000 empleos y un 4% del PIB, en peligro
Aventurada o no, una de las primeras evaluaciones del empleo que pudiera estar en peligro en la zona costera gallega a consecuencia del hundimiento del Prestige la planteó el socialista Francisco Vázquez, alcalde de A Coruña: 40.000 empleos y un 4% del PIB gallego. Para el secretario general de Anfaco, tales datos son factibles si de lo que se habla es del sector de bajura y si se incluye el empleo indirecto, porque, al generalizar, advierte que 'se cometen muchos errores'. En opinión de Juan Manuel Vieites, si se tiene en cuenta que por cada empleo que se genera en el mar hay dos o tres directos en tierra, la relación es que a los nueve o diez mil de bajura y marisqueo, se sumen otros treinta mil relacionados con ambas actividades. En cuanto a los efectos provocados por la catástrofe en el sector y en su contribución a la formación del producto interior bruto autonómico, Vieites puntualiza que las actividades pesqueras en la autonomía 'se mueven' entre el 10% y el 12% del PIB. Si de lo que se habla es de bajura y marisqueo, considera, en este caso concreto, que lo que podría estar en juego serían, efectivamente, cuatro puntos porcentuales. No obstante, el sector conservero representa en torno al 3% del PIB gallego, y hay que tener también en cuenta sectores como la acuicultura, considerada como el motor auxiliar de la pesca. El secretario general de Anfaco destaca también que el Prestige ha hecho mucho daño medioambiental en unas zonas muy determinadas. Aunque se ha extendido a muchas playas, entiende que 'poquito a poco' la contaminación se va a ir limpiando y 'no va a tener un impacto importante'. Si no se producen nuevos vertidos, Juan Manuel Vieites estima que el efecto autodepurador del mar producirá unos efectos importantes en determinadas zonas en los próximos seis meses, aunque en las más perjudicadas hable como mínimo de cuatro a seis años para la recuperación. De hecho, apunta el secretario general de Anfaco, en la actualidad, las costas afectadas por el Casón o por el Urquiola todavía siguen ennegrecidas por los efectos de la contaminación, aunque actividades como la marisquera se han regenerado.