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Energía

El precio del petróleo cae un 3% por la expectativa de mayor oferta de la OPEP

Apenas una semana después de entrar en vigor el recorte de producción aprobado el pasado 12 de diciembre, la OPEP se vio obligada ayer a dar marcha atrás. Un portavoz de la organización confirmó ayer a este diario que aún no estaba fijada la cuantía del aumento, pero las expectativas son de un incremento de uno a 1,5 millones de barriles diarios.

El anuncio del cartel, compuesto por 11 países que producen el 40% del petróleo mundial, ha coincidido con la inesperada noticia de que las reservas industriales de petróleo en EE UU crecieron la semana pasada 400.000 barriles, hasta 278,7 millones. Esta sucesión de noticias alentadoras ha provocado que la cotización del brent se haya reducido más de un 7% respecto al cierre del viernes, cuando superó los 30,7 dólares.

Los 39 días que alcanza ya la huelga general en Venezuela han provocado la paralización de unas exportaciones que equivalen al 3,5% del consumo mundial de petróleo. Esta coyuntura, junto a los tambores de guerra contra Irak procedentes de Washington, han provocado que el petróleo se haya encarecido más del 25% en dos meses.

El escenario que se dibuja no puede ser menos alentador. En un contexto de supuesta aceleración de la demanda, a consecuencia de la prevista reactivación económica, el mercado podría perder aproximadamente cuatro millones de barriles diarios de petróleo. Eso en el mejor de los casos. Es decir, en el supuesto de que una eventual guerra en Irak afectase exclusivamente a las exportaciones petroleras de ese país.

Capacidad de producción

Pese a las bajadas registradas esta semana, la cotización del brent es aún siete dólares más alta (un 35%) que la de hace un año. La clave está en que Arabia Saudí es casi el único país del mundo con capacidad de producción suficiente para cubrir con rapidez las carencias del suministro.

Nadie duda de que la OPEP pueda cubrir la ausencia de petróleo de Venezuela, miembro de la organización, cuyas exportaciones oscilan entre 2,4 y 2,7 millones de barriles al día. Pero si además es necesario cubrir la suspensión de exportaciones de Irak, que oscilan entre 1,5 y 2 millones de barriles, los temores crecen.

Las estimaciones del Departamento de Energía de EE UU señalan que el mundo, excluido Irak, tiene capacidad para poner en el mercado en un plazo de 30 días un volumen aproximado de 4,8 millones de barriles diarios. El 87,5% de esa capacidad está en manos de la OPEP y, exceptuando Nigeria, en el golfo Pérsico, el escenario de la futura guerra.

Arabia Saudí, que produce entre 2 y 2,5 millones de barriles por debajo de su capacidad, Emiratos Árabes Unidos, Irán, Kuwait y Nigeria son los únicos socios del cartel con margen de maniobra para aportar un incremento sustancial del suministro.

No obstante, varios países de la organización quieren ser prudentes. Frente a la tesis saudí, Kuwait, Argelia y Libia quieren que el aumento sea sólo de un millón de barriles. La producción oficial del cartel es hoy de 23 millones de barriles diarios. Cualquier aumento que se apruebe el domingo no llegará al mercado probablemente hasta marzo. En ese momento, el escenario internacional podría ser el de crisis superada en Venezuela y victoria estadounidense en Irak. En esas circunstancias, los precios se vendrían abajo.

Mientras tanto, el panorama sigue marcado por la incertidumbre. 'Nos enfrentamos a situaciones que escapan a nuestro control', reconoció ayer en un comunicado el secretario general de la OPEP, Álvaro Silva. Muchos economistas de EE UU señalan que las dudas sobre las consecuencias de la guerra en Irak son el mayor freno al despegue económico, según publicó ayer The Washington Post. Pese a que los inspectores de la ONU aún no han encontrado armas de destrucción masiva en Irak, la Casa Blanca avanza en los preparativos para la guerra.

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