Fiat y sus acreedores, dispuestos a estudiar la oferta de Colaninno
Los inversores reaccionaron con optimismo ante las informaciones que aseguraban ayer que el plan de Colaninno interesa a la familia Agnelli, primer accionista de la compañía, y que cuenta con el apoyo del Gobierno italiano. De hecho, las acciones del fabricante automovilístico llegaron en la sesión de ayer a subir un 5,5%.
Sin embargo, la empresa optó por la tarde por rebajar este optimismo y difundió un comunicado en el que aseguraba que por el momento cuenta con apoyo gubernamental y que 'el único plan industrial y financiero válido es el que fue aprobado por el consejo de administración de la compañía, con el respaldo del accionista de referencia y de los bancos acreedores'.
Este anuncio provocó que de inmediato la fuerte revalorización bursátil se moderara. De hecho, los títulos de la empresa cerraron ayer con una caída del 0,13%, hasta 8,62 euros.
Asimismo, la multinacional radicada en Turín destacó que para sus actividades automovilísticas se mantiene el plan de reestructuración que fue cerrado en las negociaciones mantenidas con el Gobierno italiano.
La compañía presidida por Paolo Fresco, que atraviesa una grave crisis económica, subrayó de otro lado que las medidas de reestructuración han comenzado a surtir efecto en Fiat Auto, cuyas pérdidas de explotación se redujeron 'de forma significativa' en los cuatro últimos meses de 2002.
Asimismo, Fiat destacó que su programa de desinversiones y la mejora de su tesorería en el cuarto trimestre del año han permitido reducir la deuda a un nivel inferior al previsto en los objetivos fijados con los bancos acreedores, según las primeras estimaciones.
Ayer Roberto Colaninno, ex presidente de Telecom Italia, confirmó a través de un comunicado que estudia llevar a cabo una intervención 'de carácter amistoso' en el grupo automovilístico Fiat.
Colaninno indicó que en las próximas semanas presentará su 'hipótesis' al consejo de administración de Fiat.
La previsión de los propios ejecutivos de Fiat Auto es que la compañía cierre el ejercicio 2002 con unas pérdidas de 1.200 millones de euros, afectada por una caída continua de ventas en Italia el año pasado.
El plan de salvamento actualmente encima de la mesa, diseñado por Fresco, persigue recortar la deuda neta desde los 6.600 millones de euros actuales hasta 3.000 millones a finales del primer trimestre. En paralelo busca el recorte de 1.000 millones en costes mediante la supresión de unos 8.000 empleos.
El plan del grupo de inversores liderados por Colaninno prevé la toma del control de la compañía a través de una oferta de 4.000 millones de euros, que le darían el control de la compañía con un 30% y supondría dejar a la familia Agnelli como segundo accionista, con un porcentaje cercano al 20%. En paralelo prevé la obtención de 4.000 millones de euros de liquidez a través de venta de activos no estratégicos. Estos fondos servirían para revitalizar la deficitaria filial automovilística.
Las acciones de Fiat han subido alrededor de un 10% desde que se anunció la existencia del plan de Colaninno como alternativo al diseñado por la familia Agnelli y sus acreedores.
Las acciones del consorcio italiano cayeron un 56% en 2002 llegando a tocar su nivel más bajo de los últimos 20 años.