Boeing elimina 5.000 empleos en su división de aviones comerciales
Los 30.000 puestos de trabajo que la aeronáutica Boeing suprimió tras los ataques del 11 de septiembre no han sido suficientes para adaptar la compañía a la actual demanda de sus productos. Ayer, el director general de la división de aviones comerciales, Alan Mulally, dijo que se procederá a la eliminación de otros 5.000 puestos más, el 11% de la plantilla de esta división.
La salida de estos trabajadores está prevista para 2003, pero las primeras notificaciones a los afectados se empezarán a hacer mañana.
A pesar de que recientemente se ha acudido a la vía de las prejubilaciones, Mulally espera que al menos la mitad de esta reducción de plantilla se haga a través de éstas; el resto serán despidos.
Los problemas de Boeing no hacen más que crecer en la medida en que lo hacen los de las aerolíneas. La mayoría de sus clientes están retrasando la recepción de aparatos porque han recortado capacidad para hacer frente de una manera rentable a la caída de la demanda.
Desde el 11-S, la empresa ha retrasado la entrega de 500 aviones, una operación de alto coste no sólo por lo que se deduce de los inventarios, sino por la amortización de sus líneas de producción, que resultan más caras cuantos menos modelos se hagan o se entreguen. Los analistas descuentan ya que la empresa aeronáutica actualice el valor de sus activos.
La compañía, que se ha beneficiado de la política de gasto en defensa de la Casa Blanca, ha perdido sin embargo un 18% en el valor de las acciones desde principios de año por la crisis de las aerolíneas. Su división de aviones comerciales es responsable de la mitad de sus ventas.