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Recuperación

Las mejoras en los sectores de 'telecos' y financiero impulsan los mercados europeos

Amaneció brillante la semana para el sector de telecomunicaciones, cuyos gestores han mudado la agresividad de hace un año por la prudencia propia de la crisis. Merrill Lynch ha tomado nota y ha elevado de infraponderar a sobreponderar su recomendación sobre las telecos europeas. Dos escalones de una tacada, sin pasar por la neutralidad, habitual recomendación intermedia.

El efecto arrastre que tienen estas compañías sobre el resto del mercado, todavía mucho más limitado que antaño, es aun así considerable. Sobre todo si, como ocurrió ayer, viene acompañado de mejoras en las compañías del sector financiero y en las petroleras. Así, el Ibex cerró la sesión con una subida del 1,69%. El mercado se acercó en algún momento a los 6.400 puntos, nivel desconocido desde la caída libre registrada en septiembre.

El buen momento de las telecomunicaciones europeas sentó bien a Telefónica, que marcó una subida del 1,33% aunque llegó a ganar el 2,44% y superar los 10 euros. La empresa española es el ejemplo que los analistas citan cuando hablan de que el sector telecos ha cambiado a mejor su perfil. Ayer Lehman Brothers elevó el precio objetivo de la empresa española a 11 euros por acción desde 10,5. La recomendación, no obstante, queda en mantener. En Europa cerraron al alza valores como France Télécom o Vodafone, que aún está sacando rentabilidad de los buenos resultados presentados la semana pasada.

La banca acompañó. Un 3,23% subió BBVA, y otro 2,26% Santander. El sector financiero vivió una buena jornada en toda Europa, impulsado por las aseguradoras. Deutsche Bank elevó la recomendación de la reaseguradora Munich Re, lo que tiró tanto de esta entidad como de las Axa, Aegon y Allianz. Los bancos fueron a la zaga, como viene sucediendo últimamente. Se han convertido en el piloto del mercado y, como antes ocurría con las telecos, ahora cuando la Bolsa sube es que los bancos suben.

Lo que sigue fallando, y lo que más escama a los operadores, es el volumen de negociación. Ayer en el mercado español apenas se movieron 1.337 millones de euros, un volumen raquítico para una jornada normal y corriente como la de ayer. A falta noticias de verdadero calado, los inversores temen que se regrese a la dictadura de los soportes y las resistencias de carácter técnico. En otras palabras, que con la temporada de resultados cerrada, si no se registran novedades en el terreno macroeconómico, el Ibex terminará por frenar su remontada en una cota u otra. Y por eso los inversores arriesgan bien poco dinero.

Otro punto de atención preferente está en Oriente Próximo. Ayer aterrizaron en Bagdad los inspectores de la ONU, pero este dato apenas añade nada al mercado, que contaba con ello.

El sector petrolero marcaba fuertes alzas al compás del precio del petróleo. El barril superaba los 24 dólares en el mercado de Londres. Más que por Irak, lo hacía por la creciente tensión del conflicto entre palestinos e Israel. Merrill Lynch, a la vez que elevaba su recomendación sobre las telecos, advertía que el precio del petróleo es el principal riesgo al que se enfrenta la Bolsa.

Las telecomunicaciones se ponen a la defensiva

El sector telecomunicaciones ha pasado de ser uno de los más inestables de la Bolsa a ser casi defensivo. Lo han comentado Merrill Lynch, Standard & Poor's y otros, pero también se ha visto en el mercado. El punto de inflexión se registró en julio. Hasta ese momento, el índice Stoxx de telecomunicaciones en Europa había perdido el 45%, mientras el índice Stoxx cedía sólo un 16,2%. Del 3 de julio a esta parte, las telecos han ganado el 24%, mientras el conjunto del mercado se ha dejado el 10%. La semana pasada Standard & Poor's comentaba que el sector telecomunicaciones volvía a la realidad. 'Hay signos de que la credibilidad se está restaurando'. Las empresas están combatiendo las enormes cargas de deuda generadas por los excesos compradores, la desregulación excesiva y las licencias de tercera generación de móviles. Están impulsando la eficiencia para generar flujos de caja'. En otras palabras, ahora los equipos gestores quieren ganar dinero, y a ello se supeditan otras estrategias. Los equipos gestores han cambiado las prioridades reduciendo de forma drástica la inversión y liberando flujos de caja. Merrill, optimistaMerrill Lynch afirma, además, que el sector ha perdido sensibilidad a la economía y al mercado. La correlación entre el Stoxx y las telecos ha pasado del 88% al 45%. Es decir, la Bolsa no hace lo que hacen las telecos, como ha venido ocurriendo últimamente, debido a los citados cambios en las prioridades de las empresas. Distingue, además, a Europa, donde estos cambios han sido adoptados voluntariamente por las empresas de Estados Unidos, donde han venido de escándalos contables (casos Worldcom y Qwest). Merrill destaca que la confianza del mercado se nota en la disminución del diferencial de interés con el que cotiza la deuda de las telecos.Hay, no obstante, excepciones. Deutsche Telekom es la más relevante, al tratarse del mayor ex monopolio de Europa. Sin ir más lejos, la compañía alemana recibió ayer un toque de atención por parte de Moody's. El desencadenante de este cambio de calificación ha sido la falta de progreso de Deutsche Telekom a la hora de reducir la deuda. La firma estará pendiente de las reducciones de gastos y de inversiones y del crecimiento de los flujos de caja. Es decir, vigilará que la empresa alemana haga lo que otras compañías llevan tiempo haciendo. De hecho, también Standard & Poor's destaca que Deutsche Telekom y France Télécom están menos avanzadas que el resto en el saneamiento financiero.

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