Los trabajadores instan la quiebra de Gráficas Lerchundi
El expediente de quiebra ha sido presentado en un Juzgado de Bilbao con un pasivo exigible de 17 millones de euros. El recurso a la Administración judicial ha sido instado por un importante grupo de trabajadores de su planta madrileña, a los que se les adeuda cuatro meses de salarios.
El principal objetivo para recurrir a la quiebra necesaria, un procedimiento al que se sumarán las filiales propietarias de las plantas de Vizcaya y de Barcelona, tiene como objetivo buscar un colchón para negociar con los principales acreedores y buscar una salida a Lerchundi, una sociedad especializada en documentos de seguridad para instituciones financieras (cheques) y organismos oficiales (pasaportes, principalmente).
El grueso del pasivo exigible lo concentran bancos y cajas (Bancaja, Banco Sabadell, Cam y Banco Popular, entre otros) con algo más de nueve millones. Este grupo es el principal cliente de la sociedad de artes gráficas. Hacienda y Seguridad Social tienen créditos por seis millones de euros y los proveedores, entre ellos Papelera de Leizarán, cuentan con dos millones de riesgo. El principal activo de Lerchundi, según aseguran fuentes del sector, es la especialización de su producto y su nicho de mercado.
Los trabajadores ya han realizado un plan de viabilidad para reflotar la compañía. La previsión es que se produzca un excedente de 24 personas, sobre una plantilla total de algo más de 200 personas. Igualmente, el siguiente paso es su conversión en sociedad anónima laboral, como acto previo a la búsqueda de un empresario que dé solvencia a la firma.
De la Rue Lerchundi
Lerchundi perteneció hasta 1998 a la multinacional británica De la Rue. Ese año pasó a manos de Luis Sans, propietario de Vía Postal, por 7,2 millones de euros. Sans utilizó los recursos de Lerchundi para financiar el proyecto de puesta en marcha de la sociedad que iba a hacer la competencia a Correos, según aseguran medios cercanos a los trabajadores de Lerchundi. Vía Postal está ahora intervenida por el juzgado.
Lerchundi fue adquirida por un euro en verano pasado por sus trabajadores, que se encontraron, al parecer, con que buena parte de sus ingresos estaban ya comprometidos para el pago de deudas de Vía Postal. La empresa cerrará 2002 con unas ventas de 13,2 millones.