Solans niega que el BCE sufra presiones para bajar los tipos
El Banco Central Europeo (BCE) no se siente presionado para bajar los tipos de interés, actualmente en el 3,25%, según dijo ayer Eugenio Domingo Solans, miembro español del comité ejecutivo de esta entidad.
Con motivo de un discurso pronunciado en la Cámara Hispano-Suiza de Comercio de Zúrich, Domingo Solans respondió a la prensa que el BCE es independiente y toma sus decisiones de acuerdo con sus propios análisis, al ser preguntado por qué el banco no bajó la semana pasada las tasas, tal y como lo hizo la Reserva Federal de EE UU. Solans admitió que la semana pasada se debatieron en profundidad los pros y contras de reducir los tipos de interés, pero que se decidió finalmente no modificarlos.
No obstante, el presidente del banco, Wim Duisenberg, advirtió el jueves pasado al término de la reunión semanal del BCE que no cedería a las presiones de los Gobiernos, los analistas y la prensa a la hora de decidir una rebaja de los tipos de interés.
El economista español manifestó que ya no cuenta para este año con una recuperación de la economía en la eurozona hasta niveles considerados como el potencial de crecimiento a medio plazo, calculado ahora entre el 2% y el 2,5%.
A lo largo de su intervención en la Cámara hispano-suiza, Domingo Solans subrayó la relevancia que ha cobrado el euro como moneda de reserva para muchos Gobiernos y como medio de pago en el comercio exterior de la zona euro con otros países. Según datos del BCE, más de la mitad del volumen comercial exterior de los 12 países que forman la unión monetaria se hace en la divisa comunitaria.
Agregó que en junio de este año, EE UU mantenía el 51% de sus divisas en euros; Gran Bretaña, el 53%; Canadá, el 39%, y Australia, el 37%.
A juicio de Domingo Solans, es una realidad que el papel internacional del euro crece gradualmente y que esta moneda es la más empleada en los mercados internacionales después del dólar y muy por delante del yen.