Los islamistas moderados ganan las elecciones generales en Turquía
De acuerdo con los primeros datos divulgados por emisoras de radio y cadenas de televisión, el PJD habría alcanzado en las elecciones de ayer el 35,1% de los votos, lo que le garantizaría 354 de los 550 escaños del próximo Parlamento. De ratificar las autoridades electorales ese recuento, el PJD se convertiría en la primera formación islámica que acapara el poder legislativo y ejecutivo desde la creación en 1923 por Kemal Ataturk de la moderna Turquia.
Según el escrutinio provisional, solo el social demócrata Partido Republicano del Pueblo (PRP), con un 18% de los sufragios, y el conservador Partido de la Verdad (PV), con el 11%, tendrían garantizada también su presencia en la Cámara, donde únicamente estarán representadas las formaciones que hayan superado el 10% de las papeletas.
Nada más conocer estos resultados, el carismático líder del PJD, Recep Tayyip Erdogan, viajó de Estambul a Ankara para reunirse con la plana mayor de su partido, mientras sus portavoces proclamaban la victoria. Inhabilitado por la justicia para presentarse como candidato en los comicios, Erdogan se enfrenta a la dura tarea de tranquilizar al estamento militar turco y a los sectores institucionales mas reacios al triunfo de su partido, amenazado con la ilegalización.
En sus primeras declaraciones públicas tras el triunfo, Erdogan pareció dirigirse a esos sectores al asegurar que 'respetaremos las formas de pensar de todos los turcos', antes de augurar bajo el mandato de su partido 'un mejor futuro para el país'.
En la campaña no han faltado las críticas al Fondo Monetario Internacional (FMI) y a la UE, que ha paralizado el ingreso de Turquía en la Unión. El debate sobre acercarse o no a Occidente ha sido uno de los puntos centrales. Terminados los comicios, la ayuda occidental vuelve a revelarse necesaria para superar la peor crisis económica que sufre Turquía en 50 años.
Hasta final de año, el Gobierno deberá afrontar pagos de 15.900 millones de dólares en concepto de deuda interna y otros 2.700 millones de dólares del servicio de la deuda externa. 'La pregunta clave que se hacen los mercados es si el Gobierno será capaz de manejar esa deuda', señala Baturaot Candemar, de TEB Investments. La deuda interna alcanzó en septiembre la cifra de 85.000 millones de dólares. La deuda externa pública es de más de 116.000 millones de dólares.
Inyección del FMI
El pasado reciente de Turquía arroja un balance de dos crisis financieras (noviembre de 2000 y febrero de 2001) y una crisis política. Esta última empezó a fraguarse en julio y ha cristalizado en las elecciones anticipadas, que han puesto punto final a la trayectoria política del primer ministro, Bulent Ecevit.
Las turbulencias no han impedido que el FMI apruebe tres créditos consecutivos por un total de 31.000 millones de dólares, que consagran a Turquía como el primer deudor del Fondo.