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Plazo

Solbes da 15 meses a Portugal para situar el déficit por debajo del 3%

El margen de maniobra de Portugal para cumplir con el Pacto de Estabilidad (que exige que el déficit y la deuda pública no superen el 3% y el 60% del PIB nacional, respectivamente) se estrecha poco a poco. A pesar de dos recortes consecutivos del gasto público (por un valor total del 1,1% del PIB) y de aumentos sustanciales de los impuestos (este año el tipo normal del IVA ha pasado del 17% al 19%), la Comisión duda de que este año vaya a corregirse la desviación del déficit portugués.

El departamento de Solbes reconoce que sin esas rectificaciones, 'el déficit de 2002 podría haber sido superior al 3,5% del PIB'. Pero recuerda que el saneamiento definitivo de las finanzas públicas dependerá 'de los esfuerzos decididos' del Gobierno de José Manuel Durao Barroso tanto como 'de la evolución económica global'.

La Comisión no se limitó ayer a dictaminar oficialmente la violación del límite de déficit impuesto por el Pacto de Estabilidad, sino que se mostró partidaria de que los ministros de Economía de la UE dirijan a su colega portuguesa, Maria Dias Ferreira Leita, recomendaciones expresas sobre las disposiciones que debe adoptar. Solbes quiere que los ministros exijan a Lisboa el cumplimiento de las medidas de ahorro previstas en el Presupuesto portugués para 'poner fin a la actual situación de déficit excesivo lo más rápidamente posible, y, a más tardar, en 2003'. El Gobierno luso debe comprometerse también a que la deuda pública no superará el 60% del PIB, nivel que podría rozar este mismo año (las previsiones de la CE apuntan un 59,3%).

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Los ministros podrán concretar las medidas en la reunión del 5 de noviembre y las instrucciones al Gobierno portugués permanecerán bajo secreto, salvo que Lisboa no respete la prescripción.

Portugal estrena así un procedimiento de infracción que contempla multas de hasta el 0,5% del PIB como último recurso para hacer cumplir el compromiso de consolidación presupuestaria suscrito por los Quince en 1997. En el caso portugués, la hipótesis de una sanción aún se encuentra a meses de distancia, sobre todo porque el Gobierno ha aceptado colaborar con la UE. Pero en marzo de 2003, Lisboa deberá convencer ya a los socios de que sus medidas van bien encaminadas.

Berlín y París pueden seguir a Lisboa

Los 12 miembros de la Unión Monetaria que nació en 1999 atraviesan juntos por primera vez una crisis económica. Y la dificultad de compaginar una política monetaria común con la soberanía fiscal de cada Estado se está mostrando insuperable para algunos de ellos. A Portugal le cupo ayer el dudoso honor de estrenar el procedimiento de infracción previsto contra los países cuyo déficit público rebase el límite del 3% de su PIB. Pero el comisario de Economía, Pedro Solbes, añadió en una lista de probables infractores a Alemania, durante este año, y a Francia, en 2003. El ministro alemán de Economía, Hans Eichel, admitía ayer que el objetivo de déficit para este ejercicio (2,9%) puede verse fácilmente desbordado. Inmediatamente, un comunicado de Solbes advertía que de confirmarse ese cálculo, la Comisión no dudaría en iniciar contra Alemania el mismo procedimiento que en el caso portugués. Pero la probable violación del Pacto de Estabilidad por parte de Alemania y Francia alentará las tesis de quienes defienden una interpretación más afinada de los compromisos presupuestarios. Los países con mayor capacidad de recuperación exigen ya un tratamiento diferenciado (y más benévolo) de sus desviaciones fiscales.

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