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Derivados
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Estrategia de cobertura anticipatoria con futuros

Una de las estrategias más sencillas con futuros sobre acciones consiste en asegurar el precio de compra de un activo en una fecha lejana

La estrategia que presentamos esta semana es muy sencilla y se basa en el uso original de los contratos de futuros. Como ya se sabe, un contrato de futuros es una compraventa a plazo. Se trata de un acuerdo entre dos partes en el que una se compromete a comprar un activo y la otra a venderlo, al mismo precio y en una misma fecha futura. Una vez dicho esto, una de las estrategias más utilizadas en la operativa con futuros es la de cobertura anticipatoria. El objetivo de esta operación consiste en asegurar el precio de compra o de venta de un activo en una fecha lejana.

Pongamos un ejemplo. Un agricultor que no quiere correr riesgos en el precio al que venderá su cosecha de trigo a finales de año puede vender futuros sobre el trigo hoy mismo y así olvidarse de las oscilaciones que tenga el precio de esta materia prima desde hoy hasta finales de año. En MEFF, el mercado español de futuros y opciones no cotiza futuros sobre materias primas o productos, pero sí lo hacen en otras Bolsas de derivados como en la Chicago Mercantil Exchange, el mercado de derivados más importante de Estados Unidos. En MEFF se pueden contratar futuros sobre los principales valores de la Bolsa española como BBVA, SCH, Telefónica, Repsol o Endesa. Pero también existen futuros sobre el bono a 10 años y sobre índices como el Ibex 35 y el S&P 500.

Traslademos nuestro ejemplo al caso de un administrador de carteras al cual le notifican que el día 10 de diciembre de este año va a recibir una importante suma de dinero -100.000 euros-, con la que debe comprar acciones de la petrolera Repsol y, además, quiere asegurar ya hoy el precio de compra de esos títulos. Aún no dispone del dinero para comprar las acciones, así que lo mejor que puede hacer es comprar futuros sobre acciones de Repsol. El pasado jueves, las acciones de Repsol cotizaban a 11,15 euros cada una, mientras que el futuro lo hacía a 11,35 euros por acción. El tamaño de un futuro sobre Repsol es de 100 acciones, así que, si hacemos las cuentas, tendrá que comprar 88 futuros sobre Repsol.

Ahora bien, ¿qué pasará el día 10 de diciembre? Nuestro administrador venderá los 88 futuros y comprará 88.000 acciones de Repsol. Contemplemos dos escenarios. En el primer caso, el precio de Repsol cae y el día 10 de diciembre una acción de Repsol vale 10,8 euros y un futuro sobre Repsol, 11 euros. Como los futuros se compraron a 11,35 euros habría una pérdida al venderlos de 0,35 euros por cada futuro (11,35 euros-11 euros). Al mismo tiempo, por cada acción hay que desembolsar 10,8 euros. En total pagamos 11,15 euros por acción de Repsol (0,35 euros+10,8 euros), exactamente igual que el precio al que estaba cuando comenzamos la cobertura. En este caso, si el administrador se hubiese esperado al 10 diciembre, cuando recibe el dinero, a comprar las acciones de Repsol hubiese salido ganando, pero, claro, nunca se sabe lo que puede pasar en el mercado.

Imaginemos un segundo escenario en el que el precio de Repsol está más alto el día 10 de diciembre que hoy. Supongamos que la acción cotiza a 11,8 euros y el futuro lo hace a 12 euros por acción. Ahora venderemos los futuros obteniendo un beneficio de 0,65 euros (12 euros-11,35 euros) por contrato, pero cada acción de Repsol costará 11,8 euros. Nuestro precio neto de cada acción será de 11,15 euros (11,8 euros-0,65 euros). En este caso, nuestro administrador de carteras sí que ha salido ganando.

Visto esto podemos concluir que con esta cobertura anticipatoria dormimos más tranquilos sin tener que apostar por lo que hará el precio de las acciones de Repsol en el futuro. En el ejemplo que hemos visto, el administrador no disponía hoy de todo el dinero para realizar la inversión, pero, en el caso de haberlo tenido, le sigue compensando realizar la cobertura, porque de esta manera puede invertir el dinero que no deposite en garantías en otros activos financieros que le vayan devengando intereses, por poner un ejemplo.

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