'No habrá fuga de capitales en el País Vasco'
El discurso del PNV en Madrid suena más moderado que en el País Vasco. Su portavoz de Economía en el Congreso, con un amplio historial de altos cargos de responsabilidad en el Gobierno de Vitoria, emite un mensaje de tranquilidad a las empresas que operan en Euskadi después de la incertidumbre creada por el plan soberanista del lendakari.
Pregunta. ¿Cómo están explicando a los empresarios el plan de Ibarretxe?
Respuesta. Ellos conocen perfectamente la realidad vasca y sus instituciones. No tienen dudas de la apuesta del lendakari y del Gobierno vasco por el desarrollo económico. Son lo suficientemente inteligentes como para valorar la propuesta de Ibarretxe en sus justos términos. Siempre nos hemos comprometido con las empresas y los empresarios porque son un elemento clave para el crecimiento del País Vasco.
P. Los del círculo ya han advertido que el plan genera incertidumbres.
R. El círculo es un lobby y representa a muy pocos empresarios. El lendakari tiene toda la legitimidad para hacer este planteamiento. Ha explicado con claridad la posición del PNV sobre el futuro de Euskadi. Ibarretxe siempre ha defendido que somos los vascos los que vamos a decidir lo que queramos ser en el futuro. Dicho esto, cuando se ha visto que es un planteamiento democrático que respeta el actual marco jurídico y reconoce el valor del Estatuto, no tiene por qué haber incertidumbres.
P. Pues ya se empieza a hablar del riesgo de desinversión y fuga de capitales.
R. No se va a producir fuga de capitales en el País Vasco porque la situación es más clara que antes. Los empresarios de dentro y fuera conocen nuestro nivel tecnológico, la formación, las subvenciones, las ventajas fiscales y tienen buena relación con las instituciones. Saben que no defendemos planteamientos rupturistas y que el Gobierno vasco está con ellos. No nos hemos echado al monte.
P. ¿A qué achaca entonces tanto retraso en la respuesta de la patronal Confebask?
R. No lo sé, pero creo que Confebask tendrá una reacción al plan de Ibarretxe más moderada que el Círculo de Empresarios. Hablará con el lendakari y hará sus aportaciones sin crispación y desde un talante positivo y sin a prioris. Estos últimos quedan para la política. Hay que tener en cuenta que el plan de Ibarretxe sólo acaba de empezar el camino y seguramente tendrá un largo recorrido.
P. Hay quien lo ha interpretado como una táctica dirigida prioritariamente a vaciar electoralmente a Batasuna.
R. Es la interpretación fácil, pero esto no es un juego electoral. Además, Batasuna ya ha dicho que está en contra del planteamiento del lendakari. Ni hemos asumido su discurso ni nos hemos radicalizado. Sencillamente, hemos expuesto un programa dentro de la legalidad y la normalidad.
P. ¿De verdad confían en llegar a gestionar la Seguridad Social?
R. La competencia está prevista en el Estatuto. A pesar de la resistencia del PP y el PSOE, se puede romper la caja única y establecer cuál es el coste de la solidaridad. ¿Por qué no se puede romper en este caso y sí en el terreno fiscal? De todas formas, no estamos tan locos como para decir que queremos tener ya nuestra propia Seguridad Social. Es cuestión de dialogar.
Rechazo a los Presupuestos del Estado de 2003
Los argumentos que ofrece Pedro Azpiazu para anticipar el rechazo del PNV a los Presupuestos Generales del Estado de 2003 descansan en las previsiones 'demasiado optimistas' del Gobierno y en 'el recorte de las políticas sociales que implica el equilibrio presupuestario'. 'La creciente pérdida de competitividad, el descontrol de la inflación y el crecimiento del paro terminarán pasando factura', mantiene.
Azpiazu expone como contraste algunos de los indicadores de la economía vasca. Hace 10 años, la tasa de paro en Euskadi superaba en dos puntos a la de la media española. A partir de 1995, la situación comenzó a invertirse y ahora la del País Vasco se sitúa dos puntos por debajo. Azpiazu considera que es una circunstancia lógica teniendo en cuenta que en la última década el crecimiento también ha superado al de la media del Estado.
Al saneamiento del sector empresarial vasco se suma el bajo nivel de endeudamiento de su sector público, alrededor del 25% del presupuesto de gestión propio.