El FMI receta bajadas de tipos de interés si persiste la crisis
En la jornada final de la cumbre del FMI y el Banco Mundial que se ha celebrado este fin de semana en Washington el director general del Fondo quiso mostrar una cara más optimista ante la evidencia de que más allá de los comunicados oficiales crece el sentimiento negativo como se ha evidenciado en los pasillos de esta cumbre. Fue Köhler el que en sus conclusiones diseñó una lista de obligaciones que pasan por 'el reforzamiento de la economía' cuando hay 'claramente una serie de riesgos e incertidumbres'.
Köhler dijo que hay signos de 'aversión al riesgo' y si hay retroceso, 'la política monetaria debe ser la primera en la línea de defensa'.
Sin embargo, sus recetas no las comparten todos los países del G7, los países más ricos del mundo.
Las autoridades estadounidenses creen que en Europa hay todavía margen para recortar tipos y desde la administración se transmite extraoficialmente la queja de que Europa y Japón siguen a remolque de EE UU. El propio presidente del Banco Central Europeo Wim Duisenberg señaló sin embargo que no ve necesidad de rebajar tipos. 'Lo que hay que hacer es restablecer la confianza en EE UU y Europa, y esto no lo arregla solo la política monetaria', dijo.
Pacto de Estabilidad
Duisemberg, no fue condescendiente con los estados miembros de la Unión y señaló que está bastante decepcionado por 'las políticas fiscales en varios países' . El comisario económico de la Comisión Europea, Pedro Solbes se mostró de acuerdo con Duisemberg y en opinión del ministro de Economía español, Rodrigo Rato en la situación actual lo que resulta imprescindible para la zona euro es 'la aplicación de reformas estructurales'.
Cara al futuro, Solbes dijo que iba a ser difícil cerrar 2002 en Europa con un crecimiento mayor al 1% y no el pensado 1,4% y en 2003 no se llegará al 3% 'aunque se estará por encima de lo previsto por el FMI (un 2,3%)'.
Así las cosas, el comunicado del G7, más escueto que en anteriores cumbres, esbozaba genéricas declaraciones de intenciones. 'Estamos comprometidos en una política económica firme, reformas estructurales, la mejora de la contabilidad de las empresas y reforzar la independencia de las auditorias', dice.
No hay una aproximación ni crítica a los problemas de los países por zonas geográficas y se elude mencionar un compromiso en política fiscal en Europa, o reformas en el marcado laboral, tal y como han pedido las autoridades del FMI. Falta también una mención a los problemas de Estados Unidos al riesgo que suponen la caída de los mercados y la política de rescate de los bancos que se está ejecutando en Japón.
El secretario del Tesoro, Paul O´Neill, insitía en la necesidad de que Japón ponga en marcha medidas de reactivación y aseguró no haber entendido el plan japonés de rescate bancario con compra de acciones industriales de las entidades. El ministro de Finanzas japonés, Masajuro Shiokawa, negó que hubiera concretado su plan en el G-7 para afirmarlo después y volverlo a negar luego. El G-7 sí felicitó a Brasil por su compromiso con políticas sólidas y dijo apoyar a Argentina en el contexto de la ayuda consensuada con el Fondo.
Ni una palabra sobre el riesgo más inmediato, la guerra en Irak. En el Fondo sólo se ha tratado como si fuera una incertidumbre más de riesgo y no se ha avanzado en detalles. En los pasillos se teme que de alargarse el conflicto se de la puntilla al frágil momento económico.