El FMI critica a Japón y Alemania por su escasa aportación al crecimiento
Köhler cree que la economía estadounidense está acosada por los escándalos contables, una sobrevaloración del dólar y el aumento del déficit presupuestario. 'Si la recuperación se para en Estados Unidos, entonces tenemos un problema', aseguraba el director general del Fondo. Es por ello que reivindica la necesidad de que otras economías fuertes arrimen el hombro. Para conseguirlo, Köhler insta a Alemania a que agilice las reformas para hacer más fácil el despido y la contratación.
Por lo que respecta a ese país, Köhler cree que la economía está 'débil'. 'Espero que el nuevo Gobierno tome las acciones apropiadas cuanto antes porque es crucial para toda Europa', dijo, en referencia al nuevo Ejecutivo rojiverde que salió de las elecciones legislativas celebradas el pasado domingo.
En lo que se refiere a Japón, Köhler manifestó que este país tenía que resolver la crisis financiera y los préstamos impagados que ha sumido en la crisis a la banca del país. Según los datos aportados por el propio Gobierno nipón, los créditos impagados de la banca japonesa alcanzan los 52 billones de yenes (432.000 millones de euros). Para el director, las últimas actuaciones de rescate de la banca que se han llevado a cabo por el Banco Central -que va a comprar acciones de la cartera industrial de los bancos para evitar más pérdidas por la caída de la Bolsa- son 'inusuales' y tienen que demostrar que sirvan a largo plazo.
Köhler hizo un llamamiento a los Gobiernos para que insuflen mayor confianza para impulsar el crecimiento. El director del Fondo hizo estas declaraciones dos días antes de que el FMI haga públicas sus previsiones de la economía mundial, que se anunciarán hoy, y en las que se intuyen recortes de las proyecciones anteriores para 2002 y 2003. La OCDE dijo la semana pasada que en el segundo trimestre el crecimiento se había desacelerado en las 30 primeras economías del mundo y eso tiene un efecto negativo en el resto del mundo.
El propio Köhler ya afirmó en un discurso la semana pasada que el camino de la salida de la crisis está lleno de riesgos y entre ellos citó la caída de los mercados, provocada, en buena medida, por la crisis de confianza.
En este sentido, Köhler dio a la economía estadounidense una de cal y otra de arena. Por un lado, felicitó al país por su rápida recuperación tras los atentados del 11 de septiembre; por otro, manifestó que el país tiene una moneda sobrevalorada y unos déficit que controlar, un problema 'crónico' en Estados Unidos.
Como respuesta a sus palabras, el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, afirmó ayer que no le preocupa el déficit por cuenta corriente. El responsable de la economía de EE UU minimizó el problema diciendo que el nivel de actividad es todavía alto.
En esa misma línea positiva se encuadran las declaraciones del presidente George Bush, quien afirmó que la economía cuenta con todos los ingredientes para crecer. 'Claro que soy optimista, pero entiendo que tenemos mucho trabajo por hacer'.
Bush ha sido mas sensible a las críticas sobre los déficit de su país y la semana pasada ya hizo un llamamiento para contener el presupuestario. El propio presidente ha decidido posponer una propuesta de recorte de impuestos que estaba preparando para debatir antes de las elecciones de renovación del Congreso el 5 de noviembre.