El actual escenario de doble fondo
Durante mucho tiempo hemos mantenido que la actual recuperación económica sería muy moderada y habíamos subrayado consistentemente el riesgo a la baja. Los últimos datos económicos muestran que el crecimiento se está desacelerando a un ritmo muy rápido. Los débiles datos de los fletes marítimos y los precios del cobre son dos ejemplos que indican que la tasa de crecimiento del comercio mundial y la demanda están cayendo. Los indicadores adelantados en algunas de las economías clave confirman este panorama. Durante la primera mitad del año, las compañías han conseguido aumentar beneficios debido principalmente a la congelación de nuevos contratos, mientras que el crecimiento de ventas y los precios no ayudaron. A medida que la economía se desacelera, aumenta la presión sobre el crecimiento en las ventas, lo que provoca que las empresas adopten mayores medidas en el control de gastos. Ya existen indicios de que las compañías están retrasando sus inversiones. Además, llevarán sus esfuerzos hacia el recorte de gastos de personal. Esto implica un deterioro en el mercado de trabajo. En definitiva, puede perjudicar los ingresos familiares y afectar negativamente a la confianza y, por tanto, al consumo privado. Desde nuestro punto de vista, esta combinación de hechos podría ocasionar lo que se conoce como double dip, o doble fondo.
La Reserva Federal ya señaló que veía riesgo de deflación. Si bien este riesgo es indudablemente bajo, también ha indicado que los costes de una deflación son tan altos que deberían prevenirse, incluso si en lugar de eso existiera un riesgo de inflación. Por ello, una rápida y decisiva acción, es según la Reserva Federal, la mejor opción.
La repentina debilidad de las economías de los países de la zona euro es también preocupante y sugiere que las medidas adoptadas en política global en la zona son demasiado rigurosas. Como resultado de esto, creemos que el BCE seguirá los pasos de la Reserva Federal y recortará tipos según se desarrollen los acontecimientos.