Europa renueva su flota de satélites
Gracias a la información y fotografías de la Tierra que envían puntualmente los siete satélites del sistema Meteosat, los meteorólogos europeos consiguieron hace años afinar sus predicciones sobre anticiclones, borrascas y posibles inundaciones. Entre tanto, llegaron Internet, la televisión digital y el teléfono móvil. A finales de los ochenta, teniendo en cuenta lo que habían avanzado las necesidades de comunicación, ya se hacía evidente la necesidad de lanzar un nuevo satélite capaz de ofrecer información en un lapso de tiempo inferior a media hora.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha empezado los lanzamientos de los tres satélites que conformarán el Meteosat Second Generation (MSG), la segunda generación del actual Meteosat. Este nuevo sistema transmitirá 20 veces más información que su predecesor y triplicará la resolución de las fotografías. Además, lo hará cada 15 minutos. En cambio, reduce su expectativa de vida a sólo 12 años.
Lo construye la división espacial de la francesa Alcatel, con la intervención de 50 subcontratistas europeas. En 1994 la organización alemana Eumetsat empezó a diseñar el relevo del Meteosat con el propósito de poder prevenir los fenómenos climáticos inesperados, cada vez más frecuentes.
En el lanzamiento, desde la base de Kuru, en la Guayana francesa, a bordo del mayor cohete de Arianespace, el Ariane-5, el MSG-1 no viaja solo. Junto a él, el noveno cohete que lanza este año, Arianespace transporta también el segundo satélite de telecomunicaciones de Eutelsat, el Atlantic Bird-1.
Fabricado por la italiana Alenia Spazio, la misión del Atlantic Bird-1 será asegurar la transmisión de imágenes y de los servicios de Internet en Europa y América del Este para los próximos 15 años. El primero de la nueva serie de Eutelsat, el Atlantic-2, se puso en órbita en septiembre de 2001. Además, el pasado jueves lanzó con éxito el Hot Bird-6, que mejorará la cobertura de las cadenas digitales de radio y televisión.
La fábrica de Alcatel Espacio en Cannes (Francia) también ha construido el cuarto satélite de comunicaciones de la española Hispasat, el 1D, que está ya preparado en la base de Cabo Cañaveral (Florida) para su lanzamiento el próximo 18 de septiembre.
En la Agencia Espacial Europea se trabaja a marchas forzadas para situar a Europa a la cabeza de la conquista espacial. Poseído por esa euforia, este consorcio -que financia la industria de 13 países europeos, incluido España- prevé poner en marcha hasta cuatro satélites científicos en el plazo de un año para seguir desvelando misterios del universo.
Así, el próximo mes de octubre, prevé lanzar el Integral, un telescopio espacial de rayos gamma para medir las distancias entre planetas y galaxias. En enero de 2003, el Rosetta seguirá la órbita del cometa Wirtanen y será el primer satélite con un módulo robótico sobre el astro, que mide un kilómetro. Casi al mismo tiempo volará a la Luna el Smart-1, que probará el nuevo instrumental que ha diseñado la ESA. Pero la misión estelar está preparada para junio, cuando la industria europea lance el Mars Express, en busca de rastros de vida y agua en Marte.