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El suelo de la Bolsa, a prueba

El descenso de los índices en la última sesión ha vuelto a sembrar de dudas la recuperación de los mercados. Los expertos, pese a considerar que los mínimos han quedado atrás, creen que la próxima semana será decisiva

Con el Ibex en los 6.590 puntos después de revalorizarse un 4,16% en la semana y con los mínimos del pasado 5 de agosto en los 5.963,2 puntos algo más lejanos, muchos empiezan a plantearse la posibilidad de que las Bolsas hayan tocado suelo. Todo, pese a la caída que experimentaron ayer los principales índices, superior al 1% -que llevó al Ibex a perder la cota de los 6.600 puntos y al Dow Jones el nivel de los 9.000-, y que según los expertos responde a una simple recogida de beneficios acentuada por nuevas dudas sobre contabilidad irregular en algunas compañías. No obstante, la mayoría coincide en que la prueba de fuego será el comportamiento que desarrollen los mercados las próximas jornadas, cuando se pondrá de manifiesto si las subidas de las últimas sesiones responden a un mero rebote técnico o a que mejora el tono de las Bolsas.

Con todo, y pese a que las incertidumbres que planean sobre la economía mundial -por el menor ritmo de crecimiento de las economías, la inestabilidad de Latinoamérica y los resultados empresariales- aún no se han despejado, cada vez son más los analistas que se suben al carro del optimismo y empiezan a considerar la posibilidad de que los mínimos hayan quedado atrás. Así lo manifiesta José Luis Martínez, economista de Citigroup: 'Todavía tenemos muchas dudas sobre si estamos ya ante el inicio de una recuperación clara del mercado, pero es cierto que las dudas son menores sobre la posibilidad de que hayamos visto el suelo de las Bolsas'. 'En lo que llevamos de agosto, las Bolsas han recuperado parte del terreno perdido en julio', continúa. El Ibex ha avanzado un 5,45%, mientras el Dow Jones ha ganado del orden del 2% en el mes. El detonante de estas alzas está, para muchos, en la certificación generalizada de las cuentas empresariales en EE UU. No obstante, apunta Martínez, 'la recuperación se está viendo ensombrecida por la publicación de datos económicos que cuestionan el escenario de fuerte recuperación'.

ABN Amro, Morgan Stanley o BSN Banif también apuestan porque los mínimos han quedado atrás. Desde BSN Banif sostienen que el suelo ya está hecho. 'Ahora falta consolidarlo', puntualizan. 'Nuestro escenario principal se sustenta en aguantar en estos niveles, consolidar la confianza del inversor y estabilizar la expectativas'. Si esto se cumple, estiman, la subida será más sostenible y proporcionará una base sólida de cara al futuro.

La mayoría de los expertos no duda en señalar que tras las caídas, los mercados ofrecen oportunidades de inversión dados los bajos precios de las acciones

De la misma opinión son los analistas de ABN Amro, quienes ven poco probable que los índices vuelvan a caer por debajo de los mínimos del pasado mes. 'Valoraciones atractivas combinadas con nuestras previsiones de un crecimiento modesto, que no espectacular, sugieren que los mercados de valores ya han tocado mínimos', señalan. Algo en lo que coincide David Cabezas, de Renta 4, para quien las cotizaciones de muchas compañías empiezan a descontar que el suelo ha quedado atrás aunque, a su juicio, aún no se puede hablar de una recuperación sostenida dadas las incertidumbres que faltan por resolver.

¿Cambio de tendencia?

Pese a que son muchas las voces que se han alzado afirmando que los mercados ya han tocado el suelo, lo cierto es que pocos se aventuran a afirmar que estamos asistiendo a un cambio de tendencia. La mayoría de las casas de análisis coinciden en señalar que aunque empieza a haber señales de recuperación en los mercados es pronto para afirmar que se ha invertido la tendencia, más teniendo en cuenta la alta volatilidad de los mercados, que está condicionando las fuertes subidas y bajadas de las últimas semanas, el escaso volumen, la elevada aversión al riesgo de los inversores -por todos los casos de irregularidad contable y que continúa limitando las ganancias- y la elevada prima de riesgo de las Bolsas.

En este sentido se manifiesta Miguel Pareja, de Eurodeal, quien considera que no hay nada que haga pensar que los mercados han tocado mínimos. De hecho, para este experto, los ascensos de las últimas jornadas obedecen tan sólo a un rebote sólido de los índices. 'Para asegurarnos de que las Bolsas han tocado suelo tendríamos que entrar en un periodo en el que la confianza se recuperara y en el que las alzas estuvieran acompañadas de volumen y que tras dos o tres ascensos no se produjera una corrección', señalaba Pareja. 'A corto plazo', añade, 'es factible asistir a sucesivos rebotes, eso sí dentro de una estructura bajista, pero a largo plazo, no hay indicios de que el rebote sea un movimiento de recuperación'.

Más negativos se muestran desde el Servicio de Estudios de Caja Madrid, donde estiman que aunque la posibilidad de un rebote es evidente, la perspectiva de un cambio de tendencia está aún muy lejana. 'La superación de la crisis bursátil va a exigir tiempo para restaurar la confianza por parte de los inversores y para que mejore el escenario económico y empresarial'. José Luis López, de esta entidad, considera que para acabar con esta situación de debilidad de las economías, y por ende de las Bolsas, los precios tienen que caer aún más, las compañías tienen que depurar sus cuentas y aumentar la inversión empresarial. Sin olvidar, según este experto, que se tienen que depurar los excesos cometidos durante la segunda mitad de los noventa (esto es, niveles de PER injustificados, beneficios que se inflaban y operaciones corporativas a precios astronómicos). 'Visto que llevamos dos años y medio de caídas, quizás conviene plantearse si la actual coyuntura de las Bolsas obedece simple y llanamente a una depuración de todos aquellos excesos', señalaban desde Caja Madrid.

Una opinión en la que coinciden con los analistas de BSN Banif, para quienes no hay duda de que la situación parece ahora igual de irracional que cuando se hablaba de exuberancia hace varios años. 'Tan infravalorado está el mercado ahora como sobrevalorado en marzo de 2000, aunque entonces nadie miraba las valoraciones porque parecíamos vivir en un mundo perfecto... que ahora ya sabemos que no existe. Las valoraciones vuelven a ser una referencia fundamental para el inversor'.

Si hablamos de fundamentales, la mayoría de los expertos no duda en señalar que la Bolsa está barata. Abby Cohen, estratega de Goldman Sachs, destacaba esta semana las oportunidades de inversión que tienen los inversores dados los bajos precios que presentan muchas acciones.

Desde ABN Amro, donde estiman que las economías europeas terminarán el año creciendo a un ritmo medio del 1,1% y cercano al 2,2% en 2003, esperan que el FTSE Eurotop 300 se revalorice un 11% a finales de este año. Ante tales perspectivas, estos analistas aconsejan comprar cíclicos. Además, entre los sectores más recomendados por este banco de inversión está el de las aseguradoras, petroleras, constructoras, medios de comunicación y hoteleras, entre otros.

Merrill Lynch, por su parte, y ante las expectativas de que los resultados en 2003 estén en el mismo nivel que en 1999, ha revisado a la baja sus previsiones para los principales índices europeos para finales de 2002 entre un 10% y un 20%.

Un mejor sentimiento de cara a final de año mantienen los analistas de Renta 4. No en vano, esperan que el cuarto trimestre sea más positivo. 'Será entonces cuando se empiecen a despejar algunas dudas que azotan a las economías. Se celebrarán las elecciones en Brasil y Alemania y se conocerán los resultados empresariales del tercero y cuarto trimestre, que por comparación con los mismos periodos del ejercicio anterior pueden ser positivos', señalaba Cabezas.

Según Martínez, la lectura actual de las Bolsas invita al optimismo para los próximos meses, si bien, la prueba de fuego será el mes de septiembre, dado que agosto es tradicionalmente un mes bajista caracterizado por volúmenes escasos. Hasta entonces y a corto plazo, la mayoría recomienda mantener la prudencia con inversiones selectivas.

Lo cierto es que los mercados no lo tienen fácil de cara al futuro, y buena muestra de ello es la tardanza que están teniendo los bancos centrales a la hora de subir tipos, hecho que muestra la fragilidad de las economías. Con todo, son pocos los que se inclinan por una nueva rebaja del precio del dinero.

En los próximos meses los mercados deberán lidiar con no pocos retos. La debilidad que siguen mostrando las economías de EE UU y Europa (principalmente Alemania, que además deberá hacer frente a los elevados daños causados por las inundaciones), la escalada del precio del crudo, la recuperación de la confianza del inversor y la mejora de los datos económicos son algunos de ellos. Además, queda por demostrar si, como apuntan algunas casas de análisis, el segundo trimestre de 2002 ha sido el de menor crecimiento de los próximos 18 meses.

La crisis más larga desde 1940

 

Los principales índices bursátiles mundiales acumulan desde los máximos históricos alcanzados en 2000, a raíz de la burbuja tecnológica, una caída media del 40%, a excepción del Nasdaq, que desde que lograra la cota de los 5.048,6 puntos en marzo de 2000 ha perdido un 73%.

 

 

 

Esto supone que la mayoría de los mercados llevan del orden de dos años y medio inmersos en una tendencia bajista, con dos ejercicios consecutivos de balance negativo.

 

 

 

Para los expertos, esta caída, desde una perspectiva histórica, es poco usual, aunque hay que tener en cuenta los atentados del 11 de septiembre, circunstancia que llevó a los índices a marcar mínimos el 21 de ese mismo mes. Un hecho insólito si se tiene en cuenta que, según el Servicio de Estudios de Caja Madrid, el Dow Jones sólo ha experimentado dos años consecutivos de pérdidas con ocasión de la crisis del petróleo, en 1973-1974 y 1977-1978, mientras que tres años consecutivos con descensos han sido aún más inusuales. Tan sólo se han producido en dos ocasiones, en el periodo posterior a la crisis de 1929 (desde 1930 a 1932) y al comienzo de la Segunda Guerra Mundial (desde 1939 hasta 1941).

 

 

 

A la hora de establecer similitudes, los expertos de este servicio de estudios estiman que la crisis que actualmente viven los mercados contiene elementos de varias de las anteriores.

 

 

 

Así, aunque no estamos ante una crisis del petróleo consideran que las tensiones que vive Oriente Próximo y sus derivaciones están suponiendo una amenaza constante para los precios del crudo. Tampoco cabe ignorar cuestiones como la amenaza del terrorismo o conflictos fronterizos como los de India y Pakistán. Pero si hay una crisis que se asemeja a la actual es la del crac del 29, según estos expertos. 'La crisis de 1929 supuso el fatal desenlace a una burbuja especulativa que se desarrolló previamente durante varios años, hechos que hoy nos recuerdan demasiado al boom tecnológico cuyo máximo exponente lo tenemos en la evolución del mercado Nasdaq', sostienen.

 

 

 

Además, y como en esa fecha, una de las consecuencias del estallido de la burbuja especulativa ha sido la quiebra de la confianza de los inversores en el sistema. Más, teniendo en cuenta que buena parte de la huida de los inversores de los mercados ha estado provocada por los escándalos contables que han salpicado a varias compañías en EE UU.

 

 

 

Ante esta situación, ya se han dado los primeros pasos en ese país. La aprobación de una ley que supone la revisión de las normas contables y que exige mayor transparencia en la información que facilitan las empresas y la separación de las actividades de análisis e inversión.

 

 

 

La situación que vive EE UU, sin embargo, no es única. La dependencia que mantienen el resto de las economías ha llevado a que no sólo EE UU atraviese una de las crisis más largas de su historia. Esta situación es extrapolable al resto de los mercados de valores. De ahí que los expertos coincidan en dictaminar que de la recuperación de esta economía depende la normalización del Viejo Continente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A crisis más larga, mayor tiempo de recuperación

 

 

 

 

 

 

 

Pero no es éste el único factor que preocupa a los expertos. Además de la duración de la crisis, uno de los interrogantes que mantienen en vilo a los mercados es cuánto tiempo tardarán las Bolsas en recuperar el terreno perdido. Lo cierto es que no hay una respuesta específica a esta pregunta aunque la historia demuestra que a mayor duración de la crisis, mayor tiempo de recuperación. Así, si en la crisis de 1929, el Dow Jones perdió un 89% desde los máximos a los mínimos en 35 meses, el tiempo que tardó en recuperar el nivel máximo anterior fue de 25 años. Un ejemplo más reciente es el tiempo de recuperación del índice estadounidense en las crisis asiática y rusa de 1997. Si en la primera cayó un 13% en tres meses, el periodo que le llevó recuperar el terreno perdido fue de tres meses y medio. En la crisis rusa, por su parte, el índice se dejó un 19% en un mes y medio, que recuperó en los siguientes cuatro meses, según datos del Servicio de Estudios de Caja Madrid.

 

 

 

 

 

 

 

Por el momento, y en los últimos cuatro meses, el Dow Jones se ha dejado del orden del 11%.

 

 

 

Además, según la teoría que mantienen los expertos del Servicio de Estudios de Caja Madrid, 'si el factor causante de la crisis es duradero como en este caso se especula en relación a la caída de la confianza de los inversores, se suelen producir rebotes importantes antes de llegar al suelo del mercado'.

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