No claudiquen
Han pasado cinco años y la Bolsa está en los mismos niveles que en 1997. Antonio Morales aconseja a los inversores que no vendan sus acciones, ya que la renta variable es el activo más rentable a largo plazo
Los mismos niveles del año 1997. Han pasado cinco años y la Bolsa está en los mismos niveles, y desde entonces han pasado muchas cosas. Que estemos ahora igual que cinco años atrás, cuando durante este tiempo se batieron todos los récords en las cotizaciones de algunas acciones, quiere decir que desde máximos la caída ha sido muy importante.
Pero apenas estamos comenzando el mes de agosto y las perspectivas no son demasiado halagüeñas. Agosto es un mes que viene precedido de una terrible fama, cuando lo cierto es que durante los últimos 12 años ha habido de todo, incluso podríamos llegar a decir que el conjunto no ha sido tan negativo.
Indiscutiblemente, agosto es uno de los meses de más volatilidad histórica, aunque también es cierto que es uno de los meses con menores volúmenes de negocio. Esta escasez de volumen provoca lógicamente que las oscilaciones en los precios sean mayores, y si además coincide con algún hecho puntual, el incremento de la volatilidad está servido.
Durante esta última década, el mes de julio ha resultado bastante más negativo para los mercados de valores, pero sin embargo no parece haber hecho tanto ruido. Sin ir más lejos, el mes que acabamos de dejar atrás supuso una caída en la Bolsa española cercana al 10%.
Después de cinco años resulta muy difícil, especialmente difícil, tratar de explicar a los inversores que la Bolsa es el activo más rentable a largo plazo, y resulta mucho más complicado aún explicárselo a los que invirtieron en el último trimestre del año 1999 o en el primer trimestre de 2000, cuando la Bolsa estaba en máximos.
Más aún cuando muchos de los asesores financieros no llevan más de estos cinco últimos años de experiencia. Pero hay que intentarlo. Aunque la situación no sea comparable, después del verano de 1994, cuando los inversores perdían casi con cualquier tipo de activo en el que estuvieran invertidos, nos acusaban de querer mantenerlos a la fuerza, nos tachaban de ignorantes, pero los más agradecidos un par de años después fueron los que no se movieron, los que no retiraron sus inversiones de la renta variable, o de los bonos, y que fueron capaces de valorar bien su perfil de riesgo. Pero también fueron agradecidos los que no nos hicieron caso y se marcharon a otros activos sin riesgo o a los, entonces tan de moda, productos garantizados. ¿Qué por qué lo fueron?, porque poco tiempo después volvieron, y volvieron lamentándose por haberse marchado a destiempo.
Ahora la situación es realmente más complicada, y el horizonte a medio plazo puede no estar tan despejado, sin embargo, y sólo con mirar la historia menos reciente lo comprobaremos, el activo más rentable a largo plazo han sido y serán las acciones.
Es complicado poder dar un consejo en esta situación, y estoy seguro de que muchos lo pasarán por alto, incluso muchos lo criticarán y despreciarán, pero es nuestra obligación decirlo. No claudiquen, mantengan la esperanza, y sáltense las páginas de economía de los diarios, al menos durante el mes de agosto, y disfruten, los que puedan, de las vacaciones.