El beneficio del SCH cae el 13,4% por el mal comportamiento de Latinoamérica
El Santander Central Hispano ha cerrado el peor semestre de su historia. El banco, que ayer celebró consejo de administración, en el que tomaron posesión de sus cargos los tres consejeros independientes, Juan Abelló, Guillermo de la Dehesa y Abel Matutes, presentó una caída del beneficio atribuido del 13,41%, tras ganar 1.196,6 millones de euros (670,5 millones en el primer trimestre y 526 millones en el segundo). El Banco Santander no había sufrido nunca un recorte similar de sus beneficios 'en décadas', señalan fuentes del banco, aunque en el primer semestre de 1995 cayeron un 6,22%. Ese mismo año al BCH le bajó el beneficio el 38,6%.
Este recorte del 13,41%, provocado en gran parte por la peor situación de los mercados latinoamericanos, sobre todo Brasil y Argentina, ha desembocado en que el SCH se haya visto forzado a revisar a la baja la previsión de sus resultados para 2002 y situarlos en 2.250 millones, un 10% por debajo de los del año pasado. A principios de año el crecimiento del beneficio se situó en 2.700 millones, con un crecimiento del 10%. De esta forma, el SCH ganará 450 millones menos de lo anunciado por el presidente del banco, Emilio Botín, y ratificado por el consejero delegado, Alfredo Sáenz, en el primer trimestre.
Esta caída anual prevista del beneficio de 2002 será la primera que sufre el Santander, grupo que nunca había presentado recortes de sus resultados anuales.
A pesar de esta caída, el director general responsable del área financiera, Francisco Gómez Roldán, calificó las previsiones de 'buenas y sólidas', aunque reconoció que aun descontando el efecto de Argentina, país en el que el banco tiene provisionado al 100% sus inversiones allí, el beneficio atribuido hubiera caído un 4,2% también.
Las principales causas del recorte del beneficio se encuentran en la situación de los mercados, sobre todo, en Latinoamérica, región donde ha ganado 801,2 millones, el 0,89% menos, crecimiento muy por debajo de las previsiones iniciales (+10%), ahora rebajadas.
Ya desde el margen de intermediación se empieza a detectar el peor comportamiento de los mercados, al descender esta partida un 2,27% (en el primer trimestre subió un 2,01%) por la ralentización del negocio y por las menores aportaciones de los dividendos de sus participadas.
Pero los resultados por operaciones financieras, donde la caída del 43,33% es más llamativa, son consecuencia de las subidas de los tipos de interés en Latinoamérica, que han tenido su reflejo en la disminución de la valoración de las carteras y en la devaluación de sus divisas.
En Brasil, donde el grupo posee Banespa, ha tenido que provisionar 190 millones de euros por su cartera de trading, que se han restado al resultado por operaciones financieras. A ello se suman otros 122 millones por la cartera de deuda a vencimiento, que se han cargado contra reservas, lo mismo que los 734 millones de euros por la devaluación del real brasileño.
Por Argentina también ha tenido que provisionar contra reservas otros 100 millones en el segundo trimestre por la devaluación del peso. A esta cifra hay que sumar los 380 millones del primer trimestre.
Gómez Roldán volvió a insistir en que las inversiones en este país están condicionadas a que el sistema financiero sea 'rentable y fiable'.
Este impacto en las reservas del banco ha tenido su efecto negativo en los recursos propios, que se han visto reducidos, sobre todo los de primera categoría o Tier I.
Así, la reducción del fondo de comercio de Patagon América, vendido en el segundo trimestre del año con unas minusvalías de 700 millones, ha hecho mermar el Tier I un 0,60%. La compra del Banco de Santiago de Chile también le ha reducido un 0,60% sus recursos propios, mientras que la devaluación de las divisas latinoamericanas (Brasil, Argentina y México) le ha restado un 1,2%.
De esta forma, los recursos propios del Santander se han vuelto a deteriorar en el segundo trimestre . El ratio Bis se sitúa en el 10,86%, muy por encima del 8% exigido, aunque este porcentaje es inferior al registrado un año antes, del 11,65%, y al del primer trimestre, que era del 12,16%. El Tier I pierde el objetivo del 8%, al situarse en el 7,36%, aunque Gómez Roldán asegura que al cierre del año este ratio volverá a estar por encima del 8%.
Una de las fórmulas que baraja el banco para aumentar sus recursos propios es realizar desinversiones. A finales de año el banco tiene previsto cargar contra reservas 650 millones de euros por las prejubilaciones que tiene en marcha en España y que se elevan a más de 3.000, cifra que llega a las 11.000 si se contabilizan las de Latinoamérica.
En seis meses el grupo ha reducido su plantilla 4.200 empleados en todo el mundo, que pasan a totalizar 10.200 en 12 meses. Estos datos están estrechamente relacionados con el objetivo del SCH de reducir lo antes posible su ratio de eficiencia, que ya es del 50,59%. De hecho, los gastos de explotación han caído en el semestre un 11,06% y han compensado en parte la caída de los resultados por operaciones financieras.
Los resultados por puesta en equivalencia se han reducido en el semestre un 35,25%, mientras que los resultados por operaciones del grupo le han aportado 191,4 millones, un 42,52% menos. En estos seis meses se ha vendido el 23,5% de Dragados y el 24,5% de Vallehermoso, con unas plusvalías de 521 y 301 millones, pero que han ido destinadas a cubrir 616 millones de euros del fondo de comercio de Patagon.
En el semestre la amortización de los fondos de comercio se ha situado en 377,7 millones, frente a los 1.303,1 millones del año anterior, aunque el banco sigue con el compromiso adquirido con el Banco de España de amortizar en cinco años el fondo de comercio de Banespa. El resto se amortizará según los calendarios establecidos.