La caja se convierte en la reina
El control de costes e inversiones eleva un 67% el flujo de caja libre para reducir deuda, recomprar acciones y, en el futuro, volver a pagar dividendo
Vuelta a las raíces. En un mundo de incertidumbres, Telefónica apela a la caja. Ya relativizó la importancia de los criterios contables cuando a principios de este mes Cinco Días adelantó que con los criterios contables de Estados Unidos (US GAAP) el resultado de Telefónica en 2001 se traducía en pérdidas de 7.182 millones de euros. Ahora, con criterios españoles, las pérdidas de 5.574 millones de euros en el semestre vuelven a tener una importancia relativa en la medida en que 'las provisiones extraordinarias por la revisión del valor de las inversiones de Telefónica Móviles no suponen una salida de caja'.
Las referencias a la caja, al cash-flow, son más numerosas que nunca tanto en la publicación de resultados como en la presentación a los analistas. Como explicaba Pablo Fernández, profesor del IESE, 'el beneficio es una opinión, la caja es un hecho'. Y en este caso, Telefónica, a los hechos se remite. Curiosamente, las pérdidas han ganado un apellido: son citadas una y otra vez como 'pérdidas contables', como si fueran ficticias, alejadas del mundo real. Cuando Telefónica ganaba dinero, nunca se hablaba de 'beneficios contables'.
Alierta explicó a los analistas en la tarde del miércoles que las dos grandes prioridades de Telefónica son maximizar el cash-flow y optimizar su uso. En esa clave debe leerse la paralización de las actividades en Alemania, la mayor integración de Data con las unidades de telefonía fija o el propósito de 'monetizar' las participaciones en medios de comunicación, entre otros desarrollos de la estrategia del grupo.
Inicialmente, el cierre de las operaciones en Alemania tendrá un coste de unos 287 millones de euros (que aunque la compañía no lo destaque, se paga, éste sí, en metálico). Tras afrontar ese coste, ya provisionado pero aún desembolsado, 'los flujos de caja del grupo previstos para los próximos años se verán incrementados significativamente por los mayores resultados operativos y la reducción de las inversiones', según explica la compañía. Las cifras aparecieron en la presentación ante analistas: la congelación de las operaciones de UMTS fuera de España ahorrará a Telefónica 1.802 millones de pérdidas brutas de explotación y 2.374 millones de pérdidas netas en el periodo 2002 a 2005.
El control de los costes operativos y de las inversiones se ha convertido ya en la principal fuente de crecimiento del flujo de caja libre, ya que el resultado bruto de explotación o Ebitda se reduce. Durante los seis primeros meses del año los ingresos y el Ebitda decrecen un 4,4%, mientras que el resultado de explotación disminuye un 8,1%, principalmente afectados por la evolución de los tipos de cambio y la crisis argentina. 'Si eliminamos la contribución de Argentina, los ingresos habrían crecido un 5,3%; el Ebitda, un 4,6%, y el Ebit, un 2,3%', explican desde Telefónica.
La compañía pone el acento en el crecimiento del 67,0% en la generación libre de caja (Ebitda-Capex, o resultado bruto de explotación menos inversiones), que asciende a 4.260,3 millones de euros en el semestre, 'fruto de la mejora en la eficiencia operativa y el control estricto de la inversión', que cae un 52,3% interanual al pasar de 3.805,8 a 1.815,5 millones de euros. Telefónica Latinoamérica sigue siendo la línea de actividad que mayor reducción interanual presenta debido a la política de control y racionalización de la inversión tras el cumplimiento de metas en Telesp y la crisis en Argentina. 'Conviene recordar el componente cíclico de la inversión, por lo que esta evolución no debe extrapolarse al conjunto del año', advierten en Telefónica.
Los usos óptimos de la caja
¿A qué se dedica esa caja? La consigna es optimizar su uso. ¿En qué se concreta? Reducción de deuda, recompra de acciones para su amortización, posibles adquisiciones selectivas si se presentan oportunidades y, en un futuro, pago de dividendos.
Telefónica tiene un 1,57% de su capital en autocartera y espera alcanzar el 2% con vistas a amortizarlo. En cuanto a la deuda neta consolidada, se ha situado a cierre del segundo trimestre de 2002 en 25.788,8 millones de euros, lo que supone una reducción de 5.455,2 millones en 12 meses y de 3.152,8 millones de euros respecto a la deuda de finales del ejercicio 2001(28.941,6 millones de euros) sin necesidad de desinversiones. Este descenso viene motivado por la generación de caja operativa de 1.995 millones de euros durante el semestre, así como por el descenso en 2.030 millones de euros del valor de la deuda no denominada en euros, como resultado de su apreciación frente al dólar y las monedas latinoamericanas. La reducción de deuda por estos dos conceptos se ha visto ligeramente compensada por las inversiones financieras del periodo (664 millones de euros) y el incremento de deuda por variaciones de perímetro de consolidación (209 millones de euros).
El grupo está en pérdidas incluso sin los saneamientos
¿Ha sufrido Telefónica pérdidas por los saneamientos realizados o más bien ha aprovechado su entrada en números rojos para limpiar su balance y liberarse de hipotecas de cara al futuro? Las pérdidas del semestre suman 5.574 millones. De esa cifra, 4.550,3 millones corresponden al saneamiento por el UMTS en Europa; 287,2 millones constituyen una provisión para los costes de reestructuración previstos (cierre en Alemania), y otros 530 millones reconocen la pérdida adicional de valor de Mediaways. Aun quitando esos 5.367,5 millones, seguiría quedando una pérdida de 206,7 millones, como se puso de manifiesto en la presentación de Alierta a los analistas.
Cosa diferente es que sean también factores extraordinarios los que llevaban a Telefónica de cabeza a las pérdidas. A diferencia de los saneamientos citados, los otros extraordinarios eran de obligatoria contabilización, pues surgen de diferencias de cambio o de minusvalías.
Sin el juego de los extraordinarios, el beneficio neto ajustado sería de 978,2 millones de euros, según lo expuesto a los analistas. Esa cifra supondría, en todo caso, una importante reducción de beneficios con respecto a la primera mitad de 2001.
Desde un punto de vista operativo, los resultados han sido relativamente malos, por la debilidad en la división latinoamericana. El impacto cambiario (peso argentino y real brasileño, básicamente) convierte en caídas del 4,4% lo que serían incrementos del 5,7% en ingresos y 5,6% en Ebitda.
Telefónica de España da algunos síntomas de mejora y Móviles continúa siendo el motor operativo del grupo.