Los beneficiosos efectos de la volatilidad
Un aumento de la volatilidad en los mercados eleva el precio de las opciones de venta y favorece al vendedor de este derecho
La semana pasada explicamos cómo conseguir un buen precio de compra en unas acciones de su agrado. Vendiendo opciones de venta (put) sobre Banco Santander con precio de ejercicio 7,75 euros conseguíamos un ingreso por la prima de 37 euros. El pasado jueves, la acción de Santander cerró a 7,86 euros, así que todavía nuestro comprador de la put no habrá ejercitado su derecho.
Son dos las ventajas de realizar esta estrategia. Por un lado, conseguimos abaratar el precio de compra de 100 acciones de Santander. Si las acciones caen por debajo de 7,75 euros, estamos obligados a comprar 100 acciones a ese precio. Pero, como hemos conseguido un ingreso de 0,37 euros por acción en concepto de primas, nuestro precio real de compra desciende a 7,38 euros.
La otra ventaja reside en el beneficio adicional que consigue un vendedor de opciones en los momentos de extrema volatilidad que actualmente viven los mercados. Como en anteriores artículos hemos comentado, la volatilidad se puede medir de muchas maneras, pero, tanto si se utilizan datos históricos, volatilidad implícita u otros índices de volatilidad, como el VIX, puede cerciorarse de ello. Un aumento de volatilidad eleva el precio de las opciones favoreciendo al vendedor del derecho. Observen este ejercicio. El precio de nuestra opción put con la volatilidad histórica del Banco Santander en los últimos 100 días (30,6%) es de 0,36 euros por acción, muy cercano del precio por el que la vendimos la semana pasada (donde la variabilidad era sensiblemente inferior), mientras que la misma opción, pero con una volatilidad del 64%, que es la que han tenido las acciones del Banco Santander en los últimos días, vale 0,79 euros, ¡un 113% más! Los efectos de la volatilidad en los precios de las opciones son evidentes.
Así, y siguiendo con el ejemplo de la semana pasada, podemos seguir aprovechándonos de la elevada volatilidad y vender, además, opciones de compra (call) sobre Santander con un precio de ejercicio superior. De esta manera conseguiríamos un ingreso adicional que es la prima de la opción de compra. La elección de la opción call que queramos vender depende de nuestras expectativas, pero tenga en cuenta que estamos vendiendo un derecho que nos obliga a vender 100 acciones al precio de ejercicio escogido. Por ejemplo, si creemos que el precio de Santander no va subir excesivamente, deberemos elegir un opción at-the-money (precio del Santander cercano al precio de ejercicio) para así beneficiarnos de su mayor valor. Si vendemos la opción de compra con precio de ejercicio en 8 euros, conseguimos 0,54 euros por acción, que, sumados a los 0,37 euros obtenidos la semana pasada, son 0,91 euros.
Por otro lado, usted puede no tener tan claro el precio al que vender Santander y preferir sacrificar algo de ingreso para permitirse un mayor rango de precios. Consistiría en vender la opción out-the-money (fuera del dinero). Si vende la opción call con precio de ejercicio 8,75 euros, conseguiría 0,32 euros por acción o 0,69 euros por acción en total. Menos que la alternativa anterior, pero se consigue un mayor rango: 7,75-8,75 euros. En la primera posibilidad se estaría construyendo un cono vendido y, en la segunda, una cuna comprada. Ambas estrategias tienen un beneficio limitado de 0,91 euros y 0,69 euros por acción, respectivamente, pero permite conseguir precios de compra y precios de venta más atractivos que los del mercado en caso de que la acción de Santander caiga por debajo de 7,75 euros o de que supere los 8 euros u 8,75 euros. Por ejemplo, con el ingreso adicional conseguido por la venta de la call, si el precio de Santander baja por debajo de 7,75 euros, en realidad nuestro precio de compra se abarata no hasta 7,38 euros, sino hasta los 6,84 euros o 7,06 euros.
Ocurre lo mismo si el precio de Santander sube por encima de 8 u 8,75 euros, ya que nuestro precio real de venta sube hasta 8,9 euros o 9,44 euros en cada caso. Elija para esta estrategia un valor que le guste y márquese un rango, ya que, como se ha podido ver, con esta estrategia puede verse obligado a comprar más acciones a la vez que tener que venderlas a un precio establecido de antemano.