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Fondos

Ventajas de un dólar débil

La renta fija europea, las compañías de pequeña capitalización de la zona euro y los mercados emergentes asiáticos se benefician de la depreciación de la divisa estadounidense

Existen evidencias de que el flujo de dinero hacia Estados Unidos se ha secado y que lo que está naciendo es una huelga de compradores, más que una venta de dólares', explica un gestor de Mellon Global Investments, cuya estrategia para la renta fija global pasa por reducir su exposición a la divisa norteamericana. Como este experto, muchos otros miran con lupa la evolución reciente del dólar, que se ha depreciado más de un 10% frente al euro en los últimos meses. La tan comentada paridad entre ambas monedas, según los analistas, puede llegar en poco tiempo, y de esta situación de debilidad del dólar pueden salir beneficiados cierto tipo de fondos, como los de renta fija europea, los de mercados emergentes asiáticos y los que invierten en pequeñas compañías de la zona euro. En definitiva, además, y ante un comportamiento parecido de los mercados europeo y estadounidense, la fortaleza del euro beneficiará, en términos relativos, al primero.

Después de ocho años de imparable subida, el dólar ha comenzado a mostrar síntomas de debilidad en los últimos meses, a raíz de la debilidad de las Bolsas de aquel país. Escándalos financieros como el de Enron, Worldcom, Tyco, Xerox o Qwest han minado la confianza de los inversores, hasta provocar una inversión del flujo de capitales. Los inversores institucionales han optado por recolocar sus activos; han salido de Estados Unidos para invertir en otros mercados como el asiático o el europeo. Ello, unido al menor ritmo de fusiones y adquisiciones transoceánicas, ha reducido el flujo de inversión hacia el país, aumentando el déficit de la balanza por cuenta corriente (en torno al 5% del PIB), reduciendo la demanda de dólares y, en consecuencia, provocando su depreciación frente a otras monedas.

Ante esta situación, la paridad euro/dólar se ha convertido en una posibilidad con fundamento, e incluso muchos analistas sitúan el euro entre los 1,05 y los 1,15 dólares para final de año. Y es en este contexto en el que ciertas clases de activos pueden comportarse mejor que otras, aunque teniendo siempre presente que la divisa no es el único factor que condiciona la evolución de las inversiones.

'Para los partícipes de fondos de renta fija, la manera más eficaz de protegerse contra una caída del dólar es simplemente invirtiendo en la zona euro', sostiene Fernando Luque, analista de Morningstar. 'Además, como indican los manuales de economía, un euro fuerte respecto al billete verde supone menos presiones inflacionistas para los inversores y consumidores de la zona euro, ya que los productos importados en dólares (entre los que figuran los productos energéticos, como el petróleo, con gran influencia en los índices de precios al consumo) se abaratan por el efecto divisa'.

Una menor presión sobre los precios se traduce en una menor presión sobre los tipos de interés, con lo que el Banco Central Europeo puede aguantar todavía varios meses antes de elevar el precio del dinero. Ello ha favorecido a los fondos de renta fija euro, que ganan de media en torno al 2% en los últimos tres meses. Los fondos de renta fija emitida en dólares, por el contrario, alcanzan pérdidas de hasta el 10%.

La fortaleza del euro frente al dólar, sin embargo, tiene dos caras, pues encarece las exportaciones de las compañías europeas. 'Hay que mirar compañía por compañía para ver cuál se ve beneficiada y cuál perjudicada. Claramente, a los exportadores no les beneficia', explica Ramón Pereira, director para España de Franklin Templeton. La preocupación entre las multinacionales europeas es creciente, ante la posibilidad de que el dólar se debilite más todavía. De un lado, algunas voces quitan hierro al asunto, al recordar que las exportaciones a EE UU suponen tan sólo un 16% del PIB. Otras, sin embargo, matizan precisamente que el sector exterior es el motor de la economía europea, que asiste a un estancamiento de la demanda interna.

En este sentido, una categoría de fondos que se puede ver favorecida por un dólar débil es la de compañías de pequeña y mediana capitalización europeas. Los grupos empresariales de tamaño reducido suelen centrarse en el mercado doméstico. Al ser reducida su exposición internacional, también lo es su exposición al riesgo divisa. Los fondos que invierten en multinacionales europeas de elevada capitalización, por el contrario, pueden sufrir los efectos de una ralentización del crecimiento de los beneficios de estas últimas, por el encarecimiento de sus exportaciones. 'En efecto, es posible, por no decir probable, que un dólar débil perjudique a las grandes compañías europeas y beneficie a las multinacionales americanas', afirma Fernando Luque. 'Las multinacionales estadounidenses verán mejorada su cuenta de resultados por la parte del negocio originado fuera de Estados Unidos', añade.

Los mercados asiáticos también se benefician de un dólar débil, en primer lugar, porque la salida de capitales de EE UU se está dirigiendo en buena medida hacia esta región. 'Los países con superávit en la balanza por cuenta corriente', principalmente Asia, 'deberían ver fortalecerse sus monedas frente al dólar. Eso permite a los bancos centrales relajar sus políticas monetarias, con lo que el aumento de liquidez debería impulsar la demanda interna', afirman en Merrill Lynch. Eso sí, los exportadores lo tienen más difícil.

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