Sommer planta cara al Gobierno y se opone a su relevo al frente de Deutsche Telekom
El relevo en la cúpula de Deutsche Telekom se ha convertido en una batalla a vida o muerte entre el Gobierno, dueño del 43%, y el actual máximo ejecutivo. Ron Sommer no está dispuesto a dejar la presidencia del ex monopolio alemán sin cobrar cara la pieza y el Ejecutivo es consciente de que destituirle ahora puede servir para ganar votos en las elecciones generales de septiembre, dado el alto número de inversores que han visto cómo sus acciones se desplomaban.
Las cartas están sobre la mesa y la carrera contrarreloj ha comenzado. El consejo que decidirá el futuro de Deutsche Telekom es el próximo martes, así que si algo falta es tiempo.
El Gobierno está encontrando serias dificultades a la hora de buscar sustituto. Varias personas se han negado y ahora se maneja una escueta lista, de dos, que incluye al presidente de TUI, Michael Frenzel, y Klaus Mangold, ejecutivo de DaimlerChrysler. Ninguno de ellos ha aceptado todavía, lo que representa un serio problema, ya que muchos de los consejeros se niegan a respaldar un cambio en la presidencia sin sustituto. No obstante, el sustituto podría conocerse hoy.
Sommer no se ha tomado muy bien estos movimientos y ha criticado abiertamente el intervencionismo del Gobierno en las empresas. Más allá de las declaraciones, el presidente de Deutsche Telekom ha pedido el apoyo de los empleados y ha hecho circular una carta para que la firmen. Su objetivo es publicar este documento, que ya cuenta con unas 18.000 adhesiones, en los periódicos de hoy.
Los sindicatos tienen, precisamente, la llave del futuro de Sommer. Las centrales cuentan con 10 de los 20 puestos del consejo, así que su posición será determinante.
Perdido el apoyo del Gobierno, Sommer se ha volcado a la desesperada con los sindicatos y los trabajadores, lo que resulta paradójico en quien ha protagonizado una reducción de plantilla de 100.000 personas desde la salida a Bolsa, en 1996.
La salida de Sommer de la presidencia de Deutsche Telekom está siendo mucho más complicada que la de otros directivos de ex monopolios europeos. Peter Bonfield, de BT, y Paul Smits, de KPN, le han precedido en el camino. Estas compañías han demostrado que un cambio de gestión puede devolver la confianza a los inversores.