Schröder niega que trate de reemplazar al presidente de Deutsche Telekom
El canciller federal de Alemania, Gerhard Schröder, negó ayer que esté ejerciendo su influencia para que se reemplace al presidente del consorcio de telecomunicaciones Deutsche Telekom, Ron Sommer, rodeado de críticas por el desplome sufrido por las acciones de la compañía.
Gerhard Schröder dijo en Hannóver que cualquier información en este sentido no es más que una especulación y afirmó que el único responsable de realizar cambios en la cúpula de la empresa es su consejo de vigilancia. Desde hace días, medios de comunicación alemanes difunden rumores relativos a que el Gobierno alemán, principal accionista de Deutsche Telekom, ha perdido la confianza en el jefe del consorcio y pretende presentar pronto a un sustituto para el máximo puesto directivo.
Un portavoz del Ministerio de Economía afirmó ayer, en referencia a la carta de los empleados de Deutsche Telekom publicada en varios periódicos, que la opinión del Gobierno es rechazar cualquier debate público sobre la sucesión de Sommer. 'El Gobierno expresará su opinión en el consejo de administración de la empresa y no a través de los medios de comunicación', afirmó el portavoz.
El vicepresidente del consejo de vigilancia de Deutsche Telekom, Rüdiger Schulze, afirmó, además, que hasta el momento nadie en la cúpula del grupo pudo constatar una actuación errónea de Sommer al frente de la compañía, con más de 250.000 empleados y que acumula deudas por 67.200 millones.
El consejo de vigilancia de Deutsche Telekom tiene previsto reunirse el próximo martes para decidir sobre el futuro de Sommer. Sin embargo, según fuentes cercanas a la empresa, no parece existir en el consejo una mayoría a favor de su destitución.
Varios diarios alemanes publican una carta abierta a página completa firmada por 18.000 empleados de la empresa, en la que critican la influencia política sobre la dirección de la compañía, que pertenece en un 43% al gobierno alemán.
'Si una de las mayores empresas alemanas se convierte en bola de juego político, Alemania como base de actividades económicas se ve dañada en general', afirman los empleados, quienes defienden la política llevada a cabo por Sommer, de 53 años y desde hace siete al frente de Deutsche Telekom.