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Inestabilidad

La desconfianza hacia los mercados emergentes sacude Turquía

Las turbulencias se ciñen de nuevo sobre Turquía. Cuando los indicadores económicos apuntaban que lo peor había quedado atrás y que sólo la incertidumbre que rodea el futuro del primer ministro, Bulent Ecevit, surgía como amenaza, la desconfianza generalizada de los inversores hacia los mercados emergentes ha vuelto a sacudir los mercados financieros turcos.

El riesgo-país ha subido en las últimas semanas hasta bordear los 1.000 puntos básicos, lo que lo sitúa en los niveles máximos de octubre de 2001 (970 puntos). La lira ha llegado a tocar mínimos históricos frente al dólar (1.670.000 unidades por billete estadounidense), aunque los positivos datos de inflación le hicieron caer ayer a niveles de 1.634.000 liras por dólar.

La última sacudida vino motivada por el comentario del ministro de Economía, Kemal Dervis, sobre las dificultades en que incurren los países que suspenden el pago de su deuda.

Pese a las aclaraciones hechas posteriormente por Dervis, en el sentido de que sólo se trataba de una advertencia a los agentes sociales para mostrar la necesidad de evitar esa situación, el nerviosismo se apoderó de los mercados. No en vano, Turquía es el primer deudor de los organismos de crédito internacionales, por delante de Argentina, y su deuda externa se situaba a finales de marzo en 117.500 millones de dólares (119.850 millones de euros)

Los analistas sostienen que las caídas registradas en otros países emergentes, y principalmente en Brasil, contribuyen decisivamente a la pérdida de confianza en Turquía.

El aumento del riesgo-país en las últimas semanas no ayudará a Turquía a reducir el coste del servicio de la deuda interna, que ascendía a 112,7 billones de liras (78,5 millones de euros) a finales de mayo. La débil salud de Ecevit, que ha estado hospitalizado últimamente en varias ocasiones, hace temer un adelanto electoral y el riesgo a un impago de la deuda.

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