Convocados ocho días de paro en la hostelería de Baleares
La convocatoria de huelga en Baleares se suma a la que han anunciado los sindicatos en la Costa del Sol, en este caso de nueve días. En la Costa del Sol los paros han sido fijados para los días 24 y 25 de julio y 1, 2, 6, 7, 20, 21 y 22 de agosto, y también motivados por las dificultades para cerrar un acuerdo salarial en el convenio colectivo.
Los sindicatos exigen un aumento salarial del 6% para el primer año más la revisión del IPC para los siguientes mientras que los empresarios están dispuestos a aumentar los sueldos un 2%. Los sindicatos exigen además cláusulas de garantía salarial, por si el IPC supera la subida pactada, así como una reducción de la jornada laboral. La reunión mantenida ayer para tratar de cerrar el convenio de hostelería se saldó con desacuerdo ante la disparidad de posturas de sindicato y patronal. En la Costa del Sol, además de las diferencias salariales, las centrales quieren fijar en convenio el porcentaje de trabajadores fijos y de fijos discontinuos de las plantillas.
Verano caliente
Mientras los sindicatos ya llevaban días hablando de un verano 'caliente', el sector empresarial hotelero teme que esta huelga sea la puntilla para una de las peores temporadas turísticas de los últimos años. Tanto el Gobierno balear como la Federación Hotelera de Mallorca reconocen que las perspectivas de negocio han caído este año en torno al 15%, derivado del importante descenso en el número de turistas. El Gobierno autónomo achaca este descenso a la difícil situación económica que atraviesa Alemania, el principal país emisor de turistas, y a la desconfianza generada por los sucesos del 11-S. Los responsables del Ejecutivo ponen, como prueba de ello, el descenso similar que se ha dado en otros destinos turísticos competidores.
Sin embargo, los empresarios del sector creen que un factor esencial para entender el descenso de turistas durante esta temporada ha sido la puesta en marcha del controvertido impuesto turístico, que grava con un euro diario las pernoctaciones en un hotel, y la mala propaganda que este tributo ha dado a Baleares tanto en el mercado alemán como entre los potenciales turistas ingleses.
Los hoteleros de las islas quieren compensar este descenso de turistas de la Unión Europea con la promoción de Baleares en el mercado nacional, por lo que ven con enorme preocupación la convocatoria de esta huelga en plena temporada alta.