Los especuladores hacen su agosto con los valores más desahuciados de la Bolsa
Existe un dicho muy extendido entre los bolsistas: comprar con el rumor y vender con la noticia. Aunque a veces no hace falta que suceda ni una cosa ni la otra. Muy pocos se explican por qué Avánzit, una compañía que camina al borde de la quiebra, se disparara un 133% en dos jornadas. Tampoco hay razones objetivas que justifiquen las alzas de Tecnocom en las últimas sesiones.
El movimiento más especulativo del mes lo ha protagonizado Avánzit. La antigua Radiotrónica se declaró en suspensión de pagos el 30 de mayo. La acción, que ya había perdido hasta entonces el 90% en el año por su maltrecha situación financiera, cayó el 6 de junio por debajo de un euro, para subir en las tres sesiones siguientes un 174%. El miércoles corrigió el 33,6% y el jueves subió el 16,87%.
Las subidas de Avánzit han estado apoyadas en la posibilidad de que la compañía alcance un acuerdo con sus acreedores. Sin embargo, no existe ninguna causa objetiva que haga pensar en una pronta solución a los problemas financieros de Avánzit. 'Es un rebote especulativo. Invertir ahora en Avánzit es como comprar un billete de lotería', opina Susana García del servicio de estudios de Gaesco.
En la misma línea se mostraban los expertos de Crédit Lyonnais, quienes recomiendan a los inversores no dejarse llevar por las alzas registradas. 'Hay que ser muy prudentes con el valor, su futuro está en manos del SCH, que es el mayor acreedor, y que por el momento no ha mostrado su intención de llegar a un acuerdo'. Estos analistas explican, no obstante, que no todo está perdido para Tecnocom, y recuerda otros casos, como Puleva o Fosforera, que lograron superar una situación similar. 'Aunque éste es un proceso que lleva su tiempo y pasa por rediseñar por completo el modelo de negocio para convencer a los inversores', subrayan en Crédit Lyonnais.
Avánzit no se quedó sola en el corrillo chicharrero de la semana pasada. Tecnocom, una compañía que no tiene los problemas de Avánzit pero que en el último trimestre presentó unas pérdidas netas de 873.000 euros, subió en dos sesiones un 24%. Razones objetivas, ninguna, sólo rumores 'de posibles operaciones corporativas', según comentaron algunos operadores. Lo único cierto es que los títulos de Tecnocom llevaban antes del repunte 11 sesiones seguidas en negativo a la baja y la situación actual de las telecos, sector donde se posicionó la compañía hace dos años, no invita al optimismo.
Los analistas explican que todos estos movimientos tienen mucho que ver con la actual situación del mercado. 'A falta de otros incentivos, las Bolsas se han vuelto muy especulativas. Pero España no es un caso aislado. En EE UU, los valores conocidos como penny stocks (cuyo precio no llega a un dólar) están sufriendo volatilidades espectaculares. Pero cuidado, este tipo de dinero tal como entra sale', explica Jordi Falgueras, responsable del departamento de estudios de Gaesco.
Mercado aburrido
Para Laura Rambau, de Eurodeal, este tipo de operaciones son 'un síntoma de que el mercado está aburrido'. Según Rambau, los inversores están ansiosos por arañar algo de rentabilidad. Como Falgueras, advierte que no hay causa objetiva para apostar por ellos, con el riesgo de que a la hora de vender todos se retiren al mismo tiempo y lleguen los batacazos.
Las ganas de ser arrastrado por una corrientes alcista, por efímera que esta sea, se han visto reflejadas también en Picking Pack. Esta compañía ha logrado volver a la rentabilidad tras su ruinosa apuesta en Internet, pero sigue siendo un valor inestable que sube a golpe de comunicado.
Las alzas registradas en mayo por Picking Pack (+30%), apoyadas por los buenos resultados, no tuvieron continuidad. La acción fue perdiendo gas hasta que el jueves repuntó un 11,11%. Una nota de la compañía recordando que se dedicará de lleno a la reprografía y unas expectativas de resultados optimistas estuvieron detrás de las subidas. El viernes corrigió el 2,31%.
Los expertos critican la pasividad de la CNMV
La actitud de los reguladores para evitar que la Bolsa española esté dominada por el rumor y la filtración es, a juicio de algunos expertos, deficiente. El ejemplo de Jazztel es significativo. El miércoles, Cinco Días publicó que los bonistas de Jazztel habían llegado a un acuerdo con la compañía para el canje de deuda por acciones. Sin embargo, la CNMV no suspendió la cotización del valor hasta una hora después de la apertura, tiempo suficiente para que los especuladores camparan a sus anchas y el valor subiera un 32,21%.
'El chicharreo es algo inherente a la Bolsa, pero es cierto que una relación más estrecha de las empresas con el regulador eliminaría algunos de estos movimientos, por ejemplo el de Jazztel del miércoles, que merecía un hecho relevante a primera hora de la mañana', apunta un operador de una firma de valores española que pide no ser identificado. Aunque el margen para especular con Jazztel no terminó ahí.
La revalorización situó las acciones a un precio muy superior al que estas tendrán una vez se produzca el canje, que lleva consigo una fuerte dilución del capital. Algunos calculan que, tras el intercambio de bonos por acciones, el precio no debería ser superior a 1,4 euros, lo que supone un retroceso potencial del 50% respecto al precio del miércoles. ¿Por qué corrigió entonces sólo un 29% entre el jueves y el viernes? Porque vuelve a arreciar el viejo rumor sobre una fusión con France Télécom, ahora que Jazztel no supondrá ninguna carga de deuda.
¿Quién saca partido de todos estos movimientos? 'Muy pocos', apunta el mismo operador. 'El nerviosismo de los pequeños inversores está a flor de piel. Algunos llaman cuando ven que el valor sube como la espuma y se enteran de que, además, la firma de la que son clientes es una de las que más está comprando. Piden explicaciones de por qué no se les avisa, y cuando quieren entrar ya es tarde', concluye este intermediario.