Volantes virtuales para entrenar sin riesgos
Los simuladores permiten pilotar un avión, conducir un tren o manejar maquinaria recreando situaciones de riesgo o averías sin poner en peligro ni equipos ni vidas
El Ejército estadounidense se ha valido de la simulación para reconstruir los atentados perpetrados contra el Pentágono el pasado 11 de septiembre. El objetivo es crear materiales de construcción más resistentes. A miles de kilómetros, Metro Bilbao entrena a sus conductores con un sistema que recrea la línea 2 del suburbano vasco. æpermil;stos son sólo dos ejemplos de las soluciones desarrolladas por Silicon Graphics (SGI) e Indra respectivamente, compañías dedicadas a un negocio, el de los simuladores, que mueve unas cifras anuales en todo el planeta superiores a los 1.600 millones de euros, según fuentes de SGI.
Este mercado tiene su mayor exponente en EE UU, país donde nace de la mano del sector de la aeronáutica de defensa. En España valgan como ejemplos los desarrollos de Indra para Metro Bilbao y la EMT (Empresa Municipal de Transportes de Madrid). El primero es un simulador de conducción que reproduce las líneas 1 y 2 del metro bilbaíno, un total de 59 estaciones, y que ofrece a los conductores una herramienta tanto para su formación inicial en conducción como en la resolución de más de 200 averías. Por su parte, el de la EMT es el primer simulador de conducción de autobuses urbanos. Según Indra, permitirá 'prevenir riesgos, evitar pérdidas de productividad y ahorrar costes al reducir el uso de los autobuses para las prácticas'.
La principal ventaja que ofrecen los simuladores a las empresas es el ahorro de costes derivados de la utilización de equipos reales. 'Los simuladores permiten formar a personal en situaciones límites que no podrían realizarse de otra forma', comenta Rafael Castillo, director del departamento de investigación y desarrollo de Nextel, compañía que ofrece desarrollo y soporte de sistemas de simulación.
Para Francisco Recober, jefe del centro de circulación y conducción Madrid-Delicias de Renfe, 'cuanto más preparados estén nuestros profesionales menos posibilidades de accidentes hay'. Sin embargo, no todas las simulaciones son visuales y dirigidas al entrenamiento de profesionales. Existen sistemas de computación que se utilizan en sectores como el automovilístico o el aeronáutico. 'Los sistemas de computación tienen aceptación entre los fabricantes de automóviles en las simulaciones de impacto', comenta Silvia Soriano, responsable de defensa de SGI. 'Los sistemas de computación están controlados por superordenadores que realizan grandes ecuaciones en base a unas coordenadas. æpermil;stos son capaces de calcular los daños que se producen en el vehículo, en los pasajeros, el conductor, etcétera, sin necesidad de invertir en prototipos para cada prueba', asegura.
Un proyecto ambicioso se lleva a cabo en Europa de la mano de Eurofighter Simulation Systems (ESS). Esta compañía, en la que participan empresas de Reino Unido, Alemania, Italia y España, es la encargada de proporcionar el sistema de simulación del proyecto ASTA para el Eurofighter Typhoon, el que será el primer avión de combate europeo. ASTA utilizará 32 simuladores capaces de trabajar conjuntamente en varias bases aéreas.
La colaboración remota incide en que varios centros en distintas zonas puedan trabajar en la misma simulación. Soriano, de SGI, matiza que 'el objetivo no es sólo poder ver lo mismo al mismo tiempo y en lugares remotos, sino interactuar entre centros'. Con este avance las compañías encuentran en la simulación un nuevo ahorro en costes, derivado esta vez del desplazamiento de los empleados.
Renfe aúna conducción y circulación
El centro de circulación y conducción Madrid-Delicias de Renfe es pionero en el mundo de la simulación al conseguir combinar un sistema de conducción y otro de circulación.
Precisamente, ésa es su principal peculiaridad. 'Aunque existen ambos simuladores en otros lugares, éste es el único del mundo que combina la conducción y la circulación', asegura Francisco Recober, responsable de este centro.
El simulador de circulación está dirigido al personal de estación, mientras que el de conducción es para maquinistas de trenes. 'En él se hacen ejercicios de seguridad, respuesta ante imprevistos que lógicamente no podemos ejecutar en la vida real. Aquí provocamos fallos en los semáforos, averías, etcétera', asegura Recober.
El simulador integrado de Renfe, por el que ya han pasado 2.000 profesionales, tiene capacidad para que 22 personas lo usen simultáneamente. 'Tenemos previsto que cada tres años toda nuestra plantilla pase por aquí'.
En este centro también se están haciendo pruebas de RTMS, el nuevo sistema de señalización y bloqueo de la Unión Europea que unificará este sistema en todo el continente.