La volatilidad implícita
Esta medida, que indica la volatilidad que está incorporada en el precio de las opciones, permite conocer cuándo hay que tomar posiciones compradoras, si esperamos que este ratio vaya aumentar, o vendedoras, en caso contrario
La volatilidad de las acciones es una medida del riesgo que resume las diferencias que se producen en los precios. Un valor cuyos precios se mueven mucho tiene un mayor riesgo que aquel cuyos precios varían poco, y también tiene una mayor volatilidad. La llegada al mercado de información sobre el futuro de la empresa es, según algunos, lo que causa las variaciones en los precios de las acciones. Según otros es el volumen de la negociación. De hecho, hay estudios que demuestran que la volatilidad de los títulos es mayor cuando los mercados están abiertos que cuando están cerrados.
El hecho es que la volatilidad del subyacente influye en la valoración de opciones. Todos los modelos de valoración incorporan de alguna forma este parámetro. Cuanto mayor es la volatilidad, mayor es la posibilidad de que las opciones ganen dinero, ya sean puts o calls. Es decir, mayor es la posibilidad de que el subyacente se mueva en la dirección que beneficia a la opción. La consecuencia es que una mayor volatilidad encarece las primas de las opciones, y viceversa.
Pero la volatilidad no se puede observar como se observa el precio de las acciones, hace falta estimarla. Una posibilidad es hacerlo a partir de una serie de precios históricos de las acciones, y esto lo puede hacer el inversor. Sin embargo, hay puntos conflictivos. Primero está la longitud de la serie histórica que debemos usar. Más datos llevan a mejores estimaciones de la volatilidad, pero la volatilidad cambia con el tiempo, y es muy probable que datos muy antiguos no sean relevantes para el momento actual. Segundo, usando una volatilidad histórica suponemos que el riesgo del pasado es un estimador del riesgo del futuro, hipótesis muy cuestionable.
Hay otro enfoque, muy usado en el mercado, que es el de la volatilidad implícita, que está incorporada en el precio de las opciones observado en el mercado. La volatilidad se estima indirectamente, al ser un dato que se infiere de los precios de las opciones que hay en el mercado (en el enfoque anterior estimábamos primero la volatilidad y luego calculábamos los precios de las opciones; con este enfoque es al contrario). Lo positivo de esto es que nos dice lo que el mercado opina de la volatilidad del subyacente y que se trata de una volatilidad hacia delante, ya que indica la volatilidad que el mercado espera hasta el vencimiento de la opción en cuestión.
Una vez que hemos tomado contacto con la volatilidad implícita podemos beneficiarnos de ella mediante estrategias con las opciones. Veamos algún ejemplo: se espera que el flujo de noticias sobre Telefónica aumente en los próximos días y con él la volatilidad del título. En el mercado de las opciones at the money (cuyo precio de ejercicio es igual al precio de las acciones de Telefónica hoy) con vencimiento el 21 de junio tienen una prima de 1,03 euros para las calls y una prima de 0,3 euros para las puts, con una volatilidad implícita del 44% (la volatilidad histórica es más baja, está alrededor del 33%).
Si la volatilidad implícita sube, por ejemplo, al 55%, las primas de las calls subirían hasta 1,2 euros y las de las puts, hasta 0,4 euros. Una forma de beneficiarse de este movimiento es comprar opciones hoy y venderlas cuando suba la volatilidad. Si la volatilidad baja al 35%, los precios de las calls bajarían a 0,95 euros y los de las puts, a 0,15 euros, en este caso la forma de sacar provecho es vender opciones. Vendemos cuando la volatilidad está alta y recompramos cuando están baratas. En los dos ejemplos logramos beneficios.
Una última aclaración: cuando hablamos de movimientos en la volatilidad es necesario que éstos se produzcan en el corto plazo, ya que la vida de la opción es limitada y a medida que nos acercamos a su vencimiento terminan las posibilidades de ganar dinero por una subida en la volatilidad.
En resumen, cuando esperamos que la volatilidad aumente hay que tomar posiciones compradoras, ya que el precio de las opciones aumenta y logrará un beneficio mediante la venta de las primas que compró más baratas. Si espera que la volatilidad de las opciones baje hay que tomar posiciones vendedoras, ya que el precio de las opciones baja y habrá vendido caro algo que, más adelante, puede comprar más barato.
La 'call' de Acesa se revaloriza un 452,63%
El mercado de contado ha estado esta semana del lado de los inversores que, en derivados, confiaron en las caídas de los activos subyacentes a través de opciones de venta.
Un ejemplo de las revalorizaciones que han podido lograr los inversores con las puts es el comportamiento que ha experimentado la opción de venta de Terra. La caída que ha experimentado el activo subyacente, del 9%, ha propiciado que la prima de la put, con precio de ejercicio 6,75 euros y vencimiento el 21 de junio, haya pasado de 0,40 euros a 0,76 euros. De ahí que la opción de venta sobre la tecnológica se haya revalorizado un 90%.
La caída que ha registrado la matriz, Telefónica, del 5,38% en la semana, también se ha reflejado en el comportamiento que ha desarrollado la opción de venta, que ha subido un 60%.
No obstante, las mayores ganancias en el mercado de derivados han estado, una semana más, en las opciones de compra.
El ascenso que ha registrado Acesa esta semana, del 9,38%, motivado por los movimientos corporativos anunciados el lunes, ha provocado que la opción de compra sobre la concesionaria de autopistas se haya revalorizado un 452,63%. Todo ello gracias a que la prima de la call, con precio de ejercicio 10,50 euros y vencimiento el próximo 21 de junio, ha pasado de valer 0,19 euros a 1,05 euros. Una vez más, ha quedado demostrado que las operaciones corporativas también se cotizan en los derivados.
En los futuros han predominado las pérdidas esta semana. La mayoría han disminuido su precio. Destaca en este apartado el futuro sobre Terra, sus compradores han perdido un 37,93%.