Bush y Putin firman el tratado de desarme que entierra la guerra fría
Los presidentes de EE UU, George Bush, y Rusia, Vladimir Putin, firmaron ayer un histórico acuerdo de reducción del armamento nuclear que pone fin al enfrentamiento de los años de guerra fría y que abre un nuevo panorama de relaciones políticas y económicas entre las dos potencias, según dijeron ambos líderes.
El denominado Tratado de Moscú supondrá una reducción en dos tercios del arsenal nuclear de las dos potencias en los próximos 10 años, el primer acuerdo de este tipo desde 1993.
Bush destacó que el acuerdo 'es un documento que dice que hay una nueva era delante de nosotros'. Pero este escenario de concordia no supone el fin de las diferencias entre Moscú y Washington, como quedó en evidencia con la política hacia Irán. Putin defendió que la cooperación rusa con ese país, que EE UU ha incluido en su eje del mal, se limita al sector energético.
Moscú tiene un contrato con Teherán para la construcción de un reactor nuclear por 800 millones de dólares (872 millones de euros) y Putin recordó que Washington hizo lo mismo con Corea del Norte, país ahora cuestionado por EE UU.
Pese a todo, Bush expresó el respaldo de su país a la integración de Rusia en la economía mundial, a través de su ingreso en la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su previsible redenominación como economía de mercado por EE UU el próximo 14 de junio.