'Me siento plenamente independiente de las decisiones del Gobierno'
Carmen Alcaide Guindo lleva, a sus 46 años, el análisis estadístico en sus venas. Economista de profesión e hija del que muchos consideran como padre de la estadística moderna en España -Julio Alcaide Inchausti-, ha pasado gran parte de su vida profesional entre informes macroeconómicos. Ha sido responsable de los servicios de estudios del Banco de Bilbao y del ICO. Desde el 30 de junio de 2000 es presidenta del INE, instituto que depende orgánicamente del Ministerio de Economía.
Pregunta. ¿Qué cambios introducirá el INE en la presentación de la contabilidad nacional del primer trimestre de este año, que se publicará el 29 de mayo?
Respuesta. Siempre se han publicado los datos de tres formas: en tasa bruta, desestacionalizada y en ciclo-tendencia. Así se seguirán publicando, pero a partir de mayo daremos prioridad al análisis desestacionalizado en vez del ciclo-tendencia. Se hace para adaptarnos a la UE y poder comparar datos. El de ciclo-tendencia es un análisis posterior que suaviza la evolución de las variables, pero, en mi opinión, no es el más correcto para utilizar. Esto se ha venido haciendo durante bastante tiempo porque no se disponía de una información suficiente para utilizar las otras.
P. ¿Nos tendremos que habituar a que el PIB varíe más?
R. Sí. Las tasas trimestrales desestacionalizadas son mucho más fluctuantes en el tiempo, con cambios más bruscos, en la línea de lo que ocurre en EE UU. Ahora bien, todo hay que interpretarlo correctamente. El ciclo-tendencia seguirá sirviendo para otros análisis. Es un indicador retrasado de cambio de ciclo, que necesita varios trimestres subiendo o bajando más intensamente para marcar tendencia.
Es válido para comprobar si se consolida o no una recuperación económica.
P. A posteriori, ¿tiene la impresión de haber cometido algún error con la publicación del nuevo IPC en enero?
R. Creo que sí y trataremos de aprender de ello. El error proviene de cómo hemos comunicado las cosas, de la política informativa. No nos esperábamos una reacción tan intensa, debida, en parte, a la coincidencia del nuevo IPC con la llegada del euro y su efecto sobre el redondeo de los precios. Debimos haber explicado mejor el cambio, con notas informativas más amplias. En segundo lugar, aunque insisto en que el INE no puede dar dos índices de precios oficiales porque crea complicaciones jurídicas importantes, sin embargo, sí podíamos haber dado -lo que hemos venido haciendo después- las tasas mensuales.
Por otra parte, hemos llegado a un compromiso para que cada vez que haya un cambio metodológico importante, dar una rueda de prensa para explicarlo. Y sin valoraciones políticas.
P. ¿Se siente independiente de las decisiones del Gobierno?
R. Plenamente. El INE, no ahora, siempre, ha sido independiente en la elaboración de las estadísticas. Eso sí, los Gobiernos han sido siempre los primeros de la lista en conocer los datos, aquí y en todos los países, pero eso no tiene que ver con la independencia. Cuando tenemos que dar una noticia, la damos, ya sea buena o mala.
P. ¿Qué proyectos tiene el INE en mente?
R. Está pendiente el cambio de base (al año 2002) en producción y precios industriales. Se hará con el dato de enero de 2003, que publicaremos en febrero del mismo año. Por otra parte, tenemos también cambios en la contabilidad nacional, aparte de dar énfasis a las tasas desestacionalizadas. Está pendiente un cambio de año base (del año 1995 al año 2000). Nos hemos fijado el último trimestre de 2003 como límite para ultimar la nueva base. Intentaremos que sea antes. Además, haremos una revisión profunda de la incidencia de la nueva EPA en la medición del valor añadido de la economía, en sectores como construcción y servicios.
P. ¿Habrá mejoras en la medición de la productividad y la calidad de los bienes?
R. No creo que dé tiempo. Pero si el grupo de trabajo de la UE llega a algún acuerdo en algún sector concreto como la inversión en bienes de equipo, haremos caso de sus recomendaciones.
P. ¿Hay preocupación por la ampliación al Este y su incidencia estadística?
R. Sí, aunque ya hemos andado parte del camino. Hay países que llevan años trabajando ya la armonización con Eurostat. De hecho, en el último comité estadístico de la UE estuvieron invitados los candidatos a la adhesión. Hay expertos españoles que se han trasladado a estos países para ofrecer experiencia.
P. ¿Seguimos siendo el país más envejecido del mundo como dice la ONU?
R. No. Esas aseveraciones derivan de proyecciones de población anticuadas, que no tienen en cuenta la inmigración. España cuenta con casi 2 millones de inmigrantes, contando los últimos regularizados, que inciden sobre el aumento de la población activa y la natalidad. Las inmigrantes tienen más hijos, una vez que se estabilizan económicamente. En cinco años veremos un cambio sustancial en la tasa de natalidad.
P. ¿Cómo va la elaboración del censo de población?
R. En julio queremos tener ya una estimación de la población por municipios. A final de año tendremos los datos más detallados, por edades. En 2003 haremos la explotación total y un estudio sobre la emigración.
P. ¿Ha habido problemas en el trabajo de campo?
R. Contratamos a más de 40.000 personas en un plazo muy corto. Hemos tenido que prolongar la recogida de datos en zonas como las islas o Girona, lo que tendrá un coste adicional al previsto.
En breve, nuevo indicador sobre reserva laboral
Carmen Alcaide explica que hay un proyecto de reglamento en Eurostat para elaborar un nuevo indicador, que se llamará la 'reserva laboral', aplicado a las personas que no trabajan ni buscan empleo, pero que en determinadas condiciones estarían dispuestas a trabajar. La nueva EPA ya contendrá esta información. El INE publicará el nuevo indicador, por separado cuando Eurostat dé el visto bueno, 'dentro de seis meses, al menos'.
Alcaide considera que la nueva EPA, que se publicará a partir del 16 de mayo, generará polémica en función de la utilización que se haga. 'Es una mala suerte que haya coincidido con la reforma del subsidio del paro', dice. Los cambios que se introducirán se deben a tres motivos. Una mejor medición de la inmigración, una reponderación de la población activa por edades, y la aplicación del reglamento comunitario por el que varían las exigencias para que una persona sea considerada como parada a efectos estadísticos. A partir de ahora, además de estar sin empleo la persona deberá indicar que lo está buscando activamente. El efecto final de estos cambios es un aumento del número de activos, ocupados, y la disminución del número de inactivos y parados.
Alcaide señala que el INE dará las series históricas de 25 años atrás de la EPA, con las correcciones según el modelo de población actualizado. 'Hay un problema: no podemos saber qué habrían respondido los parados antes del año 2001 a la pregunta de si buscaban trabajo o no. Este vacío sólo se sabrá con estimaciones, que el INE no va a hacer', dice.