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BCE

La UE se decanta por el control político de la supervisión financiera

La integración de los mercados financieros de la Unión Europea, prevista para el año 2004, exigirá un replanteamiento de la supervisión bancaria para garantizar la coherencia de las diferentes autoridades nacionales.

Los ministros de Economía acometieron ayer los primeros pasos de esa reforma y se decantaron ya por un sistema basado en 'el adecuado control por parte de las instituciones de la Unión Europea, en particular el control político del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas'. Es decir, por ellos mismos.

El Banco Central Europeo preconiza, en cambio, una supervisión exenta de la influencia política y reservada preferentemente a los bancos centrales nacionales, todos ellos independientes en la zona euro.

Sin embargo, los ministros de Alemania y Reino Unido, Hans Eichel y Gordon Brown, segaron esos avances de Francfort con una carta enviada al presidente de turno, Rodrigo Rato, el pasado mes de abril.

En vísperas de la cumbre de ministros celebrada en Oviedo el 13 de abril, la misiva de Eichel y Brown proponía que la nueva supervisión estuviese inspirada en claros principios como 'el control político de los ministros de Economía'.

Los aludidos se hicieron eco ayer de esa propuesta y refinaron el mandato dirigido a sus expertos y a la Comisión Europea.

El ministro español, Rodrigo Rato, prefería esquivar en rueda de prensa la inspiración angloalemana. 'Todo el mundo ha aportado cosas al texto, que se basa en la posición de todos los Estados miembros'. 'No creo que se deban detectar posiciones contradictorias', señaló, 'en la medida en que estamos de acuerdo en que las autoridades nacionales con responsabilidad en la materia estarán representadas en el debate y habrá una limitación clara de la información que se va a trasmitir en función del mandato de la directiva sobre intercambio de información sobre estos temas'.

Informe en junio

Bruselas deberá presentar en junio un informe sobre las prácticas de supervisión que garantizan la aplicación uniforme en toda la UE de las normas bancarias. El Comité Económico y Financiero (donde están representados los 15 Estados miembros) concluirá además en septiembre de este año propuestas concretas sobre el futuro modelo de supervisión.

En ambos casos, los ministros exigen que las hipótesis de trabajo respeten los modelos de regulación existentes y que se preserve el control político de los reguladores.

A partir de esos principios no se excluye ninguna posibilidad, ni siquiera la creación de una autoridad europea que siga el modelo de la Financial Services Authority del Reino Unido, responsable único del control de todos los sectores financieros en aquel país.

'Hay mucho trabajo por hacer', asumía ayer el encargo el comisario de Mercado Interior y Fiscalidad, Frits Bolkestein. Y 'hay que hacerlo rápido porque el estatus de la supervisión bancaria debe quedar claro lo antes posible'.

'El mandato es muy claro', apuntaba Rodrigo Rato, presidente del Consejo de Ministros de la UE durante este semestre. 'Coherencia con el Tratado de la UE (...), control político adecuado (...) y respeto a los modelos existentes a nivel nacional para la distribución de funciones reguladoras y supervisoras'.

Según señaló Bolkestein a Reuters, hay dos aspectos en los que deberá centrarse especialmente el Comité Económico y Financiero. Por un lado, la llamada 'estabilidad financiera' (es decir, cómo evitar la caída en crisis de los bancos). El otro punto es 'el papel que debe jugar el proceso de Lamfalussy' para mejorar la coordinación de los Quince.

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