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Contabilidad

La renta per cápita española se sitúa en 13.729 euros, un 5,6% más

La renta nacional neta disponible per cápita de España alcanzó los 13.729 euros (12.356 dólares) en 2001, un 5,6% más que en 2000, según datos difundidos ayer por la Contabilidad Nacional de Estadística. El informe destaca también que la tasa de ahorro de las familias creció ligeramente en 2001, pero sigue en valores históricamente bajos: 9,7% de la renta disponible.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo ayer pública la primera estimación de la evolución de la renta nacional disponible neta per cápita en el ejercicio de 2001, utilizando datos de población fruto de las proyecciones del propio instituto basadas en el censo de población de 1991; así, la población en 2001 dada por buena por Estadística es de 40.266.000 españoles. Con tal estimación, la renta per cápita de los españoles llegó a 13.729 euros (12.356 dólares al precio de ayer en los mercados de divisas, de 0,90 dólares por euro).

El crecimiento de la renta per cápita fue del 5,6%, desde los 12.999 euros de 2000, para una población de 39.927.000 españoles. En 1995 la renta per cápita de los españoles era de 9.727 euros. La renta disponible neta total en 2001 fue de 552.791 millones de euros, frente a 518.999 en 2000, según el INE.

Por lo que se refiere a la renta nacional bruta, llegó a 642.029 millones de euros, de los que 325.084 millones de euros fueron remuneraciones de los asalariados, un 50,62% del total. El excedente de explotación bruto llegó a 260.607 millones de euros, un 40,49% de la renta nacional bruta. Según la serie aportada ayer por el Instituto Nacional de Estadística, la participación de los salarios en la renta nacional ha estado en el 50% o ligeramente por encima en los últimos siete años.

Hay que recordar que los datos aportados ayer por el Departamento de Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística son sólo una primera estimación en lo referente al año 2001, y que ni siquiera los datos de 1998 son definitivos, puesto que se trata también de una estimación provisional, así como los correspondientes a 1999 y a 2000.

Necesidad de financiación

El producto interior bruto a precios de mercado de la economía española creció un 6,8%, y la renta nacional bruta aumentó a un ritmo del 6,7%, dado que en dicho periodo el saldo de rentas primarias netas pagadas al resto del mundo aumentó un 18,6%, desde 6.900 a 8.200 millones de euros. Asimismo, el consumo de capital fijo (los activos fijos consumidos) aumentó un 7,6% en 2001 y el saldo de transferencias corrientes con el resto del mundo fue prácticamente nulo, como en 2000, según el Instituto Nacional de Estadística.

Por lo que se refiere a la necesidad de financiación exterior, la economía española necesitó en 2001 12.200 millones de euros, lo que supone casi 3.000 millones de euros menos que en 2000, cuando la necesidad de financiación en el exterior llegó a 15.100 millones de euros (algo más de 2,5 billones de pesetas).

Este descenso de la necesidad de financiación se produjo como consecuencia del mejor tono mostrado por las Administraciones públicas, que redujeron su déficit de 2.100 a 200 millones de euros, y especialmente de las instituciones financieras, que casi duplicaron su superávit, al pasar de 4.300 a 8.100 millones de euros.

Por su parte, los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares mantuvieron prácticamente estacionaria su posición financiera en 2001. Por lo que se refiere al resultado de las sociedades no financieras, fue el más desfavorable, aumentando en más de 3.000 millones de euros la necesidad de financiación del sector.

Se estanca el ahorro

En cuanto al crecimiento de la renta generada por los hogares, ha sido similar al del gasto originado por aquéllos, por lo que su tasa de ahorro se mantienen en unos registros similares a los del año precedente. En concreto, el crecimiento es de una décima, al pasar del 9,6% al 9,7%.

Tras este comportamiento se frena el continuo descenso de la tasa de ahorro de las familias sobre su propia renta disponible, que había caído vertiginosamente desde el año 1996. En aquel año las familias ahorraron el 14,3% de su renta disponible. Ya en el año 2000 la tasa de ahorro de los hogares se situó por debajo del 10% de su disponibilidad de gasto.

Este fuerte descenso de las tasas de ahorro de los hogares ligado a un fuerte crecimiento de la economía está motivado por el fuerte endeudamiento tomado por las familias, especialmente para hacer frente a la adquisición de viviendas.

Así, desde el ejercicio 1995 la tasa de ahorro desciende a un ritmo de al menos un punto al año, e incluso muy superior en el ejercicio 1999, en el que descendió 1,5 puntos. En el último ejercicio únicamente se ha recuperado en una décima.

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