Un trimestre lleno de dudas
Oriente Próximo, Argentina y los resultados empresariales marcarán la evolución de la Bolsa a corto plazo. Las principales apuestas de los analistas para este trimestre son valores de mediana capitalización, con la única excepción de Telefónica
A largo plazo las casas de análisis no tienen duda del atractivo de la renta variable en la medida en que se vayan confirmando las buenas perspectivas sobre la recuperación económica. Sin embargo, a corto plazo señalan que el segundo trimestre del año, sobre todo los meses de abril y mayo, será un periodo de movimientos laterales de los mercados y caracterizado por una gran volatilidad alimentada por las incertidumbres derivadas de la situación en Oriente Próximo, el alza del crudo, y, en el caso español, Argentina. 'No esperamos grandes movimientos en los mercados. Si acaso, pueden proseguir las caídas para luego sentar las bases de una recuperación que esperamos que sea duradera', explica Ignacio Lecanda, analista de Popular Bolsa.
En función de este contexto, la mayoría de las firmas de Bolsa aconsejan estar ligeramente sobreponderados en renta variable, aprovechando nuevas caídas en algunos valores que ya están muy castigados para entrar a buen precio, e incrementar el perfil de riesgo de las carteras a medida que se confirme que la recesión económica queda definitivamente atrás y se estabilice la situación política internacional. 'Con la actual coyuntura del mercado y mirando a un plazo de tres meses, se podría estar parcialmente invertido en activos sin riesgo hasta el momento de ver el traslado a los mercados de la recuperación que esperamos que comience a notarse en la segunda mitad del año, por lo que para los inversores más tranquilos serían aconsejables proporciones del 40% en renta variable y del 60% en renta fija, y a la inversa para los que tengan un perfil de riesgo mayor', señala Fernando J. Fernández, del departamento de análisis de Consors.
El Ibex 35 fue el índice europeo que peor se comportó en los tres primeros meses de 2002 y los analistas creen que esta tendencia continuará en el segundo trimestre del ejercicio, ya que, aunque la exposición a Argentina está en gran medida descontada en el precio de los grandes valores con intereses allí, no se descartan nuevas sorpresas negativas provenientes de esta región. 'Durante los próximos meses la difícil situación argentina impedirá que la Bolsa española recupere el mismo ritmo que sus homólogas europeas, más sensibles a la recuperación económica de EE UU. Por tanto, a corto plazo no descartamos un comportamiento del Ibex peor que otros índices europeos', según Inmaculada Vadillo, directora de análisis y gestión de Altae. La división de banca privada de Caja Madrid sitúa el objetivo del Ibex para el segundo trimestre en un rango entre los 8.400 y los 8.600 puntos, lo que supone un potencial de subida comprendido entre el 4,6% y el 7,13%. Consors es más optimista y señala que el selectivo puede acabar el trimestre entre 8.900 y 9.000 puntos.
El periodo de presentación de resultados empresariales, que comienza la semana que viene, marcará en buena medida la evolución de la Bolsa en los próximos meses. Los expertos señalan que puede haber sorpresas negativas en los resultados, aunque aconsejan al inversor estar más atentos a las previsiones de las compañías de cara al segundo semestre que a los resultados en sí mismos. 'Seguramente, los resultados de enero a marzo vuelvan a ser negativos, pero el mercado es consciente de ello. Lo importante es preguntarse cómo son las perspectivas para la segunda mitad del año, que es donde se está descontando una fuerte recuperación', explica Hugo Anaya, responsable de estrategia de ING Barings.
Entre los sectores favoritos de los analistas hay una mezcla de sectores defensivos (eléctricas y constructoras) para capear las incertidumbres que lastran al mercado, y de crecimiento (tecnológicas y telecomunicaciones) para aprovechar sus bajas valoraciones y posicionarse de cara al esperado repunte económico. Por valores, los de mediana capitalización se imponen en las preferencias de los expertos sobre los blue chips, debido a su menor exposición a Latinoamérica, con una única excepción: Telefónica.
'De los pesos pesados, el que más nos gusta es Telefónica. Es un valor tan castigado que su infraponderación debe pesar más que cualquier novedad procedente de Argentina. En el caso de los bancos su precio está en línea con el de sus homólogos europeos, por lo que no nos gustan tanto. Endesa es una apuesta más defensiva, pero también se vería lastrada por un agravamiento de la crisis. Repsol es el que menos nos gusta de entre los grandes porque es el más expuesto a la región', explica Josep Prats, jefe de análisis de Ahorro Corporación. Inmaculada Vadillo también apuesta por Telefónica: 'El sector que presenta mayor atractivo para este trimestre es el de telecomunicaciones, con Telefónica como principal elección debido a su bajo endeudamiento y a su atractiva valoración. Dentro del sector financiero, apostamos por bancos domésticos dada su nula exposición a las economías emergentes, con Banco Popular como apuesta principal. Por último, en el sector tecnológico, Indra es nuestra compañía preferida, dada su mayor visibilidad en la cuenta de resultados'.
Banco Espírito Santo apuesta para este trimestre por Iberdrola y ACS, como valores defensivos y Amper, Sogecable, Telefónica y Zeltia, como valores con mayor perfil de riesgo, pero con más potencial. La apuesta de Popular Bolsa es más conservadora. 'En general, a corto plazo seguimos presentes en valores más defensivos como eléctricas, constructoras y tabacaleras, así como en compañía que creemos que están baratas por fundamentales como Telefónica, Sogecable e Indra', explica su analista jefe. ING Barings, por su parte, se muestra cauteloso con los bancos y entre sus apuestas destacan ACS, 'un valor que a pesar de su revalorización presenta buenas perspectivas', Endesa y Telefónica, 'muy por debajo de nuestras valoraciones fundamentales', y Gamesa.
División entre valores cíclicos y defensivos
Los informes de estrategia global publicados recientemente por los principales bancos de inversión muestran una clara división. Los hay que apuestan por seguir sobreponderados en valores de carácter cíclico y los que creen que su valoración está ajustada a fundamentales y que hay que rotar hacia sectores más defensivos.
Entre los primeros destaca Morgan Stanley. Esta firma está sobreponderada en cíclicos desde finales de septiembre y cree que aún es pronto para cambiar porque la purga de los ratios de los valores defensivos no ha sido suficiente y porque las valoraciones de las compañías más ligadas a la actividad económica es todavía aceptable. 'Históricamente, cuando mejor se han comportado los valores cíclicos y financieros, ha sido entre el último recorte de tipos y la primera subida. Cuando se produce el primer repunte de los tipos, los que primero lo sufren son los valores financieros, pero los cíclicos siguen por lo menos tres meses más comportándose mejor que el mercado', señalan en su último informe de estrategia.
Esta visión es completamente opuesta a la de Credit Suisse First Boston. 'De cara al segundo trimestre estamos un 2% infraponderados en cíclicos respecto al índice de referencia y un 10% sobreponderados en defensivos, ya que creemos que las valoraciones son medianamente caras cuando no hay motivos que lo justifiquen y porque las previsiones de los beneficios empresariales son excesivas', explican.