La recuperación de los países asiáticos en desarrollo cobra forma gracias a EE UU
Después de un turbulento periodo entre 1997 y 2001, los países en desarrollo de Asia inician este año la recuperación, impulsada gracias a las exportaciones con destino en EE UU. El Banco Asiático de Desarrollo (BAD) prevé que el crecimiento de la zona sea este año del 4,8% y del 5,8% en 2003. No obstante, reconoce que persisten riesgos. Entre ellos, el encarecimiento del petróleo.
El informe del BAD, publicado ayer, supone un soplo de aire fresco para una región que sufrió el año pasado los efectos de la recesión de Estados Unidos y Japón y la desaceleración en la zona euro, tres destinos que absorben el 50% de las exportaciones de los países en desarrollo de Asia. La caída de los pedidos desde el exterior repercutió en un descenso del 6,8% de sus exportaciones, incidiendo directamente en el crecimiento, que sólo fue del 3,7% en 2001.
Pero si el año pasado las ventas al exterior fueron responsables del bajo crecimiento, que en algunos casos, como Singapur, fue negativo, este año serán el motor de su recuperación. 'Una recuperación gradual en el comercio mundial y una mejora moderada de los flujos de capital hacia los países asiáticos en desarrollo debería proveer de condiciones de crecimiento económico a todas las regiones', afirma el BAD en su informe.
El organismo multilateral augura un crecimiento del PIB de toda la región del 4,8% para este año y del 5,8% para el próximo, frente al 3,7% registrado en 2001.
Además de las exportaciones, la zona se beneficiará de mejores condiciones internas. 'Hay razones externas e internas para renovar el optimismo', afirman desde el BAD. Desde el exterior el tirón viene de EE UU, que, según el Banco, beneficiará 'a otras economías, incluidos Japón, la zona euro y el Asia desarrollado'. Ya en casa, la demanda interna en muchos de estos países 'está respondiendo al estímulo macroeconómico y emergiendo como una fuente de crecimiento'.
No obstante, existen riesgos que pueden amenazar la recuperación. Uno de ellos es que la recuperación de la demanda de los productos asiáticos sea lenta, lo que podría ocurrir en el caso de una continuada debilidad de la inversión. Otros de los riesgos tiene que ver con un ajuste en la balanza comercial de EE UU o 'un incremento de los gastos del comercio debido a las preocupaciones en seguridad, lo que reduciría su propensión a importar bienes'.
El riesgo del petróleo
Por último, hay un tercer riesgo que ha crecido en los últimos días: el temor a un fuerte repunte de la inflación. Los acontecimientos en Palestina, tras la invasión israelí, la posterior interrupción de las exportaciones iraquíes de crudo y el temor a un contagio del conflicto a otros países de Oriente Próximo influyen en la evolución del precio del petróleo, que en cinco semanas ha subido un 35%.
La evolución de las exportaciones no será igual en todas las regiones. El sureste asiático, que fue la zona más afectada por la desaceleración de 2001 debido a su dependencia de los productos de tecnologías de la información, mejorará sus exportaciones un 6,1%. Esta región, que incluye Singapur, Malaisia, Tailandia, Indonesia y Filipinas, crecerá un 3,4% en 2002 y un 4,3% en 2003. En 2001 sus ventas al exterior cayeron un 9,8%, mermando su crecimiento hasta un 1,9%.
En el sur de Asia, India y Bangladesh mantendrán su crecimiento, mientras que Nepal sufrirá una desaceleración. Afganistán, cuya economía sufre los estragos de la guerra, 'experimentará un rápido crecimiento en los próximos años por la rehabilitación, la renovación de la confianza y el restablecimiento de las relaciones económicas externas', afirma el BAD.
China y Taiwan, por su parte, 'sentirán los beneficios de las reformas asociadas con su entrada en la OMC en el medio-largo plazo', mientras que los países del centro asiático, donde se encuentran las ex repúblicas soviéticas, mantendrán un fuerte ritmo de crecimiento, con un incremento del 5,7% en 2002 y del 6,4% en 2003.