Asia crecerá sólo un 5,3% este año por las menores ventas a EE UU
La desaceleración de la economía mundial, sobre todo en EE UU, no pasará por alto a los países asiáticos. Así lo sostiene el Banco Asiático de Desarrollo en su informe anual, donde se prevé que el crecimiento de las economías en desarrollo de Asia sea del 5,3% en 2001, muy por debajo del 7% del año anterior. No obstante, la recuperación llegará en 2002.
Las economías asiáticas en desarrollo ya han empezado a reflejar el enfriamiento de la economía de Estados Unidos y la desaceleración que van a protagonizar, en su conjunto, será drástica para este año. La elevada dependencia que muchos de estos países tienen de la coyuntura exterior, vía exportaciones, y la moderación del boom tecnológico, sector que muchos de ellos han potenciado, son las principales causas de esta desaceleración, según mantiene el informe del Banco Asiático de Desarrollo.
Los primeros efectos se notarán "en la desaceleración del crecimiento de las exportaciones, que caerá a niveles de un dígito en 2001 e incidirá en la actividad económica doméstica", recoge el escrito del banco.
Queda, sin embargo, espacio para el optimismo, pues el estudio de este organismo prevé que la recuperación de EE UU, que no empezará hasta la segunda mitad del año, se refleje en 2002, cuando el crecimiento mundial será, según sus cálculos, de alrededor de un 4%. El de Asia llegará al 6%, después de que este año se vea disminuido hasta un 5,3%.
Además, el informe del banco aleja las especulaciones sobre una vuelta a la situación de 1997-1998, cuando una crisis financiera afectó gravemente a los países de la zona. A pesar de que la caída de algunas monedas y Bolsas de la región han despertado los temores de repetir lo ya vivido, "hay varias razones para creer que la situación actual es completamente diferente". Esta afirmación se sustenta, sobre todo, en que el impacto externo de la crisis de hace cuatro años fue financiero, no real, como sucede en la actualidad. También cuentan a su favor las reformas políticas y financieras que han acometido algunos de los países, a los que anima a continuar.
Repercusión diferente
La desaceleración actual afectará desigualmente a los países. Los cinco más afectados por la crisis anterior (Indonesia, Corea, Malaisia, Filipinas y Tailandia) se incluyen entre los más vulnerables. Ello se debe a que su recuperación, que ha sido rápida, ha estado sostenida por las exportaciones, dado que la demanda interna permanecía estancada. La caída de los pedidos desde EE UU tendrá un impacto directo sobre el PIB de estos países.
A ellos hay que añadir Hong Kong, Singapur y China. A pesar de que sus economías disfrutan de una mayor solidez, la positiva evolución que han experimentado en los últimos años se debe también a las exportaciones, por lo que la caída de la demanda en EE UU repercutirá negativamente en su evolución.
Si bien la visión para el año 2002 es optimista a nivel mundial, el banco advierte que sus previsiones están expuestas a riesgos e incertidumbres. En concreto a dos, el riesgo de que la recuperación en EE UU sea más lenta y dura de lo previsto y la incertidumbre que planea sobre la situación en Japón. Desprecia, sin embargo, el riesgo que supone el precio del petróleo. "En ausencia de más recortes de aprovisionamiento, el precio del petróleo no representa un riesgo", afirma.