El alza del precio del petróleo corta la subida bursátil de las aerolíneas
La cotización de las aerolíneas ha bajado de las nubes por la crisis de Oriente Próximo. La subida en el precio del crudo ha impactado directamente en los mercados y el índice Bloomberg de líneas aéreas europeas ha retrocedido el 2,95% en las últimas tres sesiones. Iberia se ha dejado el 3,57%.
Un 36% ha subido el crudo desde finales de 2001. Tal subida afecta muy directamente en las cuentas de resultados de las aerolíneas, pues se trata de un coste casi fijo (poco relacionado con el número de viajeros, no, por tanto, con los ingresos). Pero el mercado no parece haberse dado cuenta de ello hasta esta semana, cuando la subida del barril se ha vuelto tan frenética como la violencia que azota Palestina.
Este encarecimiento del petróleo ha cortado el vuelo de las aerolíneas. El índice Bloomberg de aerolíneas europeas ha perdido el 2,95% en tres sesiones. Bajan valores como Alitalia, que ha perdido el 10,7%; Iberia, con el 3,57%, o Easyjet, un 6,56%. Sólo sube KLM.
En el primer trimestre del año, que a efectos bursátiles terminó el Jueves Santo, este mismo índice se había revalorizado un 14,02%, pese a sufrir el lastre de la quiebra de Swissair, que bajó el 95%.
El alza en el precio del petróleo pasó a un segundo plano entre enero y marzo porque las expectativas que la justificaban, es decir, la recuperación económica, eran también beneficiosas para un sector tan cíclico como es el de las aerolíneas. Esta remontada venía, eso sí, de una caída bursátil histórica, provocada después del 11 de septiembre.
Nuevo escenario
El petróleo sube ahora por otros motivos. Sube por el nerviosismo que genera el conflicto entre Israel y los palestinos, de imprevisibles consecuencias. Desde el punto de vista de las líneas aéreas no hay contrapartida por el lado del crecimiento económico al ascenso de los precios del crudo. Al contrario, de agravarse la situación, los precios de la energía pueden convertirse en un lastre para la recuperación, que aún está en mantillas.
El movimiento bursátil de las aerolíneas desde hace varios meses es, pues, una montaña rusa. Siempre hay motivos que justifiquen una subida en una acción castigada o una toma de beneficios en otra que ha avanzado con fuerza. Es lo que ocurre ahora. Pero, ya antes del 11 de septiembre, la subida en el precio del petróleo (de 25 a 30 dólares entre enero y mayo) lastró el sector y los analistas advirtieron de este riesgo.
De momento, la comunidad de expertos no ha llamado la atención sobre estos movimientos. Es demasiado pronto. Pero el mercado, que no puede esperar, ha empezado a protegerse.
Las razones de Iberia para liderar el sector
Una perita en dulce. La aerolínea española ofrece, a quien quiera fusionarse, el liderazgo en las rutas a América Latina y un negocio protegido de las rutas a Estados Unidos, debido a la alta participación de los ingresos domésticos. Las expectativas de fusión son las que han convertido a Iberia en la mejor aerolínea (en Bolsa, se entiende) de 2002.
El nombre del principal novio es de sobra conocido: British Airways. La empresa británica ha firmado una alianza con Iberia para vuelos al Reino Unido. Eso sirvió para despertar viejas ilusiones de opa. Los analistas, por su lado, hablan del plan estratégico de la compañía como motor de la acción.
La parte mala es que la acción de Iberia se ha encarecido notablemente. Eso hace menos atractiva, por cara, la compañía española, si es que realmente está buscando pareja. El mercado cree que sí, basándose en la saturación de líneas aéreas europeas (nadie en el sector considera sostenible el escenario) y el cambio de tercio generado por el 11 de septiembre.