Andersen despide a 6.000 personas en EE UU, el 20% de la plantilla
Andersen continúa su cuesta abajo. Entre las medidas de urgencia que está adoptando, la auditora afectada por el caso Enron prepara un duro ajuste de plantilla. En Estados Unidos eliminará alrededor de 6.000 puestos de trabajo, lo que supone el 20% de la plantilla.
El futuro de Andersen es incierto y sus 85.000 trabajadores se temen lo peor. La compañía auditora ha anunciado drásticas medidas de ajuste laboral, con la supresión de un número indefinido de empleos durante los próximos meses. 'Dada la decisión del Departamento de Justicia de implicar a la totalidad de la plantilla por el caso, será inevitable realizar numerosas reducciones de puestos de trabajo', advirtieron el jueves directivos de la firma.
De momento, la primera decisión consiste en eliminar casi 6.000 empleos en Estados Unidos, el 20% de toda la plantilla, formada por un as 28.000 personas, según publicó Financial Times.
A juicio de John Challenger, presidente ejecutivo de la firma de recursos humanos Challenger Gray & Christmas, 'Andersen podría llevar a cabo una eliminación récord de puestos de trabajo y más rápida que en otras compañías, ya que carece de inventario'.
Challenger dice que 'a pesar de la lealtad que caracteriza a los empleados de la auditora, éstos comienzan a buscar otras alternativas de trabajo, sobre todo, en Chicago, donde la firma emplea a 5.300 personas'.
Esta decisión se toma un día después de que Paul Volcker, ex presidente de la Reserva Federal y contratado por Andersen el pasado enero, propusiera más dimisiones de altos cargos para salvar la compañía. El primero en seguir sus directrices fue el presidente de la firma, Joseph Berardino, quien dimitió el martes en medio de fuertes presiones. Los directivos de Andersen ya han iniciado conversaciones para elegir a su sustituto. Uno de los nombres que se barajan es Aldo Cardoso, socio de la firma en Francia.
Desde el principio de año, Andersen ha perdido 70 clientes, incluidos Ford, Delta Airlines y la compañía de gran consumo Merck.
Ante esta deteriorada situación, Andersen está buscando la manera de salvar sus actividades ubicadas fuera de Estados Unidos. Para ello, negocia con varias de las firmas rivales como KPMG o Ernst & Young. Con esta última, Andersen anunció un acuerdo de fusión en Australia, después de que fracasaran las negociaciones que mantenía con su rival Deloitte & Touche. Con la unión, Ernst & Young Australia llegará a ser la segunda compañía de servicios profesionales por ingresos, 798 millones de euros.
Andersen también integrará su actividad en Ernst & Young de Nueva Zelanda y Rusia. Con KPMG, mantiene conversaciones en varios países de Asia y Pacífico, mientras que espera firmar acuerdos con PricewaterhouseCoopers en Hong Kong y algunas regiones de China.
Por otra parte, el Congreso de Estados Unidos aumenta la presión sobre la Casa Blanca para que revele sus verdaderas relaciones con Enron. El caso Enron lleva camino de convertirse en un serio problema para el Gobierno que preside George Bush.