Washington rechaza la exigencia europea de compensar sus aranceles a las importaciones de acero
Estados Unidos ha rechazado la exigencia de eventuales compensaciones por parte de la Unión Europea (UE) u otros países afectados por la decisión de Washington de proteger su sector siderúrgico mediante la imposición de aranceles de hasta un 30% a las importaciones de acero.
En una carta dirigida a los embajadores de los países miembros de la Organización Mundial de Comercio (OMC), la representante de EEUU, Linnet Deily, califica de "tremendamente equivocados" los llamamientos a favor de "compensaciones inmediatas apoyados por las amenazas de represalias unilaterales".
La Unión Europea ha recurrido la medida proteccionista estadounidense tanto ante el comité de salvaguardia de la OMC como en el marco de su sistema de solución de diferencias.
"Con una veintena de medidas de salvaguardia en vigor actualmente en distintos países, una reacción de ese tipo amenaza con provocar una guerra comercial en un momento en que la economía norteamericana parece una vez más encabezar la recuperación económica", escribe la diplomática estadounidense en respuesta a la acción de Bruselas.
Deily señala que las investigaciones llevadas a cabo en los últimos meses en EEUU demuestran una subida "relativa y absoluta" de las importaciones norteamericanas de acero, y dice que es preciso "poner en perspectiva" los aumentos de aranceles decididos por el presidente estadounidense, George W. Bush.
"EEUU importa anualmente más de un billón de dólares de mercancías de todo el mundo, entre las que los productos de acero representan un uno % aproximadamente, incluso a los niveles récord actuales, y la medida de salvaguardia de Estados Unidos sólo se aplicará a algunos productos y a algunos países", señaló.
Al anunciar que su país impondría a partir del 20 de marzo tarifas de hasta un 30 % a las importaciones de distintos productos de acero, el presidente Bush explicó que quedarían excluidos de esas medidas socios del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Canadá y México), además de Argentina, Tailandia y Turquía.
En su carta y frente a su rechazo de posibles compensaciones, la embajadora afirma comprender la decisión de la Unión Europea de llevar el tema ante el comité de soluciones comerciales de la OMC, donde la UE debe aportar las pruebas de los daños sufridos por su industria de acuerdo con el procedimiento establecido.
El examen de una demanda de ese tipo en el órgano en el que se dirimen las disputas comerciales pueden tardar entre dos y tres años, según los casos, y la UE reclama mientras tanto el derecho a medidas compensatorias frente al perjuicio que supondrán de modo inmediato los nuevos aranceles para su industria.