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Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Renace el optimismo

Las autoridades monetarias de EE UU y de la UE coincidieron ayer en dar un diagnóstico más optimista sobre la evolución de la economía que hace sólo unas semanas. Alan Greenspan volvió a confirmar que la recuperación de EE UU 'está en marcha' y Wim Duisenberg consideró que la actividad de la zona euro tocó fondo a finales de 2001 o principios de este año y está empezando a reactivarse. Ambas lecturas apuntan a que el periodo recesivo iniciado hace poco menos de un año será de los más cortos de la historia.

El presidente de la Reserva Federal, haciendo algo inhabitual, cambió ayer ante el Senado de EE UU su discurso a la Cámara baja de hace sólo una semana. En general, y en línea con el Libro Beige de la Reserva Federal de un día antes, lanzó un mensaje más entusiasta sobre la recuperación. Y no es de extrañar si se tiene en cuenta que la fortaleza de los recientes datos sobre la economía estadounidense han podido sorprenderle incluso a él. El aumento de la confianza industrial, reforzado con la confianza del sector servicios, que se expandió en febrero a su ritmo más rápido en 15 meses, y los pedidos a las fábricas, que aumentaron en enero por segundo mes consecutivo, refuerzan el 1,4% de crecimiento del PIB con el que sorprendió EE UU el cuarto trimestre. Ayer mismo se conoció que la productividad también se recuperó con fuerza el cuarto trimestre. Creció un 5,2%, frente al 1,1% de un trimestre anterior, marcado por los atentados del 11 de septiembre. El dato, ya revisado, muestra que EE UU dispone de un claro margen de expansión sin aumento de la inflación.

Con todo, Greenspan, siempre más cauteloso que eufórico, plantea dudas sobre la fuerza y rapidez del repunte. Por eso cobra especial relevancia para los analistas el dato del paro de febrero que se conocerá hoy.

Las buenas noticias de EE UU lo son también para la actividad en este lado del Atlántico. Sin embargo, el horizonte en la UE no parece tan despejado. El BCE, que mantuvo ayer los tipos de interés en el 3,25%, dijo por medio de su presidente que en la zona euro 'la economía ha comenzado a encontrar su camino hacia la recuperación' y alcanzará su potencial de crecimiento, en torno al 2,5%, a finales de este año. Duisenberg afirmó que las expectativas de recuperación de la zona euro se apoyan en las favorables condiciones de financiación e insinuó que el ciclo de recortes de tipos ha finalizado.

Pero, una vez más, la autoridad monetaria instó a los países de la zona euro a intensificar esfuerzos en reformas estructurales que den más flexibilidad a la economía europea. Y aquí está el problema. Francia y Alemania lo escenificaron el martes en el Ecofin al poner trabas al programa liberalizador -la una en el sector eléctrico y la otra en el mercado laboral- presentado por España para la Cumbre de Barcelona de la semana próxima. EE UU se está recuperando rápidamente, pero la UE sigue a la zaga. Como ha dicho el comisario Pedro Solbes, en este momento de incipiente recuperación en Europa no hay excusas para frenar las reformas.

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