La continuidad del confinamiento de Arafat arruina las conversaciones de seguridad
Los palestinos se retiraron ayer de las conversaciones de seguridad al conocer que el levantamiento del arresto al líder de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasir Arafat, es sólo parcial y sus movimientos continúan restringidos a la ciudad cisjordana de Ramala.
'No habrá otras reuniones con los israelíes por el momento, ya sea a nivel de seguridad o a nivel político', dijo Nabil Abu Rdainah, asesor de Arafat. Los tanques que rodeaban la jefatura de Arafat se retiraron unos 100 metros, pero el arresto del líder palestino sólo fue levantado en parte, causando nuevas hostilidades.
El Gobierno israelí había exigido la detención de los asesinos del ministro de Turismo, Rehavam Zeevi, condición que el Gobierno palestino cumplió el jueves pasado al arrestar a los tres sospechosos. Sin embargo, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, decidió mantener en parte el arresto y exigir la extradición a Israel de los acusados para levantar totalmente el bloqueo.
Las tensiones continuaron ayer y dos palestinos resultaron muertos cuando viajaban en un coche para llevar a una mujer a dar a luz al hospital. Militantes palestinos, por su parte, mataron a dos israelíes durante una emboscada a una caravana de civiles que viajaban entre dos asentamientos judíos cerca de Belén.
Por la tarde, un palestino armado abrió fuego contra los israelíes que se encontraban en una parada de autobús dejando, al menos, siete heridos.
El máximo responsable de la política exterior de la UE, Javier Solana, se reunió ayer con el ministro israelí de Exteriores, Simon Peres, a quien pidió la liberación de Arafat. 'Cuanto antes tenga libertad de movimiento, mejor', dijo.
En Washington, el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, y el secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, pidieron a la ANP que reduzca la violencia. 'Hemos estado de acuerdo en exigir que la ANP haga todo lo posible para luchar contra el terrorismo y aumentar la seguridad', dijo Piqué. La reunión entre ambos políticos se centró en Oriente Próximo.