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Eslovaquia

Un mercado con perspectivas

Es uno de los países más jóvenes de Europa Central. Vio la luz en l993, después de la disolución de Checoslovaquia que dio origen a dos repúblicas; una de ellas, la eslovaca.

Con 5,3 millones de habitantes y capital en Bratislava, su población la componen un 85% de eslovacos, un 9% de húngaros, un 1% de checos y un 5% de alemanes, rutenos y gitanos, entre otros. De ahí que además del eslovaco, en el país se escuchen las lenguas de las restantes comunidades.

El 80% de los habitantes practica la religión católica; el 12%, la protestante, y el 8% restante, la ortodoxa y judía. Con una ubicación geográfica estratégica, limita con Austria, Hungría, República Checa, Polonia y Ucrania. Su superficie alcanza los 49.500 kilómetros cuadrados; los montes Cárpatos, al norte, discurren a lo largo de la frontera con Polonia y, en las tierras bajas del sur, en el linde con Hungría, se extiende la llanura del río Danubio.

Precisamente por su ubicación, ha sido el escenario de un importante cruce cultural e histórico al que se suma una rica tradición folclórica.

Extenso patrimonio y magníficos paisajes todavía insuficientemente explotados desde el punto de vista turístico. A pesar de este déficit, estadísticas de la Organización Mundial de Turismo revelan que las llegadas internacionales han crecido notablemente desde l998, año en que recibió 896.000 extranjeros. Cifra que evolucionó en l999 hasta los 975.000 y, en 2000, a los 1.053.000.

Los ingresos por turismo internacional significaron 489 millones de dólares (540 millones de euros) en l998; 461 millones de dólares (512 millones de euros) en l999 y 432 millones de dólares (482 millones de euros) en 2000. Cierto es que en este último año se produjo el mayor índice de auge turístico en todas las regiones merced a la bonanza económica y la llegada del nuevo milenio. En 2001, Eslovaquia siguió la tendencia generalizada de crecimiento moderado.

Según datos aportados por la Oficina Oficial de Turismo del país, la inversión en turismo internacional en la primera mitad de los años 2000 y 2001 significó 214,6 y 213,8 millones de euros, respectivamente. Y el desembolso realizado por los visitantes, en el mismo periodo, se tradujo en 151,3 y 152,4 millones de euros y la contribución al producto interior bruto (PIB) fue del 2,1% y del 1,9% en cada año.

En la primera mitad de 2001, el número total de turistas fue de 1.398.059, de los cuales 509.470 fueron extranjeros y 888.589 nacionales. El promedio total de la estancia alcanzó las 3,5 noches (extranjeros, 3,7 y nacionales 3,4).

Según datos de l996, checos, alemanes y polacos constituyen el mayor porcentaje de visitantes. Aunque el porcentaje más alto de crecimiento lo protagonizan los rusos. En la primera mitad de 2001 el país contaba con 2.097 alojamientos, un 133,5% más que en 2000. El número de habitaciones era de 42.263 (111,3% más que en 2000).

El turismo de montaña es, de lejos, el más desarrollado. La oferta de centros para la práctica del esquí se ha incrementado, lo que ha supuesto una mejora del transporte y prestaciones como escuelas de esquí, servicios de equipamiento, etc. Tal es así, que la rentabilidad del sector muestra parámetros muy favorables. También la oferta de verano recibió un gran impulso y prácticas como el rafting y el ciclismo -existen varias rutas para hacer en bicicleta-, entre otras, pasaron de ser actividades excepcionales para convertirse en una oferta habitual.

El turismo de ciudad, en cambio, se concentra básicamente en el comercio. Falta desarrollar la oferta cultural tanto en los centros urbanos como en el campo. Algo parecido sucede con el turismo termal, muy demandado, cuyo desarrollo ha estado marcado por un proceso de privatizaciones aún no concluido. La actualización de las infraestructuras resulta indispensable para ofrecer tratamientos y solaz al mismo tiempo.

También presentan condiciones óptimas para invertir el turismo rural, el agroturismo, el vinculado a los congresos y a las áreas de agua, así como el relacionado con las diferentes regiones. Silvia Andujar

Cómo llegar Iberia no tiene vuelos directos a Bratislava. Es necesario volar hasta Praga y desde allí realizar una conexión con la capital de Eslovaquia. Bratislava tiene vuelos regulares con Budapest, Praga, Leipzig, Varsovia, Zúrich y Palma de Mallorca, entre otras capitales. Bratislava cuenta, además, con representaciones de compañías como British Airways, Lufthansa, KLM y otras.

Eslovaquia cuenta con cuatro aeropuertos internacionales -al de Bratislava se suman los de Sliac, Poprad-Tatry y Kosice-. Los aeroplanos pequeños tienen la posibilidad de aterrizar en Presov, Piestany, Trencin, Zilina y Ruzomberok.

Por tren A través de la estación de Viena, Eslovaquia está conectada con Barcelona, París, Bruselas, Estrasburgo, Zúrich, Amsterdam y otras ciudades europeas.

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